Bachilleres podrán subir la nota de la EBAU con el examen de Historia si lo acepta la universidad
Además de la posibilidad de subir nota en la fase de admisión con una de las dos historias –que este curso han pasado a ser troncales–, el alumnado deberá elegir examinarse en la fase general de Historia de España o de Historia de la Filosofía.
Así lo recoge la orden ministerial publicada hoy en el BOE por la que se regirá la próxima convocatoria de la antigua selectividad, que introduce modificaciones para ajustarse a la última reforma educativa (ley Celaá o Lomloe), entre ellas la adaptación a un nuevo currículo de Bachillerato. Aunque ya redactado, el real decreto que deberá regular la EBAU prevista en la Lomloe –muy distinta a la actual– no se aprobó el año pasado por la convocatoria de elecciones y la consecuente entrada en funciones del Gobierno, limitando su gestión al despacho ordinario de los asuntos públicos.
«Una vez constituido el nuevo Gobierno, avanzado ya el curso 2023-24, ante la imposibilidad de completar la tramitación de la nueva regulación con la antelación suficiente para una adecuada preparación y organización de la prueba», se publica esta orden para dar a conocer sus características y garantizar la igualdad de oportunidades de todo el alumnado, explica el BOE. Además de la posibilidad de subir nota en la fase de admisión con una de las dos historias –que este curso han pasado a ser troncales–, el alumnado deberá elegir examinarse en la fase general de Historia de España o de Historia de la Filosofía, manteniéndose así el mismo número de asignaturas que en convocatorias anteriores.
El hecho de que los bachilleres puedan examinarse de forma voluntaria para subir nota en dichas materias dividió en su día a las comunidades autónomas entre el apoyo a la iniciativa, el rechazo, las soluciones mixtas y aquellas que aún se lo están pensando. En respuesta, el Ministerio de Educación consideró «un agravio comparativo y una vulneración de derechos» que haya territorios que no acepten ofrecer esa opción. Al existir en España el distrito único universitario, es decir, la libertad de matricularse en cualquier universidad con independencia de la residencia, aquellos que sí han tenido la posibilidad tendrían ventaja.
El hecho de que los bachilleres puedan examinarse de forma voluntaria para subir nota en dichas materias dividió en su día a las comunidades autónomas
La nota de acceso de la antigua selectividad se calcula con los exámenes (40%) y la nota media del bachillerato (60%). Esta cifra es la nota sobre diez puntos pero si el alumno se examina en la fase voluntaria de más materias, hay que sumarle a la nota final las ponderaciones fijadas por cada universidad (puede alcanzar un máximo de 14). Las materias de evaluación son Lengua Castellana y Literatura II, Lengua Extranjera II, la materia específica obligatoria de la modalidad escogida para la prueba; y, si la hubiere, Lengua Cooficial y Literatura II; Historia de España o de Historia de la Filosofía, y las materias obligatorias de cada modalidad (Artes, Ciencias y Tecnología; General y Humanidades y Ciencias Sociales).
«Quienes deseen mejorar su nota de admisión podrán examinarse de, al menos, otras dos materias. Estas podrán ser, bien dos materias de modalidad de 2º Bachillerato, bien una materia de modalidad y la materia común que no hubieran escogido previamente al optar entre Historia de España e Historia de la Filosofía, siempre y cuando se desee optar por una universidad que hubiera previsto tener en cuenta la calificación de estas dos últimas materias en sus procesos de admisión». Asimismo el alumnado podrá examinarse de una segunda lengua extranjera distinta de la que hubiera cursado como materia común.
La orden ministerial tiene carácter básico y se dicta al amparo del artículo 149.1.30.ª de la Constitución, que atribuye al Estado la competencia exclusiva para la regulación de las condiciones de obtención, expedición y homologación de títulos académicos y profesionales y normas básicas para el desarrollo del artículo 27 de la carta magna a fin de garantizar el cumplimiento de obligaciones de los poderes públicos en esta materia.