Un 70% de familias recibe ayudas para la compra de libros de texto
La inversión en libros de texto el curso 2022-23 fue de 91,85 euros por alumno, 2,2 euros más que en el curso pasado.
El informe El libro educativo en España. Curso 2023-2024 vuelve a incidir en un aspecto capital en la actividad de las empresas editoriales y es que ésta “está condicionada por las decisiones y normativas de las administraciones autonómicas con respecto a sus programas de ayudas a las familias para el acceso a los libros”. En este sentido constata la heterogeneidad entre las normativas de las comunidades, “no se trata sólo de diferencias en cuanto a los recursos económicos destinados a las ayudas, el alcance, los procedimientos, las cuantías por alumno o las fórmulas para la compra de los libros. Ni siquiera existe uniformidad a la hora de plantear la deducción de la adquisición de los libros de texto en la declaración de la renta”.
No obstante, el Informe constata que las comunidades destinarán este curso 2023-24 una cuantía global superior a los 366 millones de euros a sus programas de ayudas a las familias, según la información facilitada por las propias comunidades. Una cuantía que permitiría que cerca del 70% del alumnado de las etapas obligatorias (Primaria y ESO), dispondrían de algún tipo de ayuda, total o parcial para los libros de texto.
El gasto medio en el curso 2022-23 se situó en 91,85 euros
A pesar del complejo escenario, tanto derivado de esta situación como del entorno económico, las editoriales de contenidos educativos aseguran que hicieron el pasado curso un «esfuerzo para ajustar al máximo los precios de los libros a pesar del incremento de los costes». El precio medio del ejemplar se incrementó un 3,9% el pasado curso, hasta los 19,06 euros, por debajo de la tabla de inflación del 5,7% con la que cerró el pasado año. Una diferencia que sería mayor si se tiene en cuenta que en el mes de septiembre, mes en el que se produce el mayor gasto en libros de texto, la inflación general llegó a alcanzar el 8,9% de incremento. Estos datos vuelven a mostrar un hecho que se ha dado en la última década y es que el precio de los libros de texto no ha sido un producto inflacionario.
La facturación del sector el pasado curso alcanzó los 757,54 millones de euros, lo que representó un incremento del 2,8%, rompiendo con la tendencia descendente registrada en los cursos anteriores. No obstante, y a pesar de que el pasado curso se produjo la renovación de libros en los cursos impares en buena parte de las comunidades, estas cifras son inferiores a las que se produjeron en anteriores reformas curriculares.
La inversión media por alumno en libros de texto no universitarios mostró un incremento de 2,2 euros por alumno, hasta situarse en los 91,85 euros por alumno. Sin embargo, si se analizan los datos desde 2013, la evolución confirma una tendencia a la baja. Si hacemos una comparación con la registrada hace cinco años, la inversión se ha reducido en 9,30 euros por alumno.
La evaluación anual de la inversión media en libros y contenidos educativos por alumno se obtiene de la simple división entre la facturación total del sector y el número de alumnos. Esta cifra representa la inversión total que se ha hecho en libros educativos, con independencia de que la financiación sea pública, a través de las comunidades autónomas, o privada, realizada por las familias.
Apuesta por los contenidos digitales
El Informe de Anele también constata las diferencias que se producen entre las regiones a la hora de abordar la integración de la tecnología y la digitalización en las aulas y el acceso a los contenidos digitales. Una incorporación que se ha convertido en tema de debate en los últimos meses después de que, a nivel internacional, se hayan expresado dudas sobre los efectos de la rápida integración de la digitalización.
Frente a este debate, los editores consideran que no se puede obviar que “la tecnología ha llegado a las aulas para quedarse” y que el proceso de integración del mundo digital es imparable. No obstante, considera imprescindible conseguir que los ciudadanos sean competentes en el empleo de todo tipo de herramientas, tanto digitales como analógicas, por lo que siguen apostando por elaborar materiales híbridos.
No obstante, consideran imprescindible mayor coordinación en las administraciones y considerar algunos valores básicos como: seguir dejando en manos de los docentes la capacidad de elección de los recursos de aprendizaje entre la variedad de productos que existen en el mercado, para que puedan adaptarse a las necesidades de sus aulas; la apuesta por contenidos que se elaboren en los entornos directos y que conecten a los alumnos con lo cotidiano; y sobre todo, que se facilite la colaboración entre administraciones, profesorado y editores para poder entregar las mejores soluciones a la enseñanza y el aprendizaje.
Los editores, convencidos de que es parte de su actividad facilitar contenidos en todos los soportes, han hecho un gran esfuerzo inversor. Esto ha permitido que para este curso 2023-24, las empresas asociadas a Anele dispongan de 28.252 títulos digitales, una cifra similar a la de su catálogo en papel. Todo ello, y como ya se ha señalado, teniendo en cuenta que la gran mayoría de esos títulos en formato papel, cuentan con acceso a contenidos y materiales digitales.