Gaza: al menos seis muertos en una escuela de la ONU que acoge a 4.000 familias desplazadas

Docenas de personas han resultado heridas, incluido el personal de Unrwa, y la escuela ha sufrido graves daños estructurales. «Es probable que el número de víctimas aumente. Esto es indignante y demuestra una vez más un flagrante desprecio por la vida de los civiles. Ya ningún lugar es seguro en Gaza, ni siquiera las instalaciones de Unrwa», afirma el comisionado de la Agencia Philippe Lazzarini.

«La escuela fue alcanzada durante los ataques aéreos y bombardeos de las fuerzas israelíes en la franja de Gaza», añade. «Al menos 4.000 están refugiadas en esta escuela convertida en refugio. No tenían ni tienen todavía ningún otro lugar adónde ir», señala este representante de la Agencia. Desde que comenzó la guerra el 7 de octubre, Unrwa proporciona diariamente las coordenadas de sus instalaciones a las partes pertinentes.

Desde el 7 de octubre, nueve trabajadores de Unrwa han muerto a consecuencia de los bombardeos israelíes sobre la franja de Gaza. Además, 30 estudiantes, 17 niñas y 13 niños, han muerto y otros ocho han resultado heridos. Según el Ministerio de Sanidad palestino, hasta al menos un millar de personas han sido asesinadas, entre ellas casi 300 niños y niñas. Otras 5.000 resultaron heridas en la franja de Gaza.

«La población civil y especialmente los niños y las niñas nunca pueden ser parte de un conflicto. Su protección es algo sustancial. Estamos profundamente afectados por el incremento dramático en la cifra de niños y niñas asesinados», señala la Agencia.

Instalaciones de Naciones Unidas golpeadas

Desde el 7 de octubre, Unrwa ha registrado daños colaterales y directos en al menos 20 de sus instalaciones, incluidas escuelas que albergan a civiles desplazados que han sido alcanzadas por ataques aéreos y la sede de Unrwa en Gaza. Hasta la fecha, la ONU estima que unas 264.000 personas han sido desplazadas dentro de Gaza, de ellas 175.500 personas están refugiadas en más de 80 escuelas de Unrwa en toda la franja de Gaza. Muchos otras personas comienzan a refugiarse en los centros de salud que la Agencia tiene en Gaza. Las cifras siguen aumentando a medida que continúan los ataques aéreos israelíes. Hasta el momento, 16 personas refugiadas en dos escuelas de Unrwa resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, como consecuencia de ataques aéreos en las inmediaciones.

El personal de esta Agencia está trabajando día y noche para responder a las necesidades de los desplazados en los refugios. Sin embargo, algunos están masificados y tienen una disponibilidad limitada de alimentos, otros artículos básicos y agua potable. Unrwa cuenta con más de 5.300 trabajadores que gestionan los refugios. Como Agencia de Naciones Unidas, recuerda: los edificios de Naciones Unidas, las escuelas y otras infraestructuras civiles, incluidas las que albergan a familias desplazadas, nunca deben ser atacadas.

Por otra parte, la la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russel, ha reaccionado con estas palabras sobre las víctimas del hospital Al Alhi de ayer. «Estoy horrorizada por las muertes y heridas de niños, niñas y mujeres tras un ataque ocurrido ayer por la tarde contra el hospital Al Ahli en la Franja de Gaza». Mientras se siguen conociendo detalles sobre lo ocurrido y se cuentan los cadáveres, las escenas sobre el terreno son devastadoras. «Esto subraya el impacto mortal que esta guerra en curso está teniendo en los niños y sus familias. En tan solo 11 días, cientos de niños y niñas han perdido trágicamente la vida (sin incluir las muertes de ayer), varios miles más han resultado heridos, y más de 300.000 niños han sido desplazados de sus hogares», ha dicho Russel.

«Los ataques contra civiles e infraestructuras civiles, como hospitales, son inaceptables y deben parar ya. Unicef reitera su llamamiento urgente a un cese inmediato de las hostilidades, garantizando la protección de los niños y niñas frente a los daños, y facilitando el acceso seguro y oportuno de la ayuda humanitaria a los niños que lo necesitan. Todos los niños y niñas, en todas partes, merecen la paz», concluye.