La edad media de los funcionarios en la universidad pública española supera los 55 años
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La última edición del Informe CYD, el informe de referencia de la universidad española, pone de manifiesto como unas de las prioridades estratégicas para el sistema universitario español, la necesidad de aumentar la financiación, atraer y retener el talento y rejuvenecer las plantillas de las universidades públicas.
Estas conclusiones aparecen en los apartados del primer capítulo del informe, que analizan el perfil y retos del personal y la financiación de la universidad española, teniendo en cuenta tanto el contexto internacional como las diferencias entre comunidades autónomas.
El importe que España dedica a la educación superior es inferior al promedio del contexto internacional: el gasto en instituciones de educación superior por alumno en España fue de 14.361 dólares, un 20,7% inferior al promedio.
El gasto público en educación superior en España en 2020 suponía el 1,08% del PIB frente al 1,26% que suponía para le promedio de los países de la OCDE. Si atendemos al gasto público en educación superior como porcentaje del gasto público total, en España era del 2,08%, mientras que en el promedio de la organización era de un 2,68%.
En nuestro país destaca una mayor participación del sector privado en el total del gasto en educación superior, entre 2012 y 2020 la proporción aumentó en casi seis puntos, el quinto mayor ascenso entre los países miembros de la organización.
Los ingresos no financieros del conjunto de las 47 universidades publicas presenciales fueron de 10.519 millones de euros en 2021, mientras que los gastos no financieros alcanzaron la cifra de 10.140 millones. Esto supone un incremento en los ingresos del 4,7% y un incremento en los gastos del 6,2% respecto al curso anterior.
El 65,5 % de los ingresos no financieros del sistema universitario presencial español procedía de ñas transferencias corrientes, que, en su mayoría, son portadas por las administraciones públicas. En el caso de los gastos financieros, la mayor partida corresponde a los gastos de personal.
Mejorar la financiación de las instituciones públicas es una de las necesidades fundamentales del sistema universitario español. Ha sido en 2021 cuando se han empezado a recuperar las cifras de ingresos y gastos no financieros de 2009 en el conjunto de las 47 universidades españolas, pero aún se está un 15% por debajo si se tiene en cuenta la inflación
"Teniendo en cuenta a las universidades públicas presenciales españolas, en el curso académico 2021-22 las comunidades autónomas que registraron más transferencias corrientes y de capital por alumnos fueron: La Rioja, País Vasco, Cantabria y Navarra, mientras que Cataluña, Murcia y Madrid se situaron en el otro extremo.
Respecto a las tasas, precios públicos y otros ingresos por alumno, los mayores importes se observaron en Madrid (2.009 €), Cataluña (1.970 €), Navarra (1.741 €) y Comunidad Valenciana (1.713 €), mientras que los menores se dieron en Asturias (1.190 €), Baleares (1.157 €), Andalucía (1.150 €), Galicia (1.059 €) y Canarias (1.049 €).
El Personal Docente Investigador (PDI) se ha incrementado especialmente en las universidades privadas, en las que desde el curso 2010-11 se ha doblado el número de profesores, mientras que el aumento en las públicas ha sido del 5,2%.
En la última década, en las universidades públicas los centros propios han visto reducir el número de funcionarios, mientras que ha aumentado el de los contratados, lo que ha conducido a una situación de empeoramiento de la estabilidad de la plantilla.
