El español es un grado: Madrid aplicará descuentos a los hispanoamericanos para que se decanten por sus universidades
La Oficina del Español que dirigió en su nacimiento Toni Cantó no era un paso aislado ni en falso. Así quiere subrayarlo la Comunidad de Madrid, que aspira a consolidarse en un referente de los estudios superiores en español, y pretende conseguirlo por el precio. Así, los estudiantes universitarios procedentes de Hispanoamérica dispondrán de las mismas ventajas que los nacionales o de países de la UE.
En cifras, esto supone una rebaja del 85% respecto a los precios actuales. Un hispanoamericano que quiera estudiar Medicina en Madrid sin ser residente pasará de pagar 8.180 euros por curso a pagar 1.240 euros. Si quiere hacer Historia, el coste pasará de 6.822 euros a 1.015. En un máster habilitante de Ingeniería de Telecomunicaciones pasará de abonar 9.288 euros a 1.015 euros. Las universidades no deben preocuparse, aseguran desde la Comunidad, porque la diferencia corre de su cuenta.
Su empeño es «que los estudiantes hispanoamericanos se sientan y tengan las mismas ventajas de lo que son: españoles del Perú, de México, Ecuador, Bolivia…». En la actualidad considera que sufren una desventaja por tener que pagar «hasta seis y siete veces más» que sus colegas españoles y de la UE en la primera matrícula.
Su empeño es "que los estudiantes hispanoamericanos se sientan y tengan las mismas ventajas de lo que son: españoles del Perú, de México, Ecuador, Bolivia...
Para conseguirlo la Comunidad de Madrid tendrá que modificar el Decreto de Precios Públicos. Esta medida beneficiaría, a día de hoy, a 2.800 estudiantes hispanoamericanos matriculados en las universidades madrileñas, mayoritariamente de Colombia, Perú, Ecuador, México y Chile, pero, además, se pretende que tenga un efecto llamada y que cada vez sean más los que se decanten por Madrid.
Al tiempo, la Ley de Universidades incluirá medidas para garantizar que obtengan las titulaciones de grado, máster o doctor tengan «el suficiente nivel de español».
Pese a que la nueva ley de FP parecía un oasis de entendimiento en comparación con la ley Celaá, la Comunidad de Madrid ha anunciado su Ley Maestra de Formación Profesional «para consolidar su modelo de éxito y blindarla frente a los excesos de la ley estatal». Con ella pretende garantizar la seguridad jurídica de estudiantes, familias de empresas y que el sistema dual «un verdadero sistema dual». Según su visión, el modelo de formación en alternancia que recoge la ley estatal «es inasumible para las empresas y no aporta ningún beneficio a la formación». La ley maestra madrileña acabará con la matrícula abierta de forma permanente y con la obligación de adscribir los centros privados de FP a centros públicos a efectos de supervisión y visado de documentos y títulos, y establecerá requisitos para que los alumnos accedan a la formación en la empresa.
Del mismo modo, se asegura que será pionera en la implantación de un programa «pionero» de mentores de FP para conectar a estudiantes, profesionales y empresas, que ofrecerán «una respuesta ágil e inmediata a las demandas de información» sobre el Sistema de Formación Profesional en la Comunidad de Madrid.
El programa arrancará este trimestre con un programa piloto en 20 centros públicos, distribuidos por toda la región.
Otra de las novedades es un programa de prevención para la salud y la higiene en 5º y 6º de Primaria, Secundaria y FP.
Educación para la salud consiste en charlas a cargo de profesionales de Enfermería especialistas en Atención Primaria sobre hábitos saludables, higiene, adicciones, salud mental, drogas y hábitos alimentarios y nutrición.
Los profesionales sanitarios darán las charlas en los colegios e institutos que lo soliciten y seguirán las pautas de las consejerías de Educación, Sanidad y Familia, Juventud y Asuntos Sociales «para transmitir saberes libres de ideología e ingeniería social».