Cinco formas en que las olas de calor amenazan los derechos de la infancia
A medida que las temperaturas se disparan en todo el mundo, el calor extremo pone en peligro la salud de los niños y niñas, los deja fuera de la educación y hace que estén cada vez más preocupados por el futuro, según Save the Children.
China registró el pasado domingo la temperatura más alta de su historia, y casi un tercio de todos los estadounidenses –más de 110 millones de personas, incluidos más de 20 millones de niños y niñas– han estado bajo aviso de calor en los últimos días. Mientras tanto, en Europa, los termómetros están alcanzando altas temperaturas históricas. También en los últimos meses se han registrado temperaturas récord en muchos países de Asia, y la infancia afectada por la pobreza, la desigualdad y la discriminación sufre de forma desproporcionada.
Según un estudio publicado por Save the Children en colaboración con la Universidad Libre de Bruselas, Born into the Climate Crisis (Nacidos en la crisis climática), los niños y niñas nacidos en 2020 se enfrentarán a una media de olas de calor siete veces superior a la de sus abuelos, de acuerdo con los compromisos de reducción de emisiones asumidos en el marco del Acuerdo de París de 2015. En algunos países esto es mucho peor, ya que, por ejemplo, los niños y niñas de Afganistán se enfrentan a 18 veces más olas de calor que sus abuelos.
Precisamente para tratar de mitigar los efectos de la ola de calor en España –que estos días está sufriendo temperaturas de más de 40º en muchas partes del país y batiendo récords históricos–, Save the Children ha puesto en marcha un año más sus colonias urbanas y campamentos de verano para apoyar a 2.200 niños y niñas en riesgo de pobreza y exclusión social. Con estos programas socioeducativos, la organización promueve actividades de ocio y culturales, buenos hábitos alimenticios, apoyo emocional y refuerzo educativo, además de ir a la playa o a la piscina para refrescarse y soportar mejor las altas temperaturas veraniegas.
El fenómeno meteorológico de El Niño también está calentando partes del océano Pacífico ecuatorial, provocando fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, y es probable que desencadene un nuevo aumento del calentamiento global. Los científicos predicen que es muy probable que uno de los próximos cinco años sea el más caluroso jamás registrado.
Pero aún podemos actuar, y si lo hacemos con urgencia para limitar el calentamiento de las temperaturas a 1,5 ºC por encima de los niveles preindustriales, reduciremos la exposición media adicional a las olas de calor durante toda la vida en un 45%. Además de limitar el aumento de las temperaturas, Save the Children afirma que las autoridades deben adaptar las escuelas y los sistemas sanitarios para que sean resistentes a las olas de calor, tengan en cuenta las necesidades de los niños y niñas y sean accesibles y estén disponibles para todos.
Kelley Toole, responsable mundial de Cambio Climático de Save the Children, declara: «Los niños y niñas de todo el mundo se están viendo afectados por la crisis climática ahora mismo. Las olas de calor les hacen enfermar, les impiden aprender y les dejan hambrientos. Necesitamos medidas urgentes contra el cambio climático, y la infancia debe estar en el centro de ellas«.
Cinco consecuencias de las olas de calor en la infancia
1. Efectos sobre la salud
Los niños y niñas expuestos al calor extremo corren un mayor riesgo de sufrir enfermedades respiratorias y renales, entre otras.
Cuanto más se exponen al calor extremo, mayor es su riesgo de sufrir enfermedades respiratorias y renales, fiebre y desequilibrio electrolítico (alteración de la concentración de minerales en el cuerpo), lo que puede alterar una serie de funciones críticas, incluidas las cardíacas y neurológicas, según un estudio de la revista Lancet. También puede causar deshidratación grave, agotamiento e insolación, que si no se trata puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos, siendo mortal en algunos casos.
Mantenerse hidratado, lo más fresco posible y alejado del sol puede reducir las probabilidades de enfermar.
Pero a veces esto no es posible, y los niños y niñas afectados por la desigualdad, la discriminación y los conflictos son especialmente vulnerables y tienen más probabilidades de carecer de acceso a una atención sanitaria de calidad.
Esto incluye a la infancia refugiada y desplazada, según Save the Children, como los refugiados rohingya en Cox’s Bazar (Bangladesh), que viven bajo un calor abrasador en refugios hacinados y congestionados hechos de lona y bambú. Estos niños y niñas se enfrentan a menudo a brotes de enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea y el cólera, que ponen en peligro sus vidas.
2. Alteración del aprendizaje
Las recientes olas de calor han provocado el cierre de escuelas en todo el mundo. Incluso cuando los niños y niñas pueden ir a la escuela, el calor puede afectar a su concentración. Justina, una activista infantil de 16 años de Zambia, contó a Save the Children que se desmayaba en clase: «Cuando hace tanto calor, me desmayo. La semana pasada me desmayé por el calor. Fue en la escuela, y me sentí mal porque fue en público. No sé qué me pasó. Me sentí asfixiada debido al calor».
El calor puede tener un impacto significativo en la educación, ya que los estudiantes muestran niveles más bajos de rendimiento durante los años escolares calurosos. Las investigaciones sugieren que cada grado Fahrenheit de aumento de la temperatura reduce en un 1% lo aprendido en un curso escolar. La exposición al calor puede exacerbar las desigualdades, ya que los estudiantes de hogares con menos ingresos tienen más probabilidades de vivir en zonas afectadas por el calor y menos probabilidades de beneficiarse de elementos como el aire acondicionado.
Además de limitar el calentamiento de las temperaturas, Save the Children afirma que las autoridades deben adaptar las escuelas y otros centros educativos para que resistan las olas de calor e incluir la educación climática en los planes de estudio.
3. Hambre
En todo el mundo, las malas cosechas y la muerte del ganado provocadas por el calor extremo ponen los alimentos fuera del alcance de los niños y las familias, y a menudo acaban haciendo subir los precios para todos. El calor sin precedentes en Estados Unidos amenaza actualmente el rendimiento de las cosechas, por ejemplo, y los países con menos ingresos llevan años enfrentándose a sequías y malas cosechas.
Mientras tanto, en una reciente ola de calor en Bangladesh, los cortes de electricidad obligaron a cerrar las tiendas, acabando con los ingresos diarios de las familias y poniendo los alimentos aún más fuera de su alcance.
Save the Children afirma que los países de renta más alta deben invertir más en sistemas de protección social que tengan en cuenta las necesidades de la infancia y respondan a las crisis para ayudar a las familias y a los niños a hacer frente a la situación e invertir en una planificación a largo plazo que aumente la resiliencia de las comunidades. Un estudio reciente realizado por Save the Children y otros miembros de la Iniciativa por los Derechos de la Infancia y el Medio Ambiente (CERI, por sus siglas en inglés) ha revelado que sólo el 2,4% de los principales fondos mundiales para el clima pueden clasificarse como destinados a apoyar actividades que tengan en cuenta las necesidades de la infancia.
4. Imposibilidad de jugar
Como las autoridades advierten a la gente de que permanezca en casa, es más probable que los niños y niñas estén encerrados, solos e incapaces de realizar actividades fundamentales para su desarrollo físico y mental, como jugar con amigos y hacer ejercicio físico.
En España el período escolar se terminó hace unos días, pero en muchos centros y espacios se desarrollan actividades de ocio para la infancia durante las vacaciones de verano. Desde Save the Children, por ejemplo, ofrecemos espacios seguros como campamentos de verano y colonias urbanas para facilitar la conciliación familiar y evitar que los niños y niñas se queden solos en casa o en la calle bajo las altas temperaturas.
5. Malestar psicológico
Los días calurosos de verano aumenta el número de personas que sufren emergencias de salud mental, según investigaciones recientes.
Incluso observar a distancia el desarrollo de la emergencia climática pasa factura a la salud mental de la infancia de todo el mundo. El año pasado, un estudio de Save the Children Reino Unido reveló que el 70% de los niños británicos estaban preocupados por el futuro que heredarán, y el 56% opinaba que el cambio climático y la desigualdad están provocando un deterioro de la salud mental infantil en todo el mundo.
Por su parte, otro estudio publicado en la revista The Lancet reveló que más del 45% de los niños y jóvenes de 10 países afirmaron que sus sentimientos sobre la crisis climática afectaban negativamente a su vida diaria y a su funcionamiento.