ERC y JxCat se unen para proponer un "pacto nacional" en defensa de la escuela catalana
El temor a una «involución» en materia lingüística y educativa a manos de un posible Gobierno de PP y Vox ha llevado a ERC y JxCat a aparcar por una vez sus resquemores y a cerrar filas para proteger el modelo de escuela catalana. El escenario ha sido el debate monográfico sobre educación, celebrado este martes en el pleno del Parlament a propuesta de JxCat, en el que han intervenido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, la consellera de Educación, Anna Simó, y portavoces de los distintos grupos parlamentarios, a la espera de que el jueves se sometan a votación las propuestas de resolución de los partidos.
Una de las propuestas presentadas la firman conjuntamente ERC y JxCat y subraya la «necesidad de un consenso político y de país, a través de un pacto nacional en defensa de la escuela catalana, que proteja el modelo de escuela propio ante la intromisión y los ataques sistemáticos de los poderes políticos y judiciales del Estado español, que son una de las principales causas de desestabilización de este modelo de éxito, de amplio consenso». La propuesta de resolución, que ha sido trasladada también a PSC-Units, En Comú Podem y la CUP, destaca que la escuela catalana debe mantener el catalán como «lengua vehicular, común y compartida por toda la comunidad educativa», como «factor básico de inclusión social y de vertebración de la sociedad catalana».
Después de los recientes acuerdos entre PP y Vox en territorios como la Comunidad Valenciana o Baleares, constatan «el peligro que sufren, en los Países Catalanes, la lengua catalana y su enseñanza, por los ataques reiterados de la derecha y la extrema derecha». Además, la propuesta de ERC y JxCat insta al Govern a impulsar este «pacto nacional» y a realizar las actuaciones políticas, jurídicas y económicas que garanticen su aplicación.
Por otro lado, JxCat presenta otras propuestas de resolución, para que el cuerpo de inspección vele por el uso del catalán como lengua vehicular en las escuelas, así como para exigir un «cambio de rumbo» a la Conselleria de Educación con el fin de «combatir urgentemente» el abandono escolar y el déficit en comprensión lectora.
ERC, JxCat y En Comú Podem promueven otra propuesta de resolución conjunta sobre el bienestar emocional y la lucha contra el acoso escolar, que plantea la creación de un comité de expertos para que trabaje en la elaboración de medidas en este terreno, así como el fomento de la «educación sexual y afectiva en todas las edades» para prevenir «violencias machistas o LGTBI-fóbicas». ERC presenta en solitario otras propuestas sobre promoción del catalán en los centros educativos, refuerzo del papel del Consejo Escolar de Cataluña, lucha contra la segregación y medidas contra el abandono escolar, entre otras.
Planificar la creación de 10.000 nuevas plazas públicas de guardería para garantizar la universalidad de la oferta educativa de los 0 a los 3 años y preservar el consenso sobre el catalán son algunas de las propuestas del PSC en el debate monográfico sobre educación. Los socialistas han registrado seis propuestas de resolución, que se votarán el próximo jueves por la tarde, sobre cuestiones como la escuela inclusiva; la mejora del éxito educativo y la lucha contra el fracaso y el abandono escolar; la universalización y gratuidad de la oferta educativa de los 0 a los 3 años; la modernización del sistema de Formación Profesional; la adaptación de los centros a la emergencia climática; y el modelo de gobernanza de la educación.
Sobre el catalán, los socialistas apuestan por preservar el consenso acordado en la ley 8/2022 –que el PSC, ERC, JxCat y comunes aprobaron en el Parlament para esquivar la imposición del 25% de castellano en las aulas–, así como «garantizar la no politización de la lengua y de la escuela, velando por la mejora de las competencias lingüísticas del alumnado y la defensa de la lengua catalana». Entre sus propuestas, el PSC también ha planteado acordar, antes de terminar el 2023, un «Pacto Catalán por la Educación, la calidad, la equidad y la gratuidad, que sea una hoja de ruta compartida, a partir de la que avanzar, rehacer la confianza con la comunidad educativa y generar estabilidad para promover una necesaria mejora educativa».
Asimismo, defiende impulsar un nuevo modelo de gobernanza educativa «más flexible y descentralizado, que apueste por la cogobernanza con la comunidad educativa y el territorio».
Vox, CS y PP han coincidido este martes en exigir un cambio en el modelo educativo de Cataluña, para poner fin al sistema de inmersión lingüística en catalán. Así lo han planteado en el debate monográfico, después de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la consellera de Educación, Anna Simó, hayan hecho un llamamiento a reforzar el «consenso» en torno al modelo de escuela catalana para hacer frente al «ataque» de PP y Vox, que buscan una «involución» en materia de derechos.
El diputado de Vox Manuel Acosta ha reclamado un «cambio de rumbo de 180 grados» en materia educativa, porque ahora mismo la educación en Cataluña está «en trance de muerte». Para Acosta, el actual modelo educativo «es una condena anticipada para los alumnos», entre otras cosas porque «fomenta la ley del mínimo esfuerzo». Acosta no cree que Simó, una consellera que fue «inhabilitada por incumplir la ley» durante el proceso independentista, sea capaz de «enderezar el rumbo de la maltrecha educación catalana», ya que además mantiene «el mismo equipo» que su antecesor en el cargo, Josep Gonzàlez-Cambray.
La portavoz de CS en el Parlament, Anna Grau, ha rebatido las críticas de Aragonès y Simó a la «ofensiva» contra el catalán, asegurando que los independentistas están «recogiendo lo que siembran». «El catalán recula por culpa de ustedes, que crean catalanófobos allí donde plantan el pie o meten la pata», ha afirmado Grau, que ha tendido la mano a la consellera Simó para reforzar las medidas contra el acoso escolar y ha reivindicado un «modelo trilingüe».
También la portavoz del PPC, Lorena Roldán, se ha mostrado dispuesta a colaborar en la lucha por una escuela inclusiva y trilingüe y ha arremetido contra el modelo de inmersión lingüística, porque «es una anomalía en toda Europa» y «va contra los criterios pedagógicos». Según Roldán, impedir a los alumnos castellanohablantes «aprender en su lengua materna» los lleva a «sacar peores resultados» que los catalanohablantes, por lo que este modelo de inmersión lingüística «vulnera derechos y genera desigualdades».