AMPA canarias piden "repensar" el calendario escolar y poner en el centro a los alumnos
En un comunicado, el presidente de Confapacanarias, Pedro Gil, alude a la resolución que aprobará la Consejería de Educación para recuperar la jornada intensiva en Infantil y Primaria en el mes de junio. Lamenta Gil que las Ampas de Canarias se enteren de las decisiones de los responsables de la Consejería de Educación «por los medios de comunicación», sin haber sido consultadas previamente sobre la jornada reducida, que en la práctica implica restar una hora lectiva a todos los cursos de Educación Infantil y Primaria.
Indica que los y las representantes de las asociaciones de madres y padres del alumnado (AMPA) no cuestionan los derechos laborales, ni sindicales, ni funcionariales de las plantillas de la Consejería de Educación, ni de los docentes, ni del personal administrativo y de servicios, sino que al contrario respaldan sus reivindicaciones «por cuanto redundan en la consecución de los objetivos del sistema educativo». Pero las familias, matiza el presidente de Confapacanaras, «podemos y debemos cuestionar el calendario escolar y su diseño siempre que no se tenga en cuenta prioritariamente los derechos de uno de los sectores que componen la comunidad educativa, especialmente el del alumnado».
Considera que los argumentos que los claustros docentes y los equipos directivos esgrimen para justificar la necesidad de la jornada reducida, tanto en septiembre como en junio, se enmarcan en criterios organizativos y de exceso de carga burocrática, tareas que, según demandan los propios sindicatos docentes, se pueden hacer dentro o fuera de los centros educativos. Añade que «es constatable» que la mayor parte de los docentes se ausentan de los colegios durante esa hora que se resta a la jornada lectiva durante el horario reducido.
Lo que las familias defienden es «un sistema en el que el alumnado y su éxito educativo sea el eje sobre el que pivoten todas las medidas organizativas, y no entendemos en qué le beneficia que se reste una hora lectiva en un calendario escolar al que de por sí ya le faltan horas para poder abarcar las programaciones didácticas de cada materia», esgrime. Confapacanarias subraya que el cumplimiento de los derechos laborales de los docentes, tales como días de libre disposición, horario reducido o vacaciones, «no puede suponer un menoscabo de los derechos del propio alumnado». Máxime cuando «las programaciones anuales no se cumplen, no se abarcan con garantías todos los conocimientos y competencias que el alumnado debería adquirir en cada materia y en cada curso», siendo la razón «la falta de tiempo».
«¿Por qué es precisa esta reducción horaria en Infantil y Primaria y no el resto de las etapas educativas? ¿Tienen menos carga burocrática los docentes de Secundaria, o están mejor organizados?», se pregunta Pedro Gil. Confapacanarias argumenta que la reducción horaria afecta negativamente a la conciliación familiar y también al servicio de comedor, pues se reajustan los horarios dejando escaso margen entre el desayuno de media mañana y el almuerzo.