Cómo trabajar dictados con niños pequeños
Para trabajar la ortografía en clase, dictar textos ofrece muchísimas ventajas. Así, ha demostrado su efectividad para mejorar el dominio del lenguaje.
Estos ejercicios incluyen cuatro procesos mentales:
- Comprender la información oral recibida.
- Retener las frases y sus estructuras.
- Reconocer las palabras usadas.
- Transcribir esos términos, teniendo en cuenta qué significan y cómo se escriben.
Como profesor, se trata de una dinámica que te aporta interesantes beneficios:
- Lo trabajas con todos los alumnos al unísono.
- Te posibilita introducir o consolidar contenidos, gramática, léxico, ortografía…
- Te proporciona feedback válido, ya que permite identificar los errores más comunes.
- A partir de esa información, puedes crear actividades o sesiones correctoras.
- Cabe usarlos para reforzar lecciones, trabajar dificultades específicas o lanzar mensajes concretos.
Por su parte, los alumnos encuentran también aspectos positivos al trabajar con dictados:
- Tienen la posibilidad de autocorregirse. Es, por tanto, un sistema discreto para identificar carencias y tomar consciencia de sus puntos de mejora.
- Aumentan su comprensión auditiva e incrementan su léxico.
- Entran en contacto con nociones, enfoques y conceptos culturales atractivos.
- Pueden conservar, consultar y revisar sus ejercicios.
Si has hecho dictados con niños pequeños en clase, te habrás dado cuenta de que la monotonía les aburre. No es tanto un problema de la actividad en sí, sino una necesidad imperiosa de originalidad, ritmo y dinamismo al realizarlos.
Cuando leemos con voz pausada, neutra y aburrida, ellos también se aburren. Sin embargo, piensa en las enormes posibilidades que te ofrece para trabajar la lectoescritura y mejorar la ortografía. ¡Tenemos que apostar por los dictados divertidos!
La variedad al dictar no solo predispone al alumnado a aprovechar mejor cada actividad. También se convierte en un factor motivador y en una oportunidad para trabajar nuevas habilidades y destrezas. Por ejemplo, la memoria, la creatividad y el trabajo en equipo.
Analizamos a continuación cuáles son los principales tipos de dictados según su funcionalidad.
1. Dictado convencional
Es el de toda la vida. Sirve, sobre todo, para familiarizar a los peques con la técnica. Está en tu mano hacerlo más ameno y divertido. Elige bien el contenido e interpreta tu lectura en voz alta, incluyendo matices y ritmo como si estuvieras declamando.
2. Vis a vis
Se realiza por parejas. Un alumno empieza dictando al otro y, luego, intercambian sus roles. Al terminar, se revisan mutuamente lo escrito —primero sin muestra; después, con la proporcionada por el profesor o el libro—. La idea es que se sientan un equipo, para potenciar la relación entre comunicación y ortografía.
3. De memoria
Elige un texto corto y léelo dos o tres veces en voz alta. A continuación, pide a tus alumnos que intenten reconstruir el contenido de memoria, cuidando la correcta ortografía. El objetivo es intentar ser lo más fieles posible a la información transmitida.
4. Evita la trampa
Cuando el grupo tiene ya una cierta experiencia haciendo dictados divertidos, esta modalidad resulta muy interesante. Consiste en realizar un dictado convencional salpicado de errores, sobre todo discordancias de número o género, verbos mal conjugados y artículos incorrectos.
La finalidad es que los alumnos identifiquen y corrijan esos fallos. Si es posible, antes de haberlos anotado en su papel; si no, a posteriori.
5. Letras de canciones
Piensa en sus cantantes y artistas favoritos, o en las canciones de moda, y utiliza sus letras para tus dictados. ¡Es una forma estupenda de reforzar la ortografía en clase! De este modo, se identifican mucho más con la comunicación y se sienten motivados hacia ella.
Existen variantes de esta fórmula, ya que puedes utilizar también:
- Entrevistas a sus famosos o influencers de referencia.
- Reseñas de videojuegos.
- Sinopsis de películas.
- Pasajes de libros que les gustan.
- Cualquier otro material que vaya a estimularlos.
6. Al pie de la letra
Es similar al anterior, solo que en esta ocasión se escucha una canción original. Cada alumno debe intentar copiar la letra y deja en blanco los huecos que le faltan. En grupo, después, se trabaja para reconstruirla por completo.
7. Rol de secretaria
La idea es convertir a tus educandos en secretarios en acción. Por ello, vas a leer el texto a velocidad normal, dos o tres veces, sin hacer pausas ni considerar que los demás están anotándolo.
Al terminar, se forman grupos y sus miembros ponen en común lo transcrito. A partir de ahí, entre todos reconstruyen el texto más cercano posible al inicial. De este modo, no solo trabajan la ortografía en clase, también ejercitan la memoria y reconstruyen textos desde un borrador previo.
En definitiva, hacer dictados a niños pequeños es muy buena opción, pero debes trabajarla de forma creativa. ¿Lo has hecho ya? Cuéntanos cómo lo hiciste y qué resultados lograste. ¡Todos podemos beneficiarnos de tu experiencia!
Soy docente de primaria. Para mí será de gran ayuda las informaciones y documentos actualizados que por aquí se comparten. De modo que pueda enriquecer mi práctica pedagógica con mis estudiantes. Gracias 😊
Muy interesante , será de gran ayuda para mis niños de primero y segundo grados de primaria. Gracias.