Cinco simuladores de robótica para enseñar Programación
Enseñar Tecnología en Primaria es más sencillo con este tipo de softwares. Nuestro consejo es que los uses con una temporalización libre y de manera escalable. Comienza por el primero y deja que vayan mostrando su curiosidad mientras tú les acompañas, pero que sean ellos mismos los que avancen hacia los demás.
Cuando hablamos de darles todo el tiempo que necesiten, lo hacemos pensando en que ellos deberían darse su propio feedback. Lo aconsejable es que lo hagan de forma individual, aunque pueden ponerse en parejas para los tres últimos simuladores.
CoppeliaSim
Esta primera opción es gratuita y bastante sencilla de usar. Es más, nos gusta porque cuenta con un excelente modo de desarrollo para hacer robots sin necesidad de introducir código (es no-code). Primero, hay que crear la forma haciendo un poco de dibujo y modelado en 3D para que esta pueda programarse.
Gracias a las funciones disponibles en la barra de herramientas, es posible gestionar el movimiento y dar órdenes. Con este propósito, cada botón de la interfaz principal queda vinculado a una acción, algo que se ha hecho previamente. CoppeliaSim es perfecta porque es la que aporta más posibilidades de cinemática, así que será bastante más realista y comprensible.
VEXcode VR
La segunda propuesta es VEXcode VR, que está ganando popularidad y no podría faltar en tu aula. Este puede ser algo más complejo, dado que sí tendrán que programar hasta cierto punto. Sin embargo, lo harán en bloques de código, con lo que no se verán obligados a usar ningún lenguaje. Simplemente, deben interactuar con cada uno para saber cómo funciona y organizarlos.
Hemos escogido esta opción porque nos fascina el ambiente de reto y desafío que es capaz de producir. Una de sus modalidades más impresionantes son los Challenges, en los que se agrupan distintos usuarios. Puedes crear un grupo de clase en el que compitan con sus robots para darles órdenes o mostrar cuál es el que más cosas puede hacer en menos tiempo.
Open Roberta Lab
Es un poco más difícil que el anterior, pero no tendrán que recurrir a la programación (es no-code, como el primero). Para usar Open Roberta Lab, debes elegir primero el sistema, que es como llama la plataforma a sus funciones. Nuestro consejo es que comiences por el Sim, que está distribuido en dos zonas: una de programación y otra de simulación.
La clave está en que tus estudiantes pueden subir una imagen de un robot para que la aplicación la renderice y modele en 3D. Después, detectará cuáles son sus partes móviles lógicas y les asignará funciones predeterminadas. Cada uno puede ir gestionándolas para cambiarlo y hacerlo más interesante al darle movimiento.
Gazebo
Queremos hacer un poco más difícil está dinámica de Tecnologías en el aula. Como esta es una disciplina que requiere el uso del inglés, apostamos ahora por Gazebo, disponible solo en este idioma para una enseñanza bilingüe. Es un entorno de simulación gracias al que podrán usar robots predeterminados (sin subir una imagen o crearlos, como hasta ahora).
El objetivo es que sean capaces de interactuar al máximo con cada uno, siempre dándoles movimiento y órdenes. Para ello, el configurador principal cuenta con una especie de botones principales. Estos son versátiles, es decir, se adaptan a cualquier función de las que hay en su amplio panel. Estas las escogerán tus alumnos según lo que quieran hacer.
WeBots
Completamos nuestra selección con WeBots, la más parecida a las profesionales y, por tanto, la más difícil. Es frecuente emplearla para gestionar de manera digital vehículos y saber cuál será su funcionamiento. Los alumnos solo tienen que asignarle unos parámetros (explícales mejor que son simples características) para que el coche se comporte de una manera.
Cada uno de estos valores se proporcionan en el menú de configuración. Después, en la parte de simulación, verán cómo está funcionando y harán los cambios que crean oportunos. El propósito es que parezca que le han dado vida a un automóvil y que han sabido moverlo. En cualquier caso, este no es un simulador de conducción, sino de programación (aunque se parezca).
Estas han sido cinco propuestas que puedes llevar a tu aula hoy mismo. Lo mejor de todo es que tienen interfaces sencillas similares a BeeBot, del que ya hemos hablado en anteriores ocasiones. Desde luego, conseguirás que se familiaricen con la robótica de una manera lúdica y, sobre todo, interactiva.
¿Conoces otros recursos para enseñar programación distintos a los convencionales? ¡Cuéntanos en los comentarios!