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Santiago González-Fuente: “La ola de la IA ya está aquí y es responsabilidad nuestra aprender a surfearla”

Los perfiles humanísticos son clave para el desarrollo de aplicaciones basadas en inteligencia artificial. Por ello, ‘Fundación Comillas’ ha creado un nuevo posgrado online dirigido a profesionales del campo de humanidades interesados en orientar su perfil hacia el ámbito tecnológico.
Sonia Díaz VeraMartes, 27 de febrero de 2024
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Santiago González-Fuente, experto en nuevas tecnologías y lingüística. Director y profesor del posgrado online ‘Experto Universitario en Español y Tecnologías del Lenguaje’.

Santiago González-Fuente, director y profesor del nuevo posgrado online ‘Experto Universitario en Español y Tecnologías del Lenguaje’, nos cuenta la importancia del desarrollo de las tecnologías del lenguaje y del procesamiento del lenguaje natural (PLN).

¿De qué trata el posgrado universitario ‘Experto en Español y Tecnologías del Lenguaje’?

–Es un posgrado de reciente creación dirigido a aquellos profesionales del campo de las humanidades que estén interesados en orientar su perfil hacia el ámbito tecnológico. Tiene, por lo tanto, un carácter introductorio, pero está diseñado para que quienes lo cursen finalicen el posgrado teniendo un panorama claro de cuál puede ser la contribución que pueden realizar al campo de las tecnologías del lenguaje e, incluso, habiendo profundizado en dos de sus principales subdisciplinas: la lingüística de corpus y las tecnologías del habla.

¿Cómo de necesaria ve la inclusión de los profesionales humanistas en el desarrollo de las aplicaciones de inteligencia artificial y el procesamiento del lenguaje natural (PLN)?

–El desarrollo de las tecnologías del lenguaje requiere de un esfuerzo común que implica a agentes de dos ámbitos que tradicionalmente se han considerado opuestos: el de las humanidades y el de la ingeniería científica. Hace ya un siglo que al acercamiento humanístico y antropológico y al fenómeno del lenguaje humano se le añadió la mirada científica indagadora de las estructuras y del funcionamiento del lenguaje. Esas ciencias del lenguaje forman ya parte del programa de los grados humanísticos desde hace años, especialmente de las filologías y de la lingüística. Su conocimiento y dominio es esencial para el desarrollo de tecnologías de IA y, dentro de ese ámbito de conocimiento, el procesamiento del lenguaje natural (PLN).

Por poner un ejemplo, una empresa de servicios tecnológicos a la que le encarguen crear una aplicación que genere respuestas automáticas a correos electrónicos (lo cual ya existe), deberá contar con un equipo interdisciplinar en el que un ingeniero informático o de machine learning se encargará de diseñar e implementar el modelo, y en el que un experto en lingüística –en este caso concreto, en pragmática– proporcionará los conocimientos necesarios para que la aplicación genere las respuestas adecuadas en función del mensaje de entrada. En otras palabras, y muy a grandes rasgos: el lingüista se encargará de proporcionar el conocimiento sobre cómo responder a los mensajes (en función de la edad, del cargo, del género, del asunto…), mientras que el ingeniero se encargará de diseñar e implementar un modelo con esas características.

¿Qué avances busca en los alumnos del posgrado especializado en las tecnologías del lenguaje?

–Los alumnos que cursen este posgrado experimentarán un claro avance en la autopercepción que tienen de sí mismos como agentes activos o útiles en el ámbito de las tecnologías del lenguaje. No me cabe duda de que al finalizar este curso de posgrado percibirán con mayor nitidez cuál puede ser su contribución a este ámbito y, en caso de motivarles lo suficiente, qué camino deberían seguir para profundizar en las salidas profesionales o en líneas de investigación que se propondrán durante el curso.

Usted ha citado que, posiblemente, en poco más de diez años la IA traducirá simultáneamente con nuestra voz a cualquier idioma. ¿Ve esta posibilidad como un avance tanto para la sociedad, docentes y alumnos o como un problema?

Responder adecuadamente –o lo que yo considero adecuadamente– a esta pregunta implicaría entrar en consideraciones de carácter ético, así que, a riesgo de caer en la respuesta fácil o poco comprometida, voy a responder con una tautología: los avances tecnológicos de cualquier índole solo suponen un avance para la tecnología.

Si también supondrán un avance social o educacional es algo que aún no sabemos y que dependerá, en gran medida, del uso personal y social que le demos a esas nuevas tecnologías, así como de la capacidad de maniobra que tengamos para reconducir los efectos colaterales que la IA tendrá en nuestras vidas. Lo que es innegable es que la ola de la IA ya está aquí y que es responsabilidad nuestra aprender a surfearla.

Expertos toman la IA como un arma de doble filo en la educación. ¿Está de acuerdo con esta afirmación?

–Sí, estoy de acuerdo: cualquier arma, cualquier avance tecnológico, tiene un doble filo. Como acabo de comentar, todo dependerá del uso que se haga de esa tecnología. Tengo mis reservas acerca de si la IA puede considerarse causa directa o propiciatoria de la pérdida de interacción humana; quizá será gracias a ella que muchos de nosotros veremos multiplicada por mil las posibilidades de interacción humana.

Lingüistas, traductores, periodistas y filólogos que se especializan en las tecnologías del lenguaje, ¿ven la posibilidad de que las máquinas que programan en un futuro puedan sustituirlos?

–Si algo nos ha enseñado la historia de la humanidad y, con ella, la de los avances tecnológicos, es que todo esfuerzo humano es susceptible de ser realizado por una máquina. Así, el ser humano crea máquinas para que estas hagan lo que nosotros no queremos hacer o para facilitarnos determinados procesos. Esto ha sido así siempre y el caso de la IA no es una excepción: estamos enseñando a las máquinas a hacer algo para dejarlo de hacer nosotros. De todas maneras, ahora mismo –y siempre a mi juicio– estamos aún lejos de que una máquina desarrolle la capacidad de pensar y de computar datos con la complejidad con la que lo realiza un cerebro humano.

¿Cómo de importante es la lingüística computacional y ‘enseñar a hablar a las máquinas’?

–Para un estudiante de una carrera humanística, formarse mínimamente en el ámbito de las tecnologías del lenguaje es esencial, tanto para completar su formación, como para moverse con soltura en ese mercado laboral emergente. Como he comentado a lo largo de esta entrevista, la tecnología de la IA ya está aquí y nos interpela a todos, como personas individuales y como sociedad, pero son especialmente los graduados en carreras humanísticas quienes tienen la posibilidad de contribuir, con su conocimiento y formación, al desarrollo de esas tecnologías.

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