El busto de tu ciudad, una actividad de ciencias sociales
Empleando el ambiente inmediato de nuestros alumnos, podemos lograr interesarlos por la historia como fuente de conocimiento atractiva y no solo como asignatura. La historia local, en este sentido, desempeña un papel importantísimo. Te contamos en este artículo cómo conectar a los alumnos con la historia local.
Programar y desarrollar una actividad en ciencias sociales no es una tarea sencilla. Por nuestro trabajo diario, sabemos que tenemos que atender a todo aquello relacionado con el aprendizaje infantil, las competencias que van a adquirir y el desempeño didáctico.
Si queremos llevar a cabo una actividad completa, es necesario tener en cuenta algunas cuestiones. Te contamos a continuación cómo hacer que el ejercicio sea válido para los más pequeños.
1. Enfoque experiencial
El enfoque o aprendizaje experiencial se refiere a la experiencia como medio para conocer el mundo y adquirir nuevos conocimientos. Llevarlo a cabo es sencillo si seguimos el modelo de Kolb, que establece cuatro etapas para alcanzar los objetivos deseados:
- Experiencia concreta: la experiencia o actividad tiene que estar perfectamente definida. Debemos tener en cuenta que tenemos que conseguir que el alumnado se implique en ella, que le resulte atractiva.
- Observación reflexiva: tras vivir la experiencia, el alumnado tiene que ser capaz, con la guía del docente, de reflexionar sobre la experiencia.
- Conceptualización abstracta: un aprendizaje verdaderamente significativo requiere que el alumno pueda integrar lo aprendido en la experiencia en otras vivencias diferentes.
- Experimentación activa: una vez integrados los aprendizajes, deben servir para poder tomar decisiones en el futuro.
Por lo tanto, nuestra actividad debe estar diseñada con el objetivo de avanzar en esta progresión cognitiva.
2. Proximidad
La proximidad hace relevante y convierte en objeto de estudio todo lo que acontece en la vida del alumno. En este sentido, su entorno es muy importante. Como señala Ángeles Abelleira en su estudio Hacia una didáctica de proximidad. La fuerza de lo cercano, esta didáctica ofrece al docente todo lo que necesita para la enseñanza.
Además, dicha proximidad se aplica también a la disposición que el docente toma ante el alumnado. Una cercanía que requiere un trato de confianza, de conocimiento de las necesidades del niño y también, por supuesto, una proximidad de saberes en todos los ámbitos.
3. Diversión
Combinar diversión con aprendizaje es esencial, especialmente en niños de edad temprana. Por suerte, los docentes tenemos multitud de herramientas a nuestro alcance:
- El juego como estrategia didáctica: jugar es una de las mejores formas de aprender, sobre todo en estas edades. La vía más rápida para introducir el aprendizaje es el juego.
- Los cuentos: captan la atención de los niños, que asocian situaciones a personajes. Además, luego son capaces de extrapolarlas a su día a día.
- La creatividad y el arte: dibujar es una buena forma de alcanzar un aprendizaje significativo en los niños. La memoria visual es vital en edades tempranas.
Para conectar a los alumnos con la historia de la ciudad, te proponemos una actividad didáctica y divertida: el busto de tu ciudad. Es ideal para trabajar en el ámbito de las ciencias sociales. Te contamos en qué consiste aquí.
Con el busto de tu ciudad, vamos a proponer la organización de una visita a uno de los monumentos o esculturas de la localidad en la que vive nuestro alumnado. Será preferible que sea el busto de un personaje destacado, así aprenderán mientras se divierten.
La salida
Se puede realizar en parejas o grupos de tres y se llevará a cabo fuera del horario de clase. Los alumnos tienen que acercarse a una escultura local, fotografiarla y apuntar toda la información que puedan encontrar: el nombre del protagonista, posibles descripciones, cartelería, etcétera.
El trabajo de investigación
Después, también en grupo, deberán utilizar diferentes fuentes para documentarse sobre la escultura, el busto o el personaje al que representa. Podemos entregar una lista de fuentes fiables a las que pueden acudir e, incluso, podemos dedicar algo de tiempo en clase para enseñarles a buscar en la biblioteca.
La exposición
Finalmente, cada grupo tendrá que exponer delante del resto de compañeros su trabajo. Se trata de compartir la información que han encontrado para que todos los alumnos conozcan el monumento. De esta manera, se hará un trabajo muy completo sobre la historia local.
Como hemos visto, desarrollar una actividad para ciencias sociales puede ser realmente divertido. Además, lograr que nuestros alumnos alcancen un aprendizaje significativo relacionado con la capacidad crítica, de narrar de forma oral o la responsabilidad individual y del grupo, es muy sencillo. ¿Conoces alguna actividad parecida? ¿Sueles aplicar este tipo de actividades con tus alumnos? ¡Estamos deseando que compartas tus ideas con nosotros!