Más de dos centenares de asistentes en el I Congreso Internacional de Geogebra, celebrado en Córdoba
Más de 200 participantes han asistido al I Congreso Internacional de Geogebra, que ha tenido lugar en Córdoba del 9 al 12 de noviembre. Este congreso, que estaba previsto para hace dos años en Sevilla, lo que la pandemia impidió, ha sido una muestra de la excelente salud de este software para la enseñanza de Matemáticas, abierto y gratuito, creado hace dos décadas por Markus Hohenwarter, y que hoy cuenta con cien millones de usuarios en todo el mundo, atraídos por las múltiples utilidades de Geogebra, que lo mismo sirve para geometría que para funciones, para cálculo que para estadística, para Infantil, para Primaria, para Secundaria o para los primeros cursos de la universidad (aunque es más popular en Secundaria y Bachillerato).
Al congreso asistieron dos centenares de representantes de este movimiento, un plantel pluriedad –de universitarios que están empezando su tesis a profesores jubilados– llegado de distintos puntos de Iberoamérica (España, Portugal, Brasil, Ecuador, México, Argentina, Chile, Uruguay, Colombia…). Desde el jueves hasta el domingo, los participantes pudieron compartir sus experiencias sobre cómo usar Geogebra y conocer a su creador Markus Hohenwarter, que impartió junto con la investigadora Melanie Tomaschko, ambos de la Universidad Johannes Kepler de Linz (Austria), la conferencia plenaria Empowering Education. Geogebra’s present and future.
El encuentro de Córdoba ha servido para conocer cómo evolucionará Geogebra, según explica el presidente del comité científico del congreso, Tomás Recio. Entre las tendencias, un cambio en el diseño, ahora más enfocado a pantallas más pequeñas (del ordenador al móvil, tablet o chromebook), y una evolución hacia una mayor interacción simultánea (del profesor con los alumnos, de los alumnos entre sí, resolviendo a la vez, en colaborativo, un problema). También se va hacia una mayor integración de la inteligencia artificial.
Recio reconoce el valor de este congreso, por su presencialidad –hay otros congresos, como los Días Geogebra Iberoamericanos, pero con mayor peso del formato virtual– y por lo que ha supuesto de punto de encuentro de la comunidad Geogebra de Iberoamérica. Recio explica cómo los institutos Geogebra (de los diversos países o regionales: de Andalucía, de Cantabria, de Cataluña…) suponen un punto de encuentro a escala local, y que la comunidad Geogebra se caracteriza por compartir todos sus recursos –en la actualidad, más de un millón y medio de recursos compartidos–, pero que congresos como el de Córdoba tienen un enorme potencial.
La prueba es que ha sido el primero pero no será el último, y ya se sabe que estos encuentros tendrán una periodicidad bianual y que el próximo se celebrará en Quito (Ecuador).
Entretanto, las ponencias de este congreso, así como las conferencias principales y diferente documentación se irá subiendo en la web del congreso.
Para Recio, en su día fundador del Instituto Geogebra en Cantabria y promotor en España de Geogebra, su ventaja frente a otros programas, que fueron muy famosos en su momento pero que hoy están obsoletos, es el hecho de ser un recurso abierto y colaborativo, lo que permite a los que trabajan con él compartir recursos, logrando que el cambio sea permanente y que la comunidad no deje de crecer.
En España existe la opción de trabajar el currículo de Matemáticas con Geogebra, gracias a la colaboración con el Ministerio de Educación y Educación Profesional, a través del Intef, y distintas editoriales recogen ejercicios con Geogebra en sus proyectos, fruto de diferentes convenios.
Aunque hoy jubilado, Recio no deja de explorar el potencial de Geogebra, volcado como está, en la actualidad, en el desarrollo de herramientas de razonamiento automático con Geogebra.