Crecen en un 500% las búsquedas de inteligencia artificial en educación, según un estudio
Este crecimiento exponencial puede propiciar que las inversiones dirigidas a hacer que la IA Generativa sea más inteligente y capaz lleguen a superar las inversiones destinadas a educar a las personas, explica un informe elaborado por la escuela de negocios OBS (Planeta Formación y Universidades) y divulgado hoy miércoles.
Dirigido por el profesor Mariano Hernández y el responsable de investigación de la escuela, Carlos Gonzalo, el trabajo analiza la transformación que la inteligencia artificial está impulsando en la educación superior, los desafíos asociados y las oportunidades que presenta. Entre sus desventajas, subraya que la inmediatez y facilidad de acceso a la información podría minorar el proceso creativo, la capacidad crítica del estudiante y la consolidación del aprendizaje. El interés de la sociedad por la inteligencia artificial en el ámbito educativo ha crecido exponencialmente en los últimos meses, desde la aparición de la IA Generativa.
En Estados Unidos se ha pasado de un promedio de 2.300 búsquedas mensuales entre 2019 y 2022 a 13.700 entre enero y septiembre de este año, un incremento de más del 500%. Tendencias similares se aprecian en el Reino Unido, Australia, España, México, Colombia, Paraguay, Portugal y Brasil, con aumentos de entre el 440% y 650%. Además, en las instituciones académicas y educativas preocupa que el uso generalizado de esta herramienta afecte también a la relación alumno-profesor, al perder este el respeto de los estudiantes, así como la falta de políticas institucionales sobre su empleo, ya que su desarrollo ha sido más rápido que las medidas reguladoras.
El informe de OBS afirma que “si los riesgos derivados de esta tecnología no se gestionan de forma conveniente, pueden dar lugar a resultados no esperados en cuanto al propio proceso de aprendizaje, la permeabilidad del conocimiento en los estudiantes y la autoría de los trabajos”. Para reducirlos, OBS Business School ya incluye tareas específicas donde se pide al estudiante que emplee Inteligencia Artificial Generativa para luego realizar una crítica a las respuestas obtenidas. “No se puede luchar contra corriente, y esta es una forma de que el alumno adquiera una competencia digital nueva a la vez que desarrolla el pensamiento crítico”, afirma Hernández.
La inacción, así como esperar a que la tecnología esté más madura para tomar decisiones en cuanto a su integración en los centros, «no es una alternativa viable, pues en poco tiempo se pueden haber consolidado usos y aplicaciones no deseados y de difícil gestión a posteriori», asegura el informe. Concluye que de una enseñanza superior que velaba por la igualdad de oportunidades en un sistema de aprendizaje más o menos basado en el mérito académico, se ha pasado al momento actual, que compromete dicho estatus con una tecnología capaz de igualar al alumno y al docente. Y con riesgos añadidos como son la posibilidad de plagio, la integridad académica y la seguridad.