PISA: Estrepitosa caída en Matemáticas, solo algunos países se salvan
Si algo llama la atención en los resultados de PISA 2022, centrados en la competencia matemática, es la caída sin precedentes en este apartado si nos fijamos en la media de la OCDE. El nivel cayó de 487 a 472 puntos, 15 puntos menos en comparación con 2018 (10 puntos menos en Lectura), una caída que subrayaba el padre de PISA, Andreas Schleicher, porque históricamente, y PISA nació en 2000, las bajadas en Matemáticas no han sido mayores de 4 puntos entre ediciones. El descenso de 15 puntos equivale a tres trimestres, un curso escolar.
Esta bajada de nivel de competencias supone que uno de cada cuatro alumnos de 15 años de la OCDE tenga un bajo rendimiento en Matemáticas, Lectura y Ciencias. O, lo que es lo mismo, que tenga problemas para usar algoritmos básicos o interpretar textos simples. Y el descenso puede atribuirse al Covid, pero solo en parte, porque venía de antes. Además, hubo países que, en este contexto, mantuvieron su nivel en Matemáticas o incluso lo mejoraron, como Australia, Japón, Corea, Singapur o Suiza, que se sitúan en el ranking entre los 487 y 575 puntos.
España se encuentra cerca de la media de la OCDE tanto en Matemáticas (473 frente a 472) como en Lectura (474 frente a 476) como en Ciencias (485/485). En Matemáticas España supera a EEUU, México, Brasil, Indonesia o Filipinas, y es superada por Canadá, Suiza, Estonia, Corea, Japón y Singapur. En Lectura, España supera a México, Brasil, Indonesia o Filipinas y es rebasada por EEUU, Canadá, Estonia, Corea, Japón o Singapur. En Ciencias, supera a Filipinas, Indonesia, Brasil o México. Es superada por EEUU, Finlandia o Canadá.
De media, los resultados han empeorado comparados con los de 2015 tanto en Matemáticas como en Lectura y Ciencias.
El rendimiento medio en España en 2022, en las tres, fue significativamente inferior al de 2012 y 2015, la última evaluación en la que los resultados son comparables plenamente con los de 2022 a escala nacional.
En el periodo de 2012 a 2022 la tasa de alumnos que puntuaban por debajo del nivel 2 se incrementó en los tres, mientras que la tasa de alumnos excelentes, de nivel 5 o 6, se redujo en Matemáticas.
Si nos comparamos con otros países, en competencia matemática España se encontraría en el grupo de Lituania, Alemania, Francia, Hungría, Portugal, Italia, Vienam, Noruega o Estados Unidos.
En comparación con 2012, la proporción de estudiantes españoles que no llegaban a un nivel de competencias básico se incrementó en tres puntos porcentuales en Matemáticas, seis puntos en Lectura y cinco puntos en Ciencias.
Como viene siendo habitual, España tiene una menor proporción de estudiantes aventajados (niveles 5 y 6) en al menos una de las competencias que la media de países de la OCDE. Al mismo tiempo, es mayor su proporción de estudiantes que logran un nivel mínimo de competencia en las tres analizadas en PISA (nivel 2 como mínimo).
El 73% de los estudiantes en España logra al menos un nivel 2 en Matemáticas, bastantes más que en la media de países de la OCDE (69%). Pero más del 85% de los estudiantes en Singapur, Macao, Japón, Hong Kong, China Taipei y Estonia rinden en ese nivel o por encima.
Como mínimo, estos estudiantes saben interpretar y reconocer, sin ayuda, cómo representar matemáticamente una situación (por ejemplo, comparar la distancia total en dos rutas alternativas, o convertir a otra moneda).
Para las comunidades autónomas que no fueron afectadas por las distorsiones de 2018, los resultados fueron similares a los de 2018 en Lectura y Ciencias, pero por debajo en Matemáticas, lo que sugiere que no toda la caída que se ve entre 2015 y 2022 se puede atribuir al periodo más reciente y a la disrupción ligada a la pandemia.
No toda la caída entre 2015 y 2022 en Matemáticas en España se puede atribuir a la disrupción ligada a la pandemia
Un 6% de los estudiantes en España eran excelentes en Matemáticas, o, lo que es lo mismo, lograban un nivel 5 o 6 en PISA en el test de Matemáticas. La media de la OCDE era el 9%. La brecha con seis países y economías asiáticas es enorme: Singapur (41%), China Taipei (32%), Macao (29%), Hong Kong (27%), Corea (23%).
En estos niveles, los alumnos pueden representar situaciones complejas matemáticamente y seleccionar, comparar y evaluar las estrategias de resolución de problemas adecuadas para abordarlas. Solo 16 de las 81 economías y países participantes en PISA 2022 tenían más de un 10% de alumnos con un nivel 5 o 6.
La brecha entre los más y los menos lectores se amplía. Entre 2015 y 2022 la brecha entre los alumnos que mejor puntúan (los 10% mejores) y los que peor puntúan, el 10% más débiles, no cambió significativamente en Matemáticas y Ciencia, pero se amplió en Lectura. En Matemáticas el rendimiento cayó en una proporción similar en los excelentes y los rezagados.
Unos 76% alumnos en España lograban un nivel 2 o superior en Lectura (media de la OCDE: 74%).
Como mínimo, estos estudiantes pueden identificar la idea principal en un texto de una longitud moderada, encontrar información basada en criterios explicítos aunque a veces complejos y reflexionar sobre el propósito y forma de los textos. La tasa de alumnos con este nivel mínimo de rendimiento en lectura va del 80% de Singapur al 8% de Camboya.
En España, un 5% de los alumnos puntuaban en un nivel 5 o superior en Lectura (media de la OCDE: 7%). Son estudiantes que pueden comprender textos largos, tratar con conceptos abstractos o contraintuitivos y diferenciar entre hechos y opinión.
El 79% de los alumnos en España lograban un nivel 2 o superior en Ciencias, mientras que la media de la OCDE era el 76%. Como mínimo, estos estudiantes pueden reconocer la correcta explicación de un fenómeno científico y pueden usar el conocimiento para identificar si una conclusión es válida basada en los datos aportados.
En España, el 5% de los estudiantes eran excelentes en Ciencias, esto es, nivel 5 o 6 (la media de la OCDE era 7%). Estos estudiantes pueden de forma creativa y autónoma emplear su conocimiento sobre ciencia a un amplio abanico de situaciones, aunque no estén familiarizados con ellas.
El estatus socioeconómico fue un predictor del rendimiento en Matemáticas en todos los países y economías participantes en PISA. En el caso de España supone un 14% de la variación en el rendimiento. En el caso de la media de los países de la OCDE, 15%.
En España, el 36% de los alumnos estaban en el quintil más alto de la escala socioeconómica, entre los alumnos más aventajados que pasaron el test en 2022. Su puntuación media en Matemáticas fue de 511 puntos. En Estonia o Japón, los alumnos de un estatus socioeconómico similar tendían a puntuar bastante más.
El 12% de los alumnos vulnerables en España tenía un rendimiento top. Estos alumnos son académicamente resilientes según la OCDE, porque, a pesar de ser vulnerables, eran excelentes en comparación con los estudiantes de su país. De media en la OCDE, el 10% de alumnos vulnerables tenían este rendimiento top en matemáticas. Sin embargo, España está por debajo de la media de la OCDE en la probabilidad de que estudiantes vulnerables acudan a centros que matriculan a alumnos con un alto rendimiento en Matemáticas.
La brecha de rendimiento entre los alumnos más y menos pudientes es de 86 puntos, inferior a la brecha de 93 puntos en los países de la OCDE. Esta diferencia de rendimiento se ha mantenido en la última década.
Los chicos puntúan mejor que las chicas en Matemáticas (10 puntos más, 478 frente a 468), las chicas puntúan mejor que los chicos en Lectura (25 puntos más). En Matemáticas, los chicos puntúan más que las chicas en 40 países, las chicas puntúan más que los chicos en 17 economías y no hay diferencia significativa en 24. En Lectura, las chicas, de media, puntúan mejor que los chicos, salvo en dos países.
En España, la tasa de estudiantes rezagados en Matemáticas es similar entre chicos (27%) y chicas (28%). En Lectura, sin embargo, es mayor entre chicos (20% de las chicas y 29% de los chicos por debajo del nivel 2 en Lectura). En cuanto a los alumnos excelentes, la tasa es mayor entre los chicos (7%) que entre las chicas (4%) en Matemáticas; sin embargo, en Lectura la tasa es mayor entre las chicas (6% frente al 4%).
En la última década el rendimiento en Matemáticas cayó más entre los chicos que entre las chicas en España.
La proporción de alumnos inmigrantes se ha incrementado en España del 10% al 15% en la última década. De ellos, el 6% eran de primera generación.
Los alumnos inmigrantes suelen ser más vulnerables. Si el 25% de los alumnos se consideran vulnerables, en el caso de los alumnos inmigrantes la proporción es del 50%. La mitad de los inmigrantes y el 13% del total del alumnado en España pasó PISA en una lengua distinta a su lengua materna.
La mitad de los inmigrantes y el 13% del total del alumnado dijeron que habían pasado PISA en una lengua distinta a su lengua materna.
En Matemáticas, la diferencia de rendimiento entre estudiantes de origen inmigrante y nativos era de 33 puntos, en favor de los nativos, pero si se tenía en cuenta el perfil socioeconómico la diferencia era de 7 puntos.
En Lectura, la diferencia media era de 32 puntos, 7 tras tener en cuenta el perfil socioeconómico.
En 2022, el 78% de los estudiantes aseguraron que hacían amigos en la escuela fácilmente, frente al 76% de media de la OCDE, y el 86% tenía un fuerte sentimiento de pertenencia a su centro, frente al 75% de la OCDE. Por otra parte, el 12% aseguraba sentirse solo en el colegio, y el 12%, como un outsider que era dejado de lado en los asuntos del colegio (la media en la OCDE, respectivamente, fue del 16 y 17%). Desde 2018, el sentimiento de pertenencia ha caído, pero solo Suiza y Austria superan a España en este apartado.
También la satisfacción con la vida ha descendido. En España, en 2015, un 12% de los alumnos decían no estar satisfechos con su vida. Este porcentaje ha pasado al 15% en 2022. En la media de la OCDE el porcentaje ha pasado del 11% al 18% en el mismo período.
En España, el 69% de los alumnos dijeron que, en Matemáticas, su profesor mostraba interés en el aprendizaje de todos los alumnos (frente al 63% de media en la OCDE), y un 68%, que los profesores ofrecían ayuda extra a los alumnos que lo necesitaban (media de la OCDE: 70%). En los sistemas educativos en que los alumnos dijeron en mayor proporción esto último, los resultados empeoraron menos en la última década.
En España, el 22% de los alumnos dijeron que no podían trabajar bien en la mayoría de clases de Matemáticas (media de la OCDE: 23%); el 38%, que no escuchaban lo que el profesor decía (media de la OCDE: 30%), el 33%, que se distraían con dispositivos electrónicos (media de la OCDE: 30%) y el 26%, que se distraían porque otros alumnos estaban usando dispositivos electrónicos (media de la OCDE: 25%). Las distracciones con dispositivos electrónicos son menores cuando los móviles están prohibidos en clase.
España no destaca por la existencia de dispositivos electrónicos (para aprender o para el ocio) en la escuela. La OCDE constata que cuando estos se usan hasta una hora el rendimiento aumenta, pero cuando se usan más de una hora, ya sea para ocio o para el aprendizaje, el rendimiento decae. La OCDE considera que un uso moderado de las tecnologías digitales puede ser mejor que una prohibición absoluta de estos dispositivos, que conlleva mayores niveles de ansiedad en los estudiantes. En este sentido, cree que la escuela debería contribuir a fomentar un uso adecuado de estos dispositivos.
En aquellos sistemas educativos donde el rendimiento se mantuvo alto y el sentimiento de pertenencia de los alumnos mejoró, los estudiantes solían sentirse más seguros y menos expuestos al bullying y otros riesgos en la escuela.
Un 16% de chicas y de chicos dijo ser víctima de bullying alguna vez al mes en España (en la OCDE, 20% de chicas y 21% de chicos). Han caído los rumores maliciosos, tanto en la OCDE como en España, donde la proporción de alumnos que dijeron que se habían difundido rumores sobre ellos se redujo del 9% en 2019 al 6% en 2022.
Cayó significativamente entre 2018 y 2022 en muchos países (entre ellos, España). El porcentaje de alumnos en España en centros en que el director aseguró que el curso anterior al menos la mitad de las familias había acudido al centro a hablar con un profesor por iniciativa propia fue del 46%, frente al 54% de 2018.
En aquellos sistemas en que cayó menos esta iniciativa entre 2018 y 2022 se mostraron más estables o mejoraron sus resultados en Matemáticas.
Los centros educativos se cerraron más de un trimestre por el Covid, lo que impactó en el aprendizaje. En España, el 34% de los alumnos tuvieron problemas al menos una vez a la semana para entender las tareas que se les asignaban y el 22%, para encontrar alguien que les pudieran ayudar. En los sistemas educativos en que el rendimiento se mantuvo alto y el sentimiento de pertenencia de los alumnos mejoró, menos estudiantes tuvieron problemas durante el aprendizaje en remoto.
En España, el 41% de los alumnos dijeron que tenían clases virtuales a diario, pero solo el 12% dijo que alguien del colegio les preguntaba diariamente cómo se encontraban (media de la OCDE: 51% y 13%).
Si volviera a pasar, el 82% de los alumnos se sienten seguros o muy seguros en comunicarse por medios audiovisuales, pero solo el 63%, seguros o muy seguros de su motivación para seguir con sus tareas escolares (media de la OCDE: 77% y 58%).
La inversión por alumno en educación importa hasta cierto punto. A partir de un umbral, es más importante cómo se emplean esos fondos que el nivel de inversión. España rebasa ese umbral.
En España no hay más recortes de plantilla que en otros países. En 2022, el 41% de los alumnos estaba en centros en que el director decía que la capacidad de dar clases estaba mermada por la falta de plantilla, y el 21%, por contar con una plantilla inadecuada o pobremente formada. En 2018, estas proporciones eran del 43% y 22%.
En España hay bastante poca autonomía de centros. El 24% de los estudiantes iban a centros en que los directores tenían la principal responsabilidad de reclutar profesores. En la OCDE este porcentaje era del 60%. El 88% estaban en centros en que los profesores elegían sus materiales didácticos. En la OCDE, el 76%. Los mejores sistemas educativos empoderan a directores y profesores dándoles responsabilidades, según este organismo internacional.
El 77% de los alumnos españoles en 2022 estaban en el curso que le correspondía por edad. El 97% había ido al menos a un curso de Infantil. En España, el 22% de los alumnos dijeron que habían repetido al menos una vez. En la OCDE, el porcentaje era del 9%. La OCDE recuerda que la repetición es menos prevalente en sistemas con un buen rendimiento.
690.000 estudiantes pasaron PISA, representando a 29 millones de alumnos de 15 años de 81 países y economías. Entre ellos, algunos nuevos como El Salvador, Mongolia o Palestina.
En España fueron 30.800 estudiantes de 966 centros, representando al 90% de la población de esta edad.