Spanglish o euskenglish, ¿qué idiomas chocan más en el habla de una persona vasca trilingüe?
La investigación ha contado con financiación del Gobierno Vasco, el Gobierno de España y la Unión Europea y con la colaboración de la Universidad de York.
Una persona multilingüe puede, en ocasiones, cometer errores al hablar influenciada por el resto de idiomas que conoce. Investigaciones recientes han concluído que estas interferencias en el vocabulario se producen más entre las lenguas menos dominantes y, además, adquirir un nuevo idioma también puede repercutir en el control de uno ya conocido.
Estas dos líneas de investigación han sido el germen de un nuevo estudio liderado por el Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de Donostia. Las investigadoras han puesto a prueba si, en el caso de personas trilingües, el idioma menos dominante tiene mayor influencia al hablar en su segundo idioma o al hablar en su primera lengua. Para ello, el equipo del BCBL contó con un total de 50 personas voluntarias jóvenes adultas que hablaban castellano, euskera e inglés, en ese orden de competencia, con la particularidad de que los participantes habían adquirido sus dos primeros idiomas a través de una exposición natural en un entorno bilingüe, mientras que el inglés había sido aprendido como lengua extranjera.
Los participantes realizaron el estudio desde casa en su ordenador completando dos tipos de pruebas. Por un lado, se entremezclaron los idiomas y las personas voluntarias tenían que nombrar imágenes que se mostraban mientras se cambiaba rápidamente entre castellano, euskera e inglés. «Para saber el idioma en el que tenían que pronunciar la palabra, la imagen iba acompañada de una bandera británica, española o de Euskadi. Por ejemplo, cuando veían la imagen de un perro con la bandera británica, tenían que decir ‘dog’, pero si iba junto a una bandera española, tenía que decir ‘perro’», explica Antje Stoehr, investigadora de BCBL que ha liderado el proyecto. Las imágenes se mostraban por un periodo corto de tiempo para hacer la tarea más complicada.
En la segunda prueba, los idiomas no se mezclaban y los participantes debían nombrar primero imágenes en castellano y después en euskera, o viceversa, y finalmente en inglés.
Pronunciación y selección de palabras
Todas las pruebas se grabaron y el equipo de investigación de BCBL, con la colaboración de la Universidad de York (Reino Unido), evaluó después la pronunciación y los errores en la selección de palabras. En concreto, en el caso de la pronunciación, se analizaron los sonidos /p/, /t/ y /k/, que se pronuncian de la misma manera en castellano y euskera, pero no en inglés. En la selección de palabras, se analizó el número de veces que los participantes se equivocaban de idioma al nombrar una imagen; por ejemplo, decir la palabra ‘dog’ cuando la bandera no era británica.
«Vimos que cuando los participantes tenían que alternar entre idiomas, su pronunciación en euskera se acercaba más al inglés, pero su pronunciación en castellano no se veía afectada por el inglés», añade Stoehr. Asimismo, también cayeron más en el error de decir palabras en inglés cuando tenían que hacerlo en euskera que cuando era el turno del castellano. Es decir, el inglés, su tercera lengua, interfería más en el euskera (segunda) que en el castellano (primera).
«Podemos concluir que la segunda y la tercera lengua tienen una relación más estrecha al hablar que la primera y la tercera lengua. Sorprendentemente, esto sucedía aunque el euskera y el inglés tienen menos similitudes y además se observó en personas que adquirieron su segundo idioma a una edad temprana en una comunidad bilingüe», destaca la experta del BCBL.
Según Antje Stoehr, esto sugiere que aunque se aprenda una segunda lengua en las primeras etapas de la vida, ésta resiste menos a la influencia de otros idiomas que la principal lengua, por lo que conocer palabras y su correcta pronunciación no asegura una comunicación fluida: las personas deben también recuperar del léxico aprendido las palabras y su pronunciación en el idioma correcto en el momento oportuno.
El trabajo del BCBL, financiado por Gobierno vasco, la Unión Europea y el Ministerio de Ciencia e Innovación de España, aumenta el conocimiento sobre los sistemas lingüísticos de una mente multilingüe y puede ser valioso para profesores de idiomas y personas que usan frecuentemente diferentes idiomas: la mayoría de la población vasca y aproximadamente un 25% de los ciudadanos de la UE.
Además de Antje Stoehr, el proyecto ha contado con la participación de las investigadoras del BCBL Mina Jevtović y Clara Martin y la doctora Angela de Bruin, de la Universidad de York.