Entretenerse solos y sin pantallas, una habilidad diferencial para tus hijos
Con el inicio de curso apuntamos a los más jóvenes a un sin fin de extraescolares. La conciliación laboral y el querer que utilicen su tiempo de manera productiva, nos anima a hacerlo. Tanta actividad mantiene su atención siempre distraída. ¿Qué sucede cuando las distracciones desaparecen? El aburrimiento les atrapa y recurren a las redes sociales o a otros hábitos tóxicos para no sentir la incomodidad del aburrimiento. Pero, es justo ahí, fuera de la zona de confort, donde se aprende. El tiempo libre ofrece una oportunidad de crecimiento única para el menor: aprender a entretenerse solo y sin pantallas. Démosle ese tiempo para que aprenda a fluir y a ser feliz por sí mismo: una habilidad diferencial para su bienestar. A la vez que se desarrolla a todos los niveles –motor, cognitivo y emocional– al practicar las siguientes competencias:
- Creatividad e imaginación. El menor discurrirá actividades para no aburrirse, expandiendo su imaginación y capacidad de resolución.
- Autonomía y responsabilidad: Estimulará su capacidad de organización para implementar dichas actividades. Reflexionará sobre la eficacia de las mismas para replicarlas o idear alternativas. Decidirá y asumirá los riesgos de sus actos.
- Autoconocimiento y desarrollo. Al probar diferentes opciones para entretenerse, identificará sus gustos, preferencias y capacidades. Se entenderá y conocerá, construyendo, sin influencias externas, su propia identidad.
- Regulación emocional. Para conseguir entretenerse, regulará el aburrimiento, la frustración, y las emociones que sienta, adquiriendo agilidad emocional.
- Autoconfianza. El saber resolver una sensación desagradable de manera individual le proporcionará una gran satisfacción y seguridad.
- Paz y bienestar. La seguridad de saber cómo evitar una situación desagradable, le protegerá de hábitos o relaciones tóxicas. No depender de estímulos externos para disfrutar, provee paz y bienestar emocional.
- Desconexión y descanso. ¿Cómo conectar sin desconectar? El descanso, lejos de ser algo improductivo, le permitirá recuperarse para rendir y aprovechar al máximo cualquier actividad.
¿Cómo aprovechar el tiempo libre? De la teoría a la práctica
- Desde pequeños: Todas estas aptitudes promueven el bienestar del menor. Cuanto antes las adquiera, mejor. Por ello, se debe reservar momentos sin distracciones externas desde pequeños. Aunque queramos que estén estimulados 24/7, necesitan tiempo para el descanso y la improvisación.
- El espacio: Lo óptimo es combinar el espacio interior con el exterior. El espacio exterior facilita el movimiento, provee una mayor sensación de libertad y aporta los beneficios de estar al aire libre. El espacio interior les ayuda a evitar buscar la atención de un adulto aún teniendo el cuarto repleto de juguetes.
- El tiempo: Cuando son pequeños, las rutinas son esenciales y es recomendable programar un rato libre los mismos días y en el mismo horario. Es conveniente aumentar el tiempo de ocio a medida que su independencia mejora.
- El acompañamiento: Es posible estar cerca, sugerir actividades y escuchar los problemas que le surjan pero no debemos solucionarlos. Se trata de acompañarle y no de liderar.
Con práctica, aprenderá a gestionar su tiempo y desarrollará una identidad propia. Sólo así se responsabilizará de su propia libertad y sabrá en qué invertir su tiempo y energía, algo fundamental para fluir y experimentar bienestar a lo largo de su vida.