La OEI celebra 75 años de derechos humanos con un diálogo de alto nivel en el que reivindica la educación como garantía democrática
La OEI prevé lanzar en enero la Red Óscar Romero para promover la educación en derechos humanos y ciudadanía democrática.
El anfiteatro Gabriela Mistral de Casa de América fue el escenario elegido para el desarrollo del Diálogo de Alto Nivel Educación en derechos humanos para una ciudadanía democrática: una agenda común de la Unión Europea y América Latina el pasado 5 de julio.
Impulsado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) con la colaboración del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y el Servicio Europeo de Acción Exterior, el acto tuvo el don de la pertinencia y la oportunidad, en el 75 aniversario de la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos y en la antesala de la Cumbre UE-CELAC, el 17 y 18 de julio en Bruselas.
El evento llegó también en un momento delicado, con una pérdida generalizada de confianza en la democracia. Baste como muestra el barómetro mundial de Open Society Foundations, con un 42% de menores de 36 años en todo el mundo que sostiene que el mejor régimen político es una dictadura militar.
En este contexto, el secretario general de la OEI, Mariano Jabonero, reconocía, ante personalidades de diferentes disciplinas de la Unión Europea y América Latina, su preocupación por el debilitamiento institucional y el deterioro de las democracias. Durante su discurso, afirmó que es necesario fortalecer el concepto de ciudadanía y democracia recurriendo a la educación en valores.
La propia OEI cuenta con diversas iniciativas en este sentido que su secretario general enumeró, como el Instituto Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos de la OEI, creado en 2013 en la oficina de Colombia, el Premio Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos Óscar Arnulfo Romero, lanzado en 2015 en colaboración de la Fundación SM, y el Programa Iberoamericano de DD.HH., Democracia e Igualdad, dirigido por Irune Aguirrezabal desde 2022.
En la idea del contexto del diálogo insistió el director de Casa de América, Enrique Ojeda Vila, que añadió la recién iniciada Presidencia española del Consejo de la UE y la oportunidad para situar en la agenda regional la atención al cuidado de la democracia y el respeto de los derechos humanos.
La secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y Globales, Ángeles Moreno Bau, aseguró que durante la Presidencia española del Consejo de la UE se pondrá el acento en la actualización de la Declaración Universal de los DD.HH., incluyendo algunos ahora no recogidos, como los derechos digitales. En cuanto a la educación en DD.HH., recordó al que fuera secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, que consideraba que era mucho más que una lección, que se trata de «un proceso para equipar a las personas con las herramientas necesarias para vivir con seguridad y dignidad».
Tras la presentación del proyecto Déjame que te cuente. La fábrica de los derechos del colegio «Melquiades Hidalgo» de Cabezón de Pisuerga (Valladolid) y la conferencia magistral, a cargo de la filósofa Adela Cortina, tuvo lugar la primera mesa de diálogo, Argumentos para fortalecer una educación y formación en DD.HH. y valores democráticos en nuestras sociedades, moderada por Irune Aguirrezabal.
En ella, Cecilia Barbieri, jefa de sección de Ciudadanía Global y Educación para la Paz de la Unesco, defendió la necesidad de transformar el sistema educativo para construir mejores sociedades, que promuevan los derechos de todos: «La educación está muy enfocada sobre la calificación y la prueba estandarizada y lo más socializante se perdió bastante, y es fundamental», aseveró, al tiempo que defendió la necesidad de tener en cuenta la voz real de los jóvenes al definir el tipo de educación que quieren.
También habló sobre la revisión de la Recomendación 1974 sobre la Educación para la Comprensión, la Cooperación y la Paz Internacionales relativa a los DD.HH. y las Libertades Fundamentales, cuyas negociaciones está coordinando en el seno de la Unesco para incorporar aspectos como la igualdad de género, el cambio climático, el impacto de la tecnología en la educación o la Agenda 2030 y que en principio será aprobada en noviembre por consenso.
Rui Marques, director de la Academia de Líderes Ubuntu, explicó este proyecto de educación no formal que, con África como referente, es hoy política pública en Portugal, presente en 400 escuelas y con 120.000 jóvenes implicados en desarrollar una ética del cuidado y en tender puentes desde la compasión y el servicio. En su intervención reivindicó a Paulo Freire y la necesidad de educar en la ética de la esperanza para construir con otros una realidad diferente.
Por último, Susana Malcorra, fundadora de GWL Voices, abogó por la apertura mental y por la necesidad de ser capaces de construir utopías y destacó que «los derechos de la mujer siguen siendo parte central de los derechos humanos», en un contexto en que, según la evaluación global del estado de los derechos en el mundo del PNUD la mitad de la población sigue creyendo que los líderes políticos lo hacen mejor si son hombres; el 40% cree que los líderes empresariales varones desempeñan mejor sus responsabilidades o un 25% cree que está bien que el marido pegue a la mujer.
Cecilia Robles, directora general de Naciones Unidas, OOII y DD.HH. del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, ejerció como moderadora de la segunda mesa de diálogo, con propuestas para una agenda común UE-CELAC.
En el transcurso de la misma, Francisco Cos, coordinador de Justicia de Género del Instituto de Investigación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD), subrayó los nexos entre América Latina y la UE y la necesidad de ser innovadores, de entender cómo están pensando los jóvenes y de recurrir a nuevos canales para insertar los mensajes «de compasión».
Por su parte, la directora general de la Fundación SM, María Teresa Ortiz, hizo alusión al estudio de jóvenes iberoamericanos promovido por su fundación en 2021, en que más de la mitad creía que la calidad de la democracia de sus países es muy mejorable. Desde 2005, eso sí, se ha triplicado el porcentaje de los que consideran que es participando en política como pueden contribuir a la sociedad, señaló Ortiz, que habló de jóvenes comprometidos que necesitan escuelas que se tomen en serio darles el poder para transformar.
Andrea Ruzo, secretaria general del Grupo Español de Crecimiento Verde, destacó el papel de puente que debe jugar el sector industrial y puso de manifiesto la necesidad de incluir a las personas en el diseño de las políticas: «Es un error llevar una solución para un problema sin haber preguntado a las personas que tienen ese problema cómo creen que es de útil. La mejor política es la que se diseña mano a mano con las personas».
Francisca Sauquillo, presidenta de honor del Movimiento por la Paz (MPDL), también subrayó la necesidad de fomentar la participación ciudadana, de reconocer a la sociedad civil, de crear redes con otras organizaciones con los mismos problemas en distintos países, y de hacer red también a la hora de denunciar violaciones de derechos, creando, además, alianzas entre la sociedad civil, ONG y empresas para servir como acicate para que las administraciones tomen conciencia.
En la clausura, el embajador del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), Fernando Ponz Cantó, ensalzó los lazos entre América Latina y el Caribe y la UE y defendió la necesidad de partenariados people to people. María del Ángel Muñoz Muñoz, directora general de Planificación y Gestión Educativa, por su parte, destacó cómo la educación es la política pública con mayor potencial transformador, encargada de transmitir conocimientos, competencias y habilidades, pero también de formar a individuos íntegros y comprometidos con el bien común. Y el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo del Gobierno de España, Juan Fernández Trigo, cerró mencionando la necesidad de un encuentro como el celebrado en Casa de América: «No solo tenemos que hablar de la educación como derecho fundamental que es necesario potenciar en América Latina, sino de la educación como vehículo de transmisión esencial para alcanzar una cultura de respeto a los derechos humanos y de fortalecimiento de la democracia».
En sus palabras de despedida, Irune Aguirrezabal, directora del Programa Iberoamericano de DD.HH., Democracia e Igualdad de la OEI, aprovechó para anunciar la próxima puesta en marcha de la Estrategia de Educación en Derechos Humanos para una ciudadanía democrática, que se implementará con socios estratégicos de la organización como Unesco, las instituciones europeas, UNRISD, fundaciones como SM, ministerios de educación, las empresas, redes de mujeres, redes de jóvenes y organizaciones de la sociedad civil como MPDL.
También comunicó el lanzamiento previsto en enero de la Red Óscar Romero para la educación en DD.HH. y ciudadanía democrática, un espacio para dialogar y crear acciones que promuevan la educación en DD.HH. y ciudadanía en la región.