La pobreza infantil se incrementa un año más y la carencia material alcanza máximos históricos
Hoy se han hecho públicos los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida 2023 por parte del Instituto Nacional de Estadística, los resultados señalan que las niñas y niños son el colectivo con mayor riesgo de pobreza en España. La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social AROPE, con la metodología histórica, en la infancia se ha incrementado en 1,7 puntos, pasa del 32,2% a un 33,9%. Sin embargo, para el conjunto de la población solo ha subido en 0,7 y es del 26,9%.
“Las organizaciones de infancia pedimos que se tomen medidas para paliar la pobreza que afecta a las niñas y niños, ya que, año tras año, la infancia continúa siendo el colectivo con el riesgo más alto de pobreza de toda la población en España”, señala Ricardo Ibarra, director de la Plataforma de Infancia. “Además, la pobreza infantil ha crecido en 1,1 puntos hasta llegar al 28,9%, algo que no sucede para el resto de los grupos de edad”, apunta Ibarra, teniendo en cuenta que la tasa general de pobreza disminuye ligeramente en todos los grupos y llega al 20,2% a nivel general.
En cuanto a los hogares en situación de carencia material severa la cifra se ha incrementado en 0,8 puntos, hasta llegar al 8,9% de la población. “Es preocupante el porcentaje de hogares en los que viven niñas y niños y que no se pueden permitir mantener la vivienda a una temperatura adecuada o no puedan alimentarse de carne, pescado o pollo cada dos días”, ha añadido Ibarra. Este dato alcanza su máximo histórico entre la infancia, un 10,8%.
El 6,9% de menores de 18 (más de 550.400 según datos de enero de la Encuesta Continua de Población) no pueden permitirse comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días
Llama la atención que el 20,7% de los hogares no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada frente al 17,1% del año anterior. En este sentido, las familias monoparentales son las que presentan un porcentaje más elevado, un 33,9%, con un incremento de 7,1 puntos. Además, los niños y niñas menores de 18 años presentan un porcentaje del 19,9% en esta carencia concreta. Además, el 6,9% menores de 18 (más de 550.400 según datos de enero de la Encuesta Continua de Población) no pueden permitirse comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días, siendo el dato más alto desde 2008. También destacada que los hogares monoparentales presentan el porcentaje más elevado sobre este tipo de carencia, el 11,5%, con un incremento de 4,1 puntos.
Por otra parte, aumentan las personas que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos. Para la infancia el dato es del 42,8% y ha crecido en 3,9 puntos. Para el conjunto de la población el dato es del 37,1% y ha crecido 1,6 puntos. Para los hogares monoparentales es del 59,6%, con un aumento de 1,8 puntos. También se incrementa, en 0,9 puntos, la infancia que no puede permitirse tener un ordenador personal en su hogar. Su tasa es del 8,3 % cuando para el conjunto de la población es del 6,1%. Y, aunque ha disminuido ligeramente, se subraya que el 34,1% de los niños, niñas y adolescentes no pueden irse de vacaciones al menos una semana al año.
Un año más, los datos muestran que el lugar de residencia tiene consecuencias directas en el riesgo de estar en situación de pobreza. Ceuta, Melilla, Andalucía (30,5%), Extremadura (27,6%) y Canarias (26,1%) son las comunidades autónomas con las mayores tasas de pobreza. Y aquellas en las que más se ha incrementado la pobreza son Navarra (2,9 puntos), Comunidad Valenciana (2 puntos), Andalucía y Galicia (ambas en 1,4 puntos). Sin embargo, cabe subrayar que Melilla, Canarias y Extremadura son las regiones que más han descendido sus tasas, en 3,7, 3,3 y 2,4 puntos respectivamente. Les siguen Madrid (-1,9) y Asturias (-1,5).
Para este año la renta media, tanto por unidad de consumo como por persona, se ha incrementado y es de 20.676 y 14.089 euros netos anuales respectivamente. Las familias monoparentales son las que menos han incrementado su renta. Sólo en 1,4% (por persona) y en un 2 % (por unidad de consumo) cuando a nivel general el incremento ha sido de un 8,3% y del 7,9% respectivamente. El coeficiente de Gini, que mide la desigualdad en los ingresos, retrocede este año en 0,5 puntos y es de 31,5. Sin embargo, a pesar de que para la infancia no ha variado este año, sigue siendo del 34, la infancia es el grupo que mayor desigualdad soporta.