José Antonio Rovira: "Hay que sacar la ideología de las aulas y meter la libertad de los padres en los colegios"

José Antonio Rovira (San Vicente del Raspeig, 61 años) fue cocinero antes que fraile, así que bien sabe lo que pasa en la cocina. Sin embargo, su experiencia como director general de Personal de la Conselleria entre 2001 y 2007 y como director territorial de Alicante los años 2013 y 2014, no pudo evitar un inicio de legislatura complejo al frente de la Conselleria de Educación, Universidades y Empleo. “La entrada fue dura porque los dirigentes del PSPV-PSOE y de Compromís nos dejaron, conscientemente, una mala preparación del curso siguiente. Pusieron todas las bombas posibles para que nuestros primeros pasos fueran un fracaso”. Tras los primeros cien días de gestión, el departamento a su cargo se ha puesto como objetivo diseñar durante este curso las novedades educativas que se pondrán en marcha al siguiente, con el criterio de la libertad de elección de las familias por bandera.

Se cumplen los primeros 100 días de Gobierno autonómico. ¿Cuál es su valoración en el ámbito educativo?

–La entrada fue dura y hemos conseguido sacarla adelante con mucho esfuerzo y sin vacaciones. Es lo que pasó, por ejemplo, con las adjudicaciones. Las notas, por orden de la consellera o el secretario autonómico de entonces, se dieron el 31 de julio para que no diera tiempo a planificar bien. Se dejó todo manga por hombro. La única preocupación del anterior gobierno fue, una vez perdidas las elecciones, firmar un acuerdo con los sindicatos de incremento de plantillas sin informes de ningún tipo. Acuerdo que hemos respetado.

Se ha introducido por la vía de urgencia cambios en el plurilingüismo.

–Hemos incluido en la ley de acompañamiento del presupuesto una modificación para que en las zonas reconocidas como castellanohablantes no se introduzcan asignaturas impartidas en valenciano.

¿Cuándo entrará en vigor?

–No voy a poderla aplicar como yo quería, desde el 1 de enero, porque la Abogacía de la Generalitat Valenciana nos ha indicado que no podemos cambiar las condiciones a mitad de curso. Por eso lo metimos en la Ley de Acompañamiento, pero nos tendremos que esperar al curso próximo.

Entonces, coincidirá con la reforma de la ley de plurilingüismo, ¿no?

–Nuestro deseo es que la reforma de la ley de plurilingüismo esté en marcha, también, el curso que viene.

¿Está en peligro el valenciano?

–En la Comunitat Valenciana el castellano en ningún momento ha estado amenazado, como puede ocurrir en otras autonomías. Lo que ha pasado es la imposición del valenciano frente al castellano, y nosotros lo único que queremos es acabar con esta imposición. Hay que sacar la ideología de las aulas y meter la libertad de los padres en los colegios.

¿Es partidario de recuperar las líneas lingüísticas?

–No tenemos todavía el modelo definitivo, pero el criterio será la libertad de elección de los padres. Que los hijos estudien en la lengua que decidan los padres y no las que imponga la Administración.

¿Se respetará el mínimo del 25%, sea en castellano o en valenciano?

–Se tiene que terminar de definir pero en principio abogamos por la libertad educativa. No estaremos muy lejos del nuevo modelo que se ha avanzado en Baleares. También vamos a rebajar el requisito lingüístico en muchas especialidades docentes.

Gobiernan en coalición con Vox. ¿Cree que esta política lingüística le gusta a su socio?

–Sí, lo he hablado con ellos. Nosotros tenemos dos lenguas y eso es una riqueza. Yo le recomendaría a todos los alumnos y familias de las zonas castellanohablantes que es bueno que estudien la asignatura de valenciano, que les permitirá obtener un título que les valdrá como mérito en las oposiciones y porque conocer la lengua es bueno. El Partido Popular defiende el valenciano, lo que no hacemos es defender su imposición contra la voluntad de la gente. Nunca haríamos lo que pretendió hacer el Botánico, que solo permitía dar más horas en inglés si se aumentaban las horas en valenciano. Eso ocurrió con el Gobierno de Ximo Puig. A eso nos negamos. Se llama libertad educativa.

¿No se trata de sustituir la promoción del valenciano por un fomento ahora del castellano?

–No, se trata de libertad. El Gobierno aconseja y mantiene la asignatura de valenciano. Pero también decimos a toda la Comunitat que a partir de ahora, en el resto de asignaturas, los padres podrán decidir si quieren que sus hijos las estudien en castellano o en valenciano.

Estamos en un momento de incertidumbre política ¿Cómo afectará la continuidad de un gobierno de Pedro Sánchez con sus socios nacionalistas y Sumar?

–Va a ser un gran lío. La última legislación educativa estatal es nefasta. Igualar a todos por abajo ha provocado que la calidad educativa se resienta. Lo puede decir cualquier docente. Se ha perdido la cultura del esfuerzo. La legislación educativa nacional es fundamental. No se sabe qué pasará porque hay muchas comunidades autónomas, sobre todo las nacionalistas, haciendo lo que les da la gana y con autorización implícita del gobierno central.

Fueron muy polémicos los currículos Lomloe, a los que se acusó de estar muy teñidos ideológicamente.

–Sí. He visto manuales muy ideologizados y tomaremos las medidas oportunas para cambiarlo. Todavía no nos ha dado tiempo. Quiero sacar la ideología de las aulas. Toda ideología, porque no se trata de sustituir una por otra. Se tomarán las medidas poco a poco y por parte de los expertos.

¿Ha avanzado la petición al Ministerio de quitar el requisito del máster de Secundaria en aquellas especialidades docentes de difícil provisión?

–Está pedido. Ya hemos podido solucionar el problema que surgió con Informática a la hora de cubrir vacantes. Fue un problema puntual.

¿La Conselleria está planteando revisar la oferta de plazas de FP al comprobar que parte de la oferta se ha quedado sin cubrir?

–Nosotros no pudimos planificar este curso, entramos y ya estaba planificado por el anterior equipo de gobierno. Si ha habido 10.000 vacantes es que alguien no hizo bien los deberes. Lógicamente tendremos que replantear esta oferta. Estamos aquí para gestionar el dinero de los valencianos. Se han hecho unas plantillas para una oferta que no ha sido cubierta y eso significa que alguien no ha hecho bien las cosas. Revisaremos esta oferta.

Hoy en día el profesorado está preocupado por la salud mental de los menores. Los docentes cada día dedican más tiempo a cuestiones que no tienen nada que ver con lo académico.

–Este asunto ya lo conocíamos y por eso nada más tomar posesión hablamos el conseller de Sanidad y yo, y también se sumó la consellera de Servicios Sociales, porque aquí se ha intentado solucionar desde la orientación, poniendo psicólogos, pero nunca se ha establecido un plan como tal. Vamos a tratarlo desde un punto de vista sanitario para que se pueda derivar al alumno a las unidades de psiquiatría. Hemos creado una comisión para la que se ha nombrado un comisionado, Bartolomé Pérez Gálvez, que es psiquiatra y fue director general de Drogodependencias, y ya se está trabajando en ello. Por nuestra parte está la directora general de Educación inclusiva participando en esta cuestión directamente.

¿Le parece que esto nace a raíz de la pandemia?

–Se habla de la pandemia, y también de las redes sociales. Cada día hay más movimientos que intentan prohibir los móviles en los institutos.

¿Se lo plantean en la Comunitat Valenciana?

–Oficialmente no hemos hecho nada aún. Podríamos planteárnoslo. Las redes sociales están haciendo un daño tremendo. Pero esta medida no la tengo que tomar yo sino que debe ser consultada con expertos.

Preocupa mucho el acceso de los menores a contenidos inapropiados como la violencia o la pornografía.

–Es imposible evitarlo por nuestra parte. Más allá de que la Administración prohíba el uso de los móviles en los institutos y conciencie sobre el tema, tienen que ser las familias las que hagan ese control. Ahora nos viene la inteligencia artificial, que traerá grandes ventajas y grandes peligros. La tecnología es imparable, no se puede frenar.