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Claves para dibujar con carboncillo

¿Cuál es el siguiente paso que quieres dar en tus clases de Dibujo? Empieza con una técnica tan importante, pero sencilla, como es dibujar con carboncillo. Un recurso pictórico ideal que ha inspirado a grandes autores durante décadas y que ahora ayudará a tus alumnos trabajar nuevas técnicas para mejorar su expresión artística.
RedacciónLunes, 4 de diciembre de 2023
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Garabatos hechos con carboncillo © Ekaterina Mikhailova

En qué consiste la técnica del carboncillo

¿Qué pensarías si te dijéramos que el carboncillo fue uno de los primeros materiales que se empleó para pintar? Es una barra de este material que puede tener dureza baja, media o alta. Está caracterizada por su color negro intenso, con una textura que se va desgastando rápidamente mientras se frota por una superficie que no tiene por qué ser rugosa (aunque suele serlo).

La técnica consiste en inclinarlo para ir creando un sombreado que dé lugar a una figura que sea perceptible, como puede ser un bodegón, un paisaje o un rostro humano. Generalmente, se reserva para confeccionar el boceto de cuadros que luego se pintarán al óleo o con técnicas acrílicas y que, por su propia naturaleza, no se pueden ir rectificando.

Esta dinámica requiere un elevado control del pulso, como sucede con el puntillismo. Una de las expresiones artísticas más habituales con esta son los retratos. Como es sencillo recrear detalles, tus alumnos pueden desarrollar su destreza de dibujo a mano alzada, sin necesidad de estar calcando o ni siquiera copiando, solo recurriendo a su inspiración.

Cómo enseñar a dibujar con carboncillo

Lo primero que debemos hacer es darles un lienzo suficientemente amplio como para que puedan equivocarse —algo muy común con esta técnica—. La idea es que usen superficies como sábanas o folios en DIN A1, aunque siempre pueden recurrir a la propia pizarra. Respecto a la temporalización, la mantendremos en dos o tres sesiones para que exploren su creatividad.

Recrear una obra simple con carboncillo

La primera actividad que haremos en clase es darles una obra muy sencilla, como puede ser un bodegón. Proporciónales uno que solo tenga las formas delineadas (algo que no es tan fácil con el carboncillo). Luego, recurrirán a la técnica que nos ocupa para ir recreando los volúmenes, texturas y dimensiones. Incluso pueden recurrir al claroscuro con tan solo pasar la yema del dedo índice.

Sombreado y difuminado en sábana

Una sábana es ideal para que utilicen el carboncillo de dureza media o baja, que es algo más cremoso (aunque no tanto como el pastel). Irán haciendo sus propias creaciones mientras trabajan el sombreado y el difuminado. Para esta segunda técnica, facilítales una servilleta algo rugosa que vayan pasando con suavidad o una esponja normal de ducha para superficies grandes.

Trabajar el contraste con las tizas

Es fundamental que entiendan cómo el carboncillo se diferencia frente al resto de técnicas, como pueden ser las tizas. Reserva una misma superficie (de nuevo, puedes recurrir a una sábana) para que hagan un dibujo con tizas de un solo color y, después, con el carboncillo. Lo que pretendemos es que comprendan cómo trabajar la presión que se ejerce con la mano con este recurso.

Qué material es necesario para iniciarse en esta práctica

Una vez que los estudiantes han trabajado con superficies algo más rudimentarias, podemos pasar a las láminas de carboncillo. Cuentan con un grosor bastante más elevado que los folios y les facilitarán la recreación de texturas y volúmenes. Pero ¿qué otros medios necesitan para trabajar una técnica como esta?

  • Lápices de carboncillo. Funcionan como los carboncillos simples, pero son algo más intuitivos.
  • Carboncillo en polvo. Es ideal para otras técnicas más complejas, como difuminar sombras o hacer transiciones.
  • Fijador para carboncillo. Un espray que permite mantener el dibujo una vez que se ha terminado.

Cuando estén usando el carboncillo puro, es recomendable que tengan papel de lija de elevado gramaje. Este es el más suave de todos, pero sirve para sacar punta y hacer algunos delineados. Lo mismo sucede con el cúter, aunque no es tan fácil de usar y puedes reservarlo para cuando tengan más interiorizada esta técnica.

Por último, el difumino o las esponjas de maquillaje son idóneas para los sombreados de gran tamaño. Nuestro consejo es que los reserves para el trabajo en sábanas o lienzos. Recuerda que, si van a usar varios colores, deben tener una esponja (o medio similar) diferente para cada uno con el objetivo de que no se mezclen y se arruine la composición.

Esta ha sido nuestra primera toma de contacto con una técnica que, como te imaginarás, requiere algo de tiempo. Cuando tus alumnos empiecen a usarla e interiorizarla, déjales que la combinen con otras. La idea es que tengan la máxima libertad para expresas sus emociones, siempre de manera coherente y realista.

¿Qué otras ideas se te ocurren para que tus alumnos aprendan a dibujar con carboncillo? ¡Estamos deseando conocerlas!

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