Muertos 30 estudiantes a consecuencia de los ataques aéreos de Israel desde el inicio del conflicto
Desde el 7 de octubre, Unrwa ha registrado daños colaterales y directos en al menos 20 de sus instalaciones, incluidas escuelas que albergan a civiles desplazados que han sido alcanzadas por ataques aéreos y la sede de Unrwa en Gaza.
Según el Ministerio de Sanidad palestino, hasta al menos un millar de personas han sido asesinadas, entre ellas casi 300 niños. Otras 5.000 resultaron heridas desde el 7 de octubre en la franja de Gaza. «La población civil y especialmente los niños nunca pueden ser parte de un conflicto. Su protección es algo sustancial. Estamos profundamente afectados por el incremento dramático en la cifra de niños y niñas asesinados», señala un comunicado de la la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina (Unrwa).
Desde el 7 de octubre, Unrwa ha registrado daños colaterales y directos en al menos 20 de sus instalaciones, incluidas escuelas que albergan a civiles desplazados que han sido alcanzadas por ataques aéreos y la sede de Unrwa en Gaza. Hasta la fecha, Naciones Unidas estima que unas 264.000 personas han sido desplazadas dentro de Gaza, de ellas 175.500 personas están refugiadas en más de 80 escuelas de Unrwa en toda la franja de Gaza. Muchos otras personas comienzan a refugiarse en los centros de salud que la Agencia tiene en Gaza. Las cifras siguen aumentando a medida que continúan los ataques aéreos israelíes. Hasta el momento, 16 personas refugiadas en dos escuelas de Unrwa resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, como consecuencia de ataques aéreos en las inmediaciones.
El personal de Unrwa está trabajando día y noche para responder a las necesidades de los desplazados en los refugios. Sin embargo, algunos están masificados y tienen una disponibilidad limitada de alimentos, otros artículos básicos y agua potable. Unrwa cuenta con más de 5.300 trabajadores que gestionan los refugios. UNRWA, como Agencia de Naciones Unidas, recuerda: «los edificios de Naciones Unidas, las escuelas y otras infraestructuras civiles, incluidas las que albergan a familias desplazadas, nunca deben ser atacadas».
Cientos de miles de niños y niñas y sus familias han empezado a huir en las últimas horas del norte de Gaza ante el anuncio de inminentes ataques a mayor escala, después de varios días de bombardeos tras los brutales ataques del 7 de octubre. Una semana después de iniciada la guerra, cientos de niños y niñas habrían muerto y miles más habrían resultado heridos.
Unicef está pidiendo un alto el fuego inmediato mientras 1,1 millones de personas, de las que casi la mitad son niños y niñas, han sido instadas a huir, ante un anunciado asalto militar a gran escala en uno de los lugares más densamente poblados del planeta.
Los niños y las familias de Gaza se han quedado prácticamente sin alimentos, agua, electricidad, medicinas y acceso seguro a los hospitales, después de varios días de hostilidades y cortes en todas las rutas de suministro.
“La situación es catastrófica, con bombardeos incesantes y un aumento masivo del desplazamiento de niños y familias. No hay lugares seguros”, ha afirmado la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell. “Un alto el fuego inmediato y el acceso humanitario son las principales prioridades para permitir que los niños y las familias de Gaza reciban la ayuda que tanto necesitan. Necesitamos una pausa humanitaria inmediata para garantizar un acceso seguro y sin obstáculos a los niños y niñas que lo necesitan, sin importar quiénes sean o dónde se encuentren. Existen reglas en la guerra. Los niños y niñas de Gaza necesitan apoyo vital y cada minuto cuenta”, ha agregado.
Las viviendas y la infraestructura crítica están en ruinas, y más de 423.000 personas han huido ya de sus hogares. Algunas se han refugiado en escuelas u hospitales, y algunos centros educativos han quedado dañados por los ataques. También se ha advertido a los dos hospitales principales de Gaza, que se están quedando sin combustible y repletos de civiles heridos, que trasladen a los pacientes y al personal hacia el sur en apenas unas horas.
En este momento, prácticamente no hay salida de Gaza para la población civil.
El personal de Unicef ha seguido respondiendo a las necesidades críticas de los niños y niñas en toda la Franja de Gaza, pero el acceso es cada vez más difícil y peligroso. También se ha advertido a los trabajadores humanitarios de que abandonen la ciudad de Gaza, pero el personal de Unicef permanecerá en el sur de Gaza para seguir ofreciendo apoyo a los niños que más lo necesitan.
Unicef ha distribuido casi todos los suministros de que disponía y se ha empleado a fondo para que mantener, aunque sea a una capacidad muy reducida, la única planta desalinizadora en funcionamiento en toda la Franja de Gaza. Esta planta proporciona agua potable a 75.000 personas, pero sin combustible podría detenerse pronto. También se han proporcionado suministros médicos y medicamentos a los hospitales, pero, dado el número de heridos, las camas de hospital y los medicamentos esenciales (incluidos los anestésicos) se están agotando rápidamente.
“Un niño es un niño. Los niños y niñas de todo el mundo deben estar protegidos en todo momento y nunca deben ser atacados (…) Reiteramos el llamamiento del secretario general de Naciones Unidas para revocar la orden impuesta a más de un millón de civiles palestinos de abandonar el norte de Gaza y tomar todas las medidas posibles para ofrecerles seguridad y protección. Cada niño no merece menos”, ha apostillado Russell.