TDAH en las aulas
El TDAH es un trastorno neurobiológico asociado con frecuencia a un importante impacto funcional, personal y social | © Justlight
El Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes, con una prevalencia del 3% al 7% en España, lo cual equivale a uno o dos niños por aula, motivo por el cual es especialmente relevante identificar y abordar correctamente este trastorno entre el alumnado. Se trata de un trastorno neurobiológico asociado con frecuencia a un importante impacto funcional, personal y social. Se observa un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad e impulsividad que es el que impacta sobre las diferentes esferas mencionadas.
Dentro del TDAH encontramos diferentes subtipos:
- Inatento
- Hiperactivo-impulsivo
- Combinado (presentación combinada de los dos subtipos anteriores)
El cuadro clínico es muy heterogéneo, encontrándose afectadas, entre otras, las funciones ejecutivas. Ello implica dificultades para responder a determinados estímulos, planificar y organizar acciones e inhibir una respuesta automática en detrimento de otra más funcional. Por otra parte, los síntomas de este trastorno pueden deberse a otras dificultades o trastornos (psiquiátricos, neurológicos, médicos e incluso dificultades sociales), por ello es imprescindible una adecuada valoración donde se realice además un diagnóstico diferencial adecuado donde se exploren además posibles comorbilidades.
Dada la heterogeneidad del trastorno, las pautas específicas para trabajar con cada niño/a serán diferentes, aunque a continuación ofrecemos una aproximación con pautas generales de manejo para los alumnos con TDAH.
- Sitúale cerca de la pizarra. Las dificultades para concentrarse y mantener la atención implican para estos niños/as gran pérdida de información en las explicaciones del profesorado. Apoyar dichas explicaciones con material visual y segmentar la información son estrategias útiles para ellos, especialmente si están situados cerca de donde se está dando la explicación.
- Cómo manejar la necesidad de movimiento. Algunos de los niños y niñas con TDAH necesitan en ocasiones de movimiento para asegurar una mejor concentración y durante más tiempo. Por ello, es relevante que puedan realizar dicho movimiento, aunque de forma controlada. Permitirle repartir las hojas a los compañeros o borrar la pizarra pueden ser buenas estrategias para ello.
- Ayúdale a organizarse. Las dificultades en las funciones ejecutivas van a implicar, entre otras cosas, dificultades para la organización, tanto del material escolar como de las tareas. Para ello, recordarle el uso de la agenda o delimitarle el espacio de trabajo por zonas pueden ser buenas estrategias.
- Premia su esfuerzo y pequeños logros. El TDAH aparece con mucha frecuencia asociado a problemas de autoestima y trastornos del estado de ánimo. Será primordial hacerles sentir arropados y que sientan que valoramos su esfuerzo y confiamos en su capacidad de seguir mejorando y aprendiendo.
- Normaliza sus errores. La aceptación del error es una de las asignaturas pendientes para los niños y niñas, especialmente cuando se comparan con otros compañeros con mayor éxito académico. Es muy importante normalizar en el aula la comisión de errores, como parte natural de proceso de aprendizaje, especialmente en los niños con algún tipo de trastorno como es el de TDAH.
Beatriz Alcántara Bachiller es neuropsicóloga en Proyecto3 Psicólogos