¿Viven los jóvenes peor que sus padres? Aquí hay debate
El profesor del IES "Cárbula" Víctor Rodríguez, con los equipos de Los Apaches y Las Revolucionarias en la Final del I Torneo de Debate.
¿Los jóvenes de hoy vivimos mejor que la generación de nuestros padres? Esta controversia ha sido la elegida en el torneo de debate del IES «Cárbula» durante el curso 2022-23.
El IES «Cárbula» es un centro de compensación educativa integrado en la Estrategia Regional Andaluza para la Cohesión e Inclusión Social. Así, el contexto social al que se enfrentan diariamente las familias está marcado por un desempleo del 30%, por la estacionalidad laboral del sector primario y por la creciente precariedad de las ocupaciones del sector servicios. Es por ello que en este centro conviven cada día alumnos con contextos familiares difíciles, alumnos con un desfase académico importante, alumnos de familias estructuradas y alumnos con una alta motivación por el aprendizaje.
En este centro recaló hace cuatro años el profesor de Geografía e Historia Víctor Rodríguez. Y lo hizo convencido de la utilidad de llevar el debate al aula. El primero, recuerda, fue sobre el fracking, la técnica de extracción de gas o petróleo del subsuelo mediante presión hidráulica: «En principio me parecía una actividad no divertida, porque muchos de ellos tenían miedo a hablar en público, pero sí interesante. Me convencieron los resultados: alumnos con diferentes ritmos estaban más motivados, aprendiendo a trabajar en equipo, en contacto con muchos temas complejos, e iban perdiendo el miedo a hablar en público».
Pronto se lo comentó a sus compañeros, aclarando lo que significa llevar el debate al aula: «No se trata de lanzar un tema y dejar que los niños hablen. Así es normal que la clase se te vaya de madre». Con unas pautas sobre comunicación, una serie de normas, un tiempo determinado, según su experiencia, «la clase se autorregula sola, los alumnos adquieren más disciplina y no se interrumpen, porque para debatir hay que escuchar».
Sus cuatro compañeros del Departamento de Geografía e Historia le secundaron, y también algunos compañeros de Lengua y Literatura empezaron a emplearlo en sus clases.
Pronto se lanzaron y así surgió el torneo de debate a nivel de centro, el curso pasado.
Para Rodríguez, el torneo del IES «Cárbula» se puede considerar un torneo «un tanto particular». Frente a lo que suele suceder en los torneos de debate académico provinciales o autonómicos, «donde ves que se ha seleccionado a los alumnos de familias con inquietudes, en que se lee y se practica la comunicación diaria», el del «Cárbula» estaba abierto a todos. También a los alumnos del aula específica, con diversidad funcional y discapacidad intelectual, que tenían un papel muy importante, presentando a sus compañeros y distribuyendo las fichas y las rúbricas de evaluación entre ellos. «Queríamos llevar a cabo una práctica educativa de calidad, para fomentar el pensamiento crítico y la oralidad, y queríamos que fuera una práctica inclusiva, por eso la atención a la diversidad está muy presente en las bases y los agrupamientos incluyen diferentes ritmos de aprendizaje», explica Víctor Rodríguez.
La pregunta clave partía de un artículo de eldiario.es. «El artículo nos vino muy bien, porque las dos posturas aparecen muy estructuradas y dirige a fuentes fiables y primarias», prosigue el profesor. A partir de ahí, los alumnos profundizaron en diferentes problemáticas, recurriendo a fuentes como el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) o el Ministerio de Sanidad: estructura socioeconómica, mercado de trabajo, sanidad, medio ambiente, seguridad vial, inteligencia artificial, valores…
Que el debate se haya convertido en una práctica cotidiana ha permitido a los alumnos del IES «Cárbula» salir del centro más de lo acostumbrado. En enero un equipo del instituto participó en el torneo de debate del Centro de Profesorado de Córdoba y, frente a 40 equipos, llegó a semifinales. «El debate estuvo muy reñido, y el hecho de haber llegado hasta allí hizo que se contagiara la ilusión a otros compañeros que no practican el debate», recuerda Rodríguez.
Lo cierto es que cada vez son menos los alumnos del «Cárbula» que no lo practican. Lo descubren ya en la jornada de acogida para 6º de Primaria, gracias a un taller de debate que este año han dirigido los alumnos de 1º de ESO. En 1º de ESO lo practican en las asignaturas de Geografía e Historia, Lengua y Literatura y la optativa Oratoria y Debate, en las que ponen en contraste sus opiniones e ideas, argumentándolas.
Nadie es más que nadie, y buena muestra de ello es que se ha dado el caso de que un grupo de 1º de ESO se haya impuesto a uno de 1º de Bachillerato. «Ves que muchos chicos que normalmente no interactúan al trabajar en equipo, o tienen un autoconcepto muy bajito después de años de desfase curricular, acostumbrados a estar desconectados en clase, en la última fila, se convierten en parte activa del grupo, se ofrecen voluntarios, porque sienten que son capaces de hacer las cosas bien y de mejorar, y notan que están adquiriendo un aprendizaje útil», analiza el profesor.
Por ello, cuando se le pregunta a Víctor qué competencias intervienen en un debate en clase, su respuesta es clara: «De entrada, todas. Es la experiencia total, la que permite en el menor tiempo posible implementar el mayor número de aprendizajes que puede llevar a cabo un alumno, con el profesor como guía y el alumno responsabilizándose de su aprendizaje». Y pasa a enumerar: competencia en comunicación lingüística, a la hora de expresarse de forma escrita y oral y consensuar los argumentos en equipos, competencia de aprender a aprender, pensamiento crítico, competencia digital… «Desde luego, cuando les pides investigar ya no van a Google y se conforman con lo primero que aparece, adquieren un filtro científico sobre qué pueden consultar».
Visto lo visto, en el IES «Cárbula» hay debate para rato: «Los alumnos te lo piden. Yo empecé con un grupo que estaba en 2º de ESO y que el curso próximo estará en 2º de Bachillerato, y en la autoevaluación me han pedido que no se me ocurra eliminarlo por culpa de la Selectividad. Van a preparársela, claro, pero quieren seguir debatiendo». Mientras, sus compañeros de 1º de ESO lamentan profundamente que la optativa de Oratoria y Debate no tenga continuidad en 2º. Y sus profesores están pensando ya en un proyecto para debatir con otros institutos de localidades vecinas, en un debate intermunicipal. «Con esta iniciativa intentamos conseguir ciudadanos activos, críticos y democráticos, así que cuanto más se contagie, mejor», concluye.