Echa a andar en Madrid la iniciativa para retrasar la entrega del primer móvil
Los miembros del grupo Adolescencia Libre de Smartphones han celebrado este martes su primera reunión virtual como «punto de partida» de sus actividades en la región madrileña, donde se han organizado en grupos locales en municipios como Alcalá de Henares, Alcobendas, Alcorcón, Arroyomolinos, Boadilla del Monte, Fuenlabrada, Getafe, Majadahonda, Móstoles, Parla, Pozuelo, Rivas-Vaciamadrid, Tres Cantos y Villanueva de la Cañada, así como en diferentes distritos de Madrid capital. Además se han adherido al comunicado que lanzado en Poblenou hace unos días para «generar conciencia crítica en las familias y centros educativos y movilizar a las instituciones para que se regule el uso de dispositivos móviles y pantallas en el ámbito escolar».
Diversos estudios demuestran que la salud mental de los menores se ve directamente afectada por el uso de redes sociales y aplicaciones móviles, así como por el consumo de contenido no adecuado para su edad, a través de los dispositivos móviles u otras pantallas, señalan en el texto. Por ello, se proponen impulsar grupos de trabajo, promover espacios de debate e impulsar acciones para que las consejerías y gobiernos tomen medidas para proteger a los menores de la adicción a las pantallas, de los riesgos de las redes sociales y de los peligros del acceso a contenidos no apropiados para los menores, entre ellas, «la prohibición de la entrada de dispositivos móviles en los centros de Educación Secundaria».
La presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) Francisco Giner de los Ríos, María del Carmen Morillas, muestra su sorpresa por este movimiento que busca «prohibir» los móviles en los centros educativos cuando «todo se tramita de manera digital». Morillas ha destacado la importancia de abordar este asunto en la comunidad educativa de manera conjunta y ahondar en la formación en el uso responsable de las tecnologías, pero ha opinado que «hay que centrar el debate en las empresas que se están lucrando con aplicaciones adictivas que además están ‘robando’ datos personales de menores».