Mons. Carrasco: "Estamos impresionados viendo la riqueza y la abundancia de la vida educativa de la Iglesia"
La Conferencia Episcopal Española (CEE), a través de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura, celebró, el sábado 24 de febrero, la sesión final del congreso «La Iglesia en la Educación: presencia y compromiso». Durante la mañana, los participantes se dividieron en dos sedes: la Fundación Pablo VI y el Palacio de Congresos de IFEMA, que reunió a los 1.200 participantes en la jornada de la tarde.
A esta sesión final se llega después de un proceso de trabajo que se inició el 2 de octubre en Barcelona, donde arrancó la fase previa. Una fase que se ha volcado en potenciar la participación y la reflexión conjunta de toda la comunidad educativa. Durante este tiempo, se han desarrollado nueve paneles de experiencias que han permitido presentar 78 proyectos que se desarrollan en distintos ámbitos educativos. Además, la página web del Congreso ha estado abierta para recibir las experiencias y reflexiones de toda la comunidad educativa. Todo estas aportaciones se han sintetizado en los documentos marcos, que se pueden consultar aquí.
El presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura, Mons. Alfonso Carrasco, fue el encargado de abrir el Congreso. En sus palabras de bienvenida, reconoció que «estamos impresionados viendo la riqueza y la abundancia de la vida educativa de la Iglesia”.
Después ha subido al escenario el presidente de la CEE, cardenal Juan José Omella, que trajo el mensaje del papa Francisco a los participantes en este encuentro. Antes de su lectura, el cardenal Omella pidió una oración por la salud del Santo Padre, que hoy ha tenido que suspender su agenda por un resfriado. También se ha rezado, antes de comenzar las intervenciones, por la víctimas del incendio de Valencia.
El presidente de la CEE, ha cambiado sus palabras por las del Santo Padre. Pero ha invitado a leer su texto, al que se puede acceder aquí.
Después ha subido al escenario el presidente de la CEE, cardenal Juan José Omella, que trajo el mensaje del papa Francisco a los participantes en este encuentro
El programa del 24 de febrero se estructuró siguiendo la metodología de trabajo de la fase previa, que se había organizado en torno a nueve ámbitos temáticos en los que la Iglesia está presente: colegios de ideario cristiano; profesorado de Religión; centros de educación especial; educación no formal; centros de Formación Profesional; universidades; profesorado cristiano; colegios mayores y residencias universitarias; y buenas prácticas de coordinación entre parroquia-familia-escuela.
Así, por la mañana, los participantes en el congreso se agruparon por cada uno de estos ámbitos. En la Fundación Pablo VI han estado los del ámbito colegios. En el Palacio de Congresos de IFEMA, el resto de ámbitos.
Para los trabajos por ámbitos, se programaron distintas intervenciones. En total, se ha contado con más de 20 ponentes procedentes de distintos organismos internacionales como la Federación Internacional de Universidades Católicas, la COMECE, o la red DB Tech Europe que reúne los centros de formación profesional salesianos y sus redes en Europa.
También participaron representantes de distintos ámbitos educativos a nivel nacional y regional, como la Asociación Nacional de Colegios de Educación Especial (ANCEE); el Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España; o la Asociación de Centros de FP de Euskadi (HETEL). Además del ámbito universitario, tanto público –Universidad Complutense y Universidad Autónoma– como de ideario cristiano –Universidad Pontificia Comillas o la Universidad Ramon Llull–. Entre los ponentes también había presencias significativas del ámbito religioso diocesano y laical.
Participaron representantes de distintos ámbitos educativos a nivel nacional y regional
Por la tarde, todos los congresistas se reunieron en el Auditorio de IFEMA. Para esta parte en común, se programaron tres ponencias a cargo del prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, cardenal José Tolentino; el director del programa de Maestría en política educativa internacional de la Universidad de Harvard, Fernando M. Reimers, que es miembro de la Comisión sobre los Futuros de la Educación de la UNESCO y participaron en la redacción del Informe Reimaginar “Juntos Nuestros Futuros. Un Nuevo Contrato Social Para la Educación”, y la catedrática emérita de Historia de la Educación de la Universidad de Sevilla, Consuelo Flecha. Unas intervenciones que han presentado tres miradas de elogio a la Educación, por su contribución a la construcción social y al bien común.
El cardenal Tolentino agradeció la invitación a participar en este congreso sobre la presencia de la Iglesia en la educación, valorando el ámbito educativo como una de las misiones más importantes de la Iglesia. Ante los desafíos a los que se enfrenta hoy el campo cultural y educativo, destacó el sentido de unidad para orientar nuestros esfuerzos en la misma dirección. Además, recalcó el vínculo entre evangelización y educación: “La educación es un mandato, viene de lejos y nos conduce hacia el futuro”.
El profesor Reimers agradeció la invitación a participar en este congreso sobre la presencia de la Iglesia en la educación que valora como una magnífica oportunidad para contemplarla en su conjunto y explorar posibilidades de mejora a partir de la propia experiencia. Reimers vinculó la educación con la necesaria formación integral en la que reclamó un lugar esencial para los derechos humanos; entre los fines de la educación destacó el necesario desarrollo de las competencias y valores que posibilitan a los estudiantes «convertirse en arquitectos de su propia vida y contribuir responsablemente al mejoramiento de las comunidades de las que forman parte».
La catedrática emérita de Historia de la Educación en la Universidad de Servilla, Consuelo Flecha, fue la encargada de la tercera y última ponencia, en la que ha hecho una mirada a la Educación desde su historia.
Reimers vinculó la educación con la necesaria formación integral en la que reclamó un lugar esencial para los derechos humanos
Después de las ponencias, fue el momento de la puesta en común, con una breve intervención de un representante de cada uno de los nueve ámbitos en los que se ha trabajado. También sirvió como colofón a estos meses de trabajo las palabras de Mons. Carrasco, que volvió a subir al escenario para cerrar el encuentro y agradecer el trabajo de todos los que han hecho posible este congreso: la Comisión, los equipos motores, panelistas, ponentes, delegados diocesanos, y voluntarios.
Este congreso que estamos celebrando juntos, “La Iglesia en la educación”, explicó, se ha entendido desde el inicio como un acontecimiento. Se sitúa en el horizonte de una vida ya existente y real, que es nuestro verdadero punto de partida, y está pensado con la forma de un encuentro y con la participación como método, para que nos ayude a ser conscientes de nuestra identidad y a asumir en común nuestra misión educativa».
El arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, fue el último en tomar la palabra, pero su intervención fue para dirigir la oración, invitando al silencio para dejar que el Espíritu actúe. Así, con una oración, se pusto el punto final a estos meses de trabajo. Aunque Pero hoy es el punto de partida para acoger, celebrar y renovar la presencia y el compromiso de la Iglesia con la Educación y hacer su aportación específica a los retos y desafíos que se plantean a nuestras propias instituciones e iniciativas educativas en este momento particular.