Ser intimidado o insultado por los alumnos, principal fuente de estrés para los docentes españoles

Uno de cada tres docentes ha experimentado falta de ilusión, apatía o perdida de interés y, en una proporción incluso mayor, agotamiento físico y mental. Relacionado con esto, el 38% manifiesta “vivir todo con distancia e indiferencia” como el estado de ánimo más habitual en su trabajo. En el año 2007 el 80% de los docentes no se sentían valorados por la sociedad. Actualmente ese porcentaje se reduce hasta el 23%, siendo mayoría (56%), los que se posicionan en la opción “indiferente” ante la afirmación “la sociedad valora a los profesores”.

Así lo refleja el Informe El profesorado en España 2023 publicado por la Fundación SM, que destaca además que únicamente el 24% de los docentes asegura sentirse ilusionado como estado de ánimo más habitual en su trabajo, y el 24% destaca que, a pesar de los problemas, se esfuerza y a veces está ilusionado.

Son mayoría el porcentaje de los docentes que asegura vivir todo con distancia y cierta indiferencia, destacando como algunas de las fuentes de estrés en su trabajo: ser intimidado o insultado verbalmente por los alumnos (31%) adaptar las clases para alumnos con necesidades especiales (28%) y atender el bienestar socioemocional y la salud mental de los estudiantes (26%), además de ser considerado responsable del aprendizaje de los alumnos, (26%) y atender las preocupaciones y/o demandas excesivas de las familias (25%)

Como contrapartida, el 64% de los docentes considera que su centro educativo le proporciona los recursos y apoyo necesarios para realizar su trabajo, resultado parejo a los docentes que aseguran también que en su centro educativo se reconoce a los profesores cuando realizan un buen trabajo (68%) mientras que el 70% se muestra satisfecho con sus condiciones de trabajo.

Respecto a los motivos más importantes para elegir la profesión docente, son el gusto por la enseñanza (25%) y la vocación (20%).

Los profesores reconocen la necesidad de la formación permanente

De igual modo, el informe recoge que la formación permanente, la actualización de conocimientos y el desarrollo de la propia capacidad crítica, son los tres elementos más necesarios para los docentes su desarrollo profesional, mientras que la falta de tiempo se identifica como el principal obstáculo.