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Cómo enseñar a mezclar colores de forma divertida

Mezclar colores es fundamental para desarrollar la competencia artística de los niños. El juego con las tonalidades y las infinitas posibilidades de resultados que pueden salir del proceso, acompañados de un refuerzo positivo, permitirán que los pequeños se interesen en al rama artística. Por ello, aquí te damos algunas ideas para incorporar esta actividad en tus clases.
RedacciónJueves, 26 de octubre de 2023
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© Man888

Por qué enseñar a mezclar colores a los niños

El enseñar a los pequeños a combinar colores les permitirá desarrollar un propio estilo. Es cierto que debemos acompañarlos en este proceso, pero hay que procurar el que mantengan su autonomía. Sin embargo, además de estas ventajas, hay otras que queremos desvelarte para que entiendas la importancia tratar esta idea:

  • Es ideal para mejorar la expresión de sus emociones. Cuando eligen colores, tienen más instrumentos para matizar sus sentimientos y transmitirlos en un lienzo o creación de cualquier tipo.
  • Contribuye a que aprendan nuevas técnicas pictóricas. Hace que entiendan cómo funcionan el degradado o el claroscuro, así como la modelación del volumen para hacer figuras 3D.
  • Promueve la concentración y el razonamiento en la obra. Como los estímulos cromáticos son muy fáciles de adquirir, centran mejor su atención en lo que están haciendo para conseguir buenos resultados.
Ejercicios y juegos con colores para estimular a los niños

Una vez que hemos abordado la importancia de hacer juegos con colores, veremos cuáles nos permiten conseguir un impacto mayor. Como es habitual, te hablaremos de la temporalización, pero ahora para aconsejarte que la extiendas al máximo. Una semana por cada actividad (es decir, dos sesiones), es idónea para que practiquen.

1. Hacer degradados simples con claroscuros

El claroscuro es una técnica que siempre ha destacado en el arte y en la que residen la creación de espacio, volumen y textura en muchos casos. ¿Entiendes por qué empezamos justo con este ejercicio? Lo primero es que les proyectes obras en las que este recurso esté muy presente, como es Las meninas, de Velázquez.

Después, explícales cómo se usó este recurso en el cuadro y qué consiguió el autor (esto último se lo puedes preguntar antes a ver si aciertan). La idea ahora es que ellos mismos lo hagan con dos o tres colores primarios, además del blanco y el negro. Estos los irán empleando para aclararlos u oscurecerlos.

Nuestro consejo es que opten por tonos fáciles de graduar, como son el azul o el verde. De esta manera, irán aprendiendo cómo usarlos y podrán aplicarlos a sus creaciones. Dales toda la libertad para aplicarlos, siempre y cuando consigan generar profundidad y zonas con distintos juegos de luces (concepto del que, por cierto, les deberías hablar también).

2. Crear difuminados con un color primario

Los difuminados son otra dinámica que pueden hacer para aprender a combinar colores, aunque en este caso será algo más complicada. Invítales a que escojan un tono primario y a que lo vayan graduando. La diferencia respecto a la anterior es que no buscamos simplemente claridad y oscuridad. Entonces, ¿cuál es la intención?

Por un lado, queremos que saquen nuevos colores a partir de uno (como pueden ser el turquesa y el azul marino, o el rosado y el rojo oscuro). Pueden hacerlo de manera vertical u horizontal para que vayan haciendo líneas cada vez más degradadas. De este modo, irán observando el modelado que están generando.

Cuando hayan terminado su creación, pueden complicarla aún más. Por ejemplo, haciendo siluetas de figuras y coloreándolas con este mismo recurso. De cualquier manera, lo importante es que combinen el tono con el blanco y el negro, siempre manteniendo coherencia en las cantidades.

3. Elaborar transiciones entre colores primarios en webs de pintar

Esta última propuesta es la que más potencial tiene para que avancen, y les supondrá un auténtico desafío. Haz que escojan cinco colores que sean parecidos entre sí para colorear una estrella. Cada punta se empieza a pintar con uno y, conforme se van acercando al centro, se va formando una transición.

Pueden hacerlo, por ejemplo, con el rojo, el naranja, el rosado, el violeta y el azul. Estos son fáciles de mezclar y producen una combinación muy estética (además, la mayoría son tonos de las estrellas de verdad). Explícales todo esto para incentivar su curiosidad y hacer que tengan más ganas de continuar con la dinámica.

Nuestra recomendación es que, en este caso, opten por el estilo de acuarelas, que son fáciles de mezclar. Hazlo en Sketchpad o en deviantArt, dos propuestas idóneas.

Cuando hayas conseguido que los pequeños hagan combinaciones cromáticas, habrás dado un paso muy importante. Buscaremos siempre que estén concentrados y motivados en lo que pueden conseguir. Un truco para ello es mostrarles obras en las que esta técnica se ha aplicado, como son las de Gauguin.

¿Haces otras actividades para enseñar a mezclar colores? ¡Te leemos en los comentarios para aprender de ti!

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