Augusto Di Marco: “El acuerdo alcanzado entre Macmillan Education y LanguageCert permitirá una democratización de la certificación del inglés entre los jóvenes españoles”
En el contexto social actual, el conocimiento de al menos un segundo idioma resulta imprescindible, y no solo con miras puestas al mundo laboral, sino como manera de acceder a ciertos contenidos sin versión en castellano que pueden ser una gran fuente de información o, incluso, para relacionarse tal y como la propia naturaleza pide al ser humano.
El proceso de aprendizaje de niños y jóvenes resulta más intuitivo que el de los adultos y numerosos estudios indican que es entonces, durante la niñez, la mejor etapa para aprender un segundo idioma.
Esa ha sido una de las motivaciones de LanguageCert, organización internacional dedicada a la evaluación y certificación de idiomas, y Macmillan Education, empresa líder en contenidos en inglés para primaria y secundaria, para establecer un convenio con el que ofrecer una certificación adaptada a las necesidades actuales con el objetivo de acercar la formación y certificación del inglés a los jóvenes para mejorar sus perspectivas de futuro.
Analizamos junto a Robin Gravina, country manager de LanguageCert y Augusto di Marco, director general de Macmillan Education Iberia, las claves y motivos de este acuerdo, que supone un paso más para la accesibilidad de la certificación y formación de idiomas.
Pregunta. Desde el punto de vista de la experiencia, ¿qué “pain points” identificáis en la enseñanza y certificación del inglés en España?
–Robin Gravina: En primer lugar, cabe destacar que el nivel de inglés en España es mejor que el de hace unas décadas. Sin embargo, esta mejora ha sido desigual ya que hay un amplio grupo de personas que tiene un nivel de inglés excelente, pero sigue habiendo una gran parte de la población con conocimientos prácticamente nulos. Esto, entre otras cosas, se debe a que el nivel de enseñanza pública en España es muy variable y hay lugares en el que el sistema bilingüe funciona muy bien pero, en general, la falta de recursos impide que
se extienda a todas las regiones y centros con una calidad homogénea.
Otro de los puntos clave en este sentido es el profesorado. Hay profesores que no están formados en metodologías específicas para enseñar un segundo idioma a través de otras asignaturas. Para que cambie esta situación, hay que prestar mucha atención a la formación que se da a los futuros docentes desde las universidades. Además, es importante que las certificaciones solicitadas a los profesores en su habilitación lingüística sean precisas y que realmente se correspondan al nivel real, ya que, de no ser así, repercutirá negativamente en el aprendizaje de los alumnos.
Finalmente, destacaría la importancia que a lo largo de los años se ha dado a la gramática, olvidando partes esenciales como el speaking o listening. Para que el nivel de inglés mejore, la enseñanza debe poner el foco en la capacidad de comunicarse en el idioma y se debe certificar el nivel a través de exámenes, como los de LanguageCert, en los que se prioriza la capacidad del candidato para desenvolverse en situaciones de comunicación real.
–Augusto Di Marco: Como empresa líder en contenidos educativos, especialmente focalizados en la preparación lingüística de los jóvenes españoles, desde Macmillan Education hemos observado algunas áreas de mejora para lograr que la enseñanza y certificación del manejo de esta lengua sea más eficaz. Tradicionalmente, el inglés se ha planteado a los jóvenes como una asignatura más, que carece de dinamismo. Es por todo ello por lo que Macmillan Education apuesta por el desarrollo de contenidos educativos innovadores, capaces de captar la atención del alumnado y, sobre todo, adaptados a todos los niveles para evitar que algunos alumnos queden rezagados con respecto al grupo.
Debemos tomar en consideración, además, que el inglés es una herramienta indispensable en el futuro de los jóvenes, desde las relaciones sociales hasta la consecución de un puesto de trabajo. Es por todo ello por lo que los docentes han de trasladar al alumnado la importancia que esto tiene, poniendo en práctica el manejo del inglés a través de situaciones cotidianas o escenarios reales que así lo pongan en valor.
Si hablamos de la certificación del dominio de esta lengua en España, desde Macmillan Education y LanguageCert identificamos un desafío clave: medir de forma real las capacidades del alumnado en relación con el inglés desde un punto de vista general, y lograr una certificación rápida. La colaboración entre ambas compañías ha dado lugar a una certificación adaptada a las necesidades de los jóvenes en la actualidad, permitiendo examinarse de todos los niveles reconocidos en el Marco Común Europeo, consiguiendo los resultados de la prueba un máximo de diez días, lo que supone una gran diferencia con respecto al resto de certificaciones disponibles en España actualmente.
Si hablamos de la certificación del dominio del inglés en España, desde Macmillan Education y LanguageCer identificamos un desafío clave: medirlo de forma rápida y real
"¿Cómo surge la idea de llevar a cabo una colaboración entre LanguageCert y Macmillan Education?
–Robin Gravina: Principalmente compartimos el objetivo de mejorar las perspectivas laborales de los jóvenes españoles. Para que esto suceda, la formación y certificación del inglés es un instrumento clave y nuestra unión hace que todo el proceso -desde la formación hasta la certificación- se produzca de una manera más global, ágil y segura.
–Augusto Di Marco: Así es, con este acuerdo se ofrece a la comunidad educativa una certificación desarrollada por expertos en la evaluación de la lengua inglesa, alineadas con el MCER, y reconocidos por entidades como ACLES (Asociación de Centros de Lenguas en la Enseñanza Superior) y CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas) e instituciones como el ICES, Correos o el Banco de España.
¿Y qué ventajas tiene respecto a otras que existen en el mercado?
–Augusto Di Marco: En los últimos años, la certificación del inglés se ha convertido en requisito indispensable para acceder a intercambios lingüísticos, puestos de empleo e incluso oposiciones para el acceso a empleos públicos. Es común disponer de poco tiempo para la acreditación del dominio del inglés en este tipo de situaciones. La certificación ofrecida por LanguageCert en colaboración con Macmillan Education permite obtener los resultados en un máximo de 10 días. Resultados que, además, se encuentran reconocidos por numerosas entidades públicas y privadas, además de estar alineadas con el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER).
Robin Gravina: Como apunta Augusto, las certificaciones de LanguaguageCert tienen recorrido. Es una organización internacional especializada en el desarrollo de exámenes de idiomas de alta calidad académica y cuenta con años de experiencia. A través de este acuerdo, Macmillan distribuirá dos de nuestros exámenes, el “Young Learners”, especialmente diseñados para niños con edades comprendidas entre los 7 y los 12 años, y el “International ESOL” que abarca desde A1 hasta C2 del MCER y son adecuados para todas las edades. La ventaja de estas certificaciones es que se adaptan a las necesidades actuales y tienen un enfoque comunicativo que evalúa de forma directa las capacidades reales del hablante. Apoyan además el proceso de aprendizaje, comenzando desde niños y acompañándolos hasta alcanzar los niveles más altos.
El aprendizaje del inglés a edades tempranas es clave para su futuro profesional y comunicativo, ¿cómo afecta el acuerdo a todo ello?
–Robin Gravina: Vivimos en un mundo globalizado por lo que el conocimiento de inglés puede determinar el futuro de los jóvenes. Para que el nivel de inglés crezca entre los jóvenes españoles, una de las claves es hacerlo accesible. Gracias a este acuerdo, ambas organizaciones ponen su experiencia y conocimientos en el ámbito de la enseñanza y la evaluación, respectivamente, para ofrecer una certificación adaptada a las necesidades actuales de los estudiantes.
Augusto Di Marco: Cuando hablamos de los jóvenes, nos encontramos con que su cerebro es más receptivo al aprendizaje de lenguas extranjeras, disponiendo de una mayor adaptabilidad en sus procesos cognitivos. Sin duda, el acuerdo alcanzado entre Macmillan Education y LanguageCert permitirá una democratización de la certificación del inglés entre los jóvenes españoles para así poder acreditar el dominio de esta lengua para la realización de intercambios lingüísticos en los centros educativos, optar a becas formativas en el extranjero y, en relación con el futuro próximo, disponer de un nivel de inglés aceptable para la consecución de un puesto de empleo.
Uno de los principales desafíos de las certificaciones es su reconocimiento oficial, ¿cómo aborda esta cuestión LanguageCert con Macmillan Education?
–Robin Gravina: Los certificados han sido desarrollados por expertos en la evaluación de la lengua inglesa, están alineados con el Marco Común Europeo de Referencia (MCER). En cuanto a su reconocimiento en España, los certificados de LanguageCert cuentan con el apoyo de la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas) y ACLES (Asociación de Centros de Lenguas en la Enseñanza Superior), como comentamos anteriormente. También de instituciones como el ICES, Correos o el Banco de España. Además, a nivel autonómico, los exámenes de LanguageCert están reconocidos en la mayoría de las comunidades y se está trabajando, internamente y con los gobiernos regionales, para que pronto sean válidos en toda España.
Todo ello unido a que las acreditaciones de la organización son reconocidas por las autoridades oficiales y cumplen con los requisitos de la Oficina de Regulación de Calificaciones y Exámenes del Reino Unido. El acuerdo ya está en marcha en la Comunidad de Madrid, la Región de Murcia y Castilla la Mancha y pronto llegará a otras comunidades como Andalucía y Aragón. La idea de ambas compañías es extender este acuerdo a todo el territorio español antes de que acabe el año.