Una vuelta al conocimiento en el aula, garantía de evitar el adoctrinamiento
Evitar el adoctrinamiento en el aula ha de ser la aspiración de todo docente en su centro, además de una exigencia de padres y alumnos. Cada vez que se discute sobre la necesidad de reducir los conocimientos en favor de las competencias (la falsa dicotomía en la que estamos instalados en los últimos años) nos viene a la mente la sospecha de que todo ese tiempo se va a dedicar a opiniones, valores, ideas… ajenas al hecho de enseñar.
El centro escolar es el lugar del aprendizaje de los conocimientos, no el espacio donde profesores y alumnos debatan sobre ideología, política, etc. ni mucho menos que algunos docentes (los menos) más ideologizados y doctrinarios se dediquen a transmitir opiniones acerca de aspectos que nada tienen que ver con las materias que imparten y sí mucho sobre valores, ideas, opiniones, mensajes, etc. que lo único que pretenden es inculcar en los alumnos ideas políticas, religiosas o tendencias sociales o culturales.
Es cada vez más urgente inculcar en los futuros maestros una sólida formación inicial enfocada tanto a la materia de la que son especialistas como a su didáctica específica, así como dotarles de los recursos personales y materiales necesarios para la adecuada impartición de su materia. La revisión de los planes de estudio de Magisterio ha sembrado la polémica en las últimas semanas precisamente porque las asociaciones de didáctica de las ciencias han encontrado que el reparto de horas de las distintas materias estaba descompensado. El Ministerio, claro, ha echado balones fuera y ha culpado a la Conferencia de Decanos de Educación, en una clara elusión de su resposabilidad.
En un comunicado, las asociaciones didácticas urgen a «consensuar modelos de maestros que sean capaces de formar a una ciudadanía con competencias matemáticas, artísticas, lingüísticas, literarias, sociales y científicas que promuevan el espíritu critico y los valores democráticos». Según estas asociaciones, uno de los pilares de la formación inicial del profesorado es el currículo que debe impartir y destacan que la Lomloe fija en un 64% del horario lectivo de Conocimiento del Medio, Educación Plástica y Visual, Lengua Castellana y Literatura y Matemáticas, pero en el actual proyecto de formación inicial solo se destinaría un 12,5% para aprender a enseñarlas. Además, la Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas (FESPM) ha exigido una mayor especialización en matemáticas para los futuros maestros.