Cómo fomentar la pasión por la lectura

Los beneficios de la lectura son múltiples y, de verdad, muy enriquecedores. Abre las puertas a un universo que nos hace mejores, más preparados y más abiertos a la realidad.

Estas son sus ventajas principales:

• Evade y divierte. Combate el aburrimiento y te hace libre.
• Aporta conocimientos y vivencias muy formativos. Es decir, favorece un gran aprendizaje.
• Alimenta la imaginación y despierta la curiosidad. Saber llama a saber.
• Genera personas más hábiles y dispuestas a la intercomunicación. Quien lee, suele conversar más y ser relaciona mejor.
• Libera de emociones y favorece la empatía y la socialización.
• Retrasa el envejecimiento cerebral. Eleva el ánimo y nos aporta, por ello, más salud.
• Acompaña y suaviza la soledad.

En el caso de los niños y los jóvenes, su influencia suele ser mayor. No en vano, estas personas se encuentran en pleno proceso de desarrollo mulitidisciplinar. La lectura, el contacto frecuente con los libros, es un acelerador excepcional del crecimiento humano.

Dos son los principales frenos que la sociedad actual plantea a los jóvenes y los niños lectores:

1. Las agendas ultracargadas
2. La digitalización

Agendas ultracargadas

Leer requiere tiempo. Cuando el chaval no lo tiene, es imposible que elija este entretenimiento. En la actualidad, las actividades extraescolares se multiplican: idiomas, deportes, clases de refuerzo, formación en aficiones personales… llenan sus agendas.

En la mayoría de los casos, con los muchos deberes que suelen llevar a casa, les resulta imposible contar con tiempo libre.

Si quieres ayudarles, debes ser consciente de ello. Sin duda, una salida es fijar un tiempo de lectura libre dentro de tus clases. Si quieres fomentar la pasión por ella, predica con el ejemplo: ¡concédele tiempo de calidad en tus aulas!

Digitalización

No nos engañemos: ofrece una diversión inmediata, apasionante y sin esfuerzo. El móvil, las tablets, las plataformas digitales, las redes sociales, los videojuegos, los ordenadores… Es demasiada competencia, ¿no te parece?

Lo más peligroso es que no requiere esfuerzo. Su disfrute es inmediato y relajado. Si lo unimos al cansancio acumulado con esas agendas tan cargadas, previamente comentadas, parece obvio qué preferirán hacer estos chavales. ¿Sumergirse en las páginas de una novela apasionante hasta que les venza el sueño o ver un episodio tras otro de su serie de moda favorita? Es solo un ejemplo.

Sin duda, es fundamental fomentar buenos hábitos de lectura cuanto antes. Si inoculas en tus alumnos la pasión por leer, crecerá con ellos. Incluso si deciden abandonar esta práctica en alguna etapa de su evolución, acabarán regresando a ella.

Ya hemos apuntado cuál es el punto de partida para fomentar esta práctica: trabajarla en el colegio y dedicarle tiempo en tus clases.

Si quieres avanzar en la dirección correcta y educar niños lectores, considera estos recursos y líneas de actuación:

• Permite a los chavales elegir sus lecturas. Eso sí, acércalos a los mejores libros y recomiéndales títulos apropiados.
• Incentiva la lectura. Prémiala si quieres, pero nunca la impongas.
• Plantea estas actividades para niños lectores como otra forma de juego.
• Crea una rutina diaria de lectura, si es posible.
• Si no puedes con tu enemigo, únete a él: abre las puertas a la lectura digital.
• Trabaja con cuentacuentos para fomentar la relación entre los peques y las historias humanas.
• Impulsa iniciativas relacionadas con el teatro, adaptadas a las edades de cada grupo.
• Anímales a crear sus propias historias, por ejemplo inspiradas en los libros que han leído. Funciona bien la idea de continuar las historias literarias que les han encantado. Y, también, inventar otras aventuras de sus protagonistas favoritos. Si haces estas dinámicas en grupo, la afición a leer puede contagiarse.
• Llévalos a bibliotecas y otros lugares relacionados con la literatura y el placer de leer.
• Fomenta el contacto con escritores y creadores. Elígelos en función de sus obras; pero, sobre todo y para esto, por sus dotes de comunicar y entusiasmar.
• Alude y haz referencia a libros durante las explicaciones en tus clases.

Al establecer tu plan de acción, ten en mente cuáles son los principales beneficios de la lectura infantil y juvenil:

• Aprender vocabulario y aplicaciones del lenguaje.
• Aumentar la atención, la memoria y la concentración.
• Alimentar y estimular la imaginación.
• Gestionar las emociones, reconocerlas y aprender a convivir con ellas.
• Mejorar el desarrollo, la autonomía y su interés por aprender.
• Capacitar para estudiar más y mejor.

Tú puedes hacer mucho para fomentar la pasión por la lectura. Sé un ejemplo constante para ello y naturaliza una relación divertida con los libros en tus clases. Y, por favor, comparte con nosotros tus experiencias. ¡Así aprendemos más!