Cuentos clásicos para peques modernos

Se trata de una cuestión capital, mucho más porque la justificación para leerlos es que sus historias son eternas. Te queremos ayudar a posicionarte al respecto. Por eso, analizamos los pros y los contras de cada posibilidad.

Los defensores de modificar estas lecturas para niños aluden a la necesidad de mantener su relevancia para las nuevas generaciones. Conforme la sociedad evoluciona y cambian las perspectivas, hay quien considera fundamental actualizar el lenguaje y los contenidos de los cuentos clásicos. De otro modo, dejarán de ser accesibles y significativos.

Al hacerlo, es posible abordar temas actuales como la igualdad de género, la diversidad cultural y el respeto hacia los demás. Además, se rompen estereotipos y roles de género tradicionales, fomentando una visión más inclusiva y equitativa.

El desafío supone crear narrativas que sean socialmente inclusivas y respetuosas con la diversidad. Así, los cuentos políticamente correctos buscan eliminar clichés, promover valores igualitarios y evitar cualquier forma de discriminación en su lenguaje y contenido.

De este modo, los cuentos de toda la vida van a reflejar la realidad contemporánea y, presuntamente, educarán a las nuevas generaciones en valores más inclusivos. Es decir, se busca mantener la esencia y la impronta de los cuentos de siempre, aprovechar su fama, pero reenfocarlos hacia los nuevos tiempos.

¿Es posible? ¿O reescribirlos supone acabar con ellos y convertirlos en otra cosa? Te vamos a mostrar otro planteamiento.

Otros analistas argumentan que modificar los cuentos clásicos altera su esencia y los priva de su valor histórico y cultural. El debate que se abre es cómo equilibrar la preservación de la literatura clásica con la necesidad de adaptarse a los cambios sociales y culturales.

Muchas voces argumentan que los cuentos clásicos deben permanecer intactos, ya que son una parte invaluable de nuestra herencia literaria. Cambiarlos modifica lo que son, diluye su mensaje original y los convierte en otra cosa.

Ten en cuenta que estos relatos han resistido el paso del tiempo y han sido apreciados por generaciones de lectores. ¿No te parece una prueba de su relevancia perdurable?

El frente contrario plantea que es la forma de hacerlos más accesibles y relevantes para las nuevas generaciones. Al modificar el lenguaje y actualizar los aspectos culturales, estos relatos son transformados en historias diferentes. Se presentan como clásicos cuando, en realidad, han dejado de serlos. ¿Y quién va a decidir ahora su nivel de calidad?

Así, ¿no ves mejor dejar los cuentos clásicos como están y crear nuevos relatos que lleguen a serlo con este halo de actualidad? Quizás pecamos de soberbia al pensar que estamos en condiciones de reescribir las obras clásicas desde el aquí y ahora. «Algo tendrá el agua cuando la bendicen», dice el refrán.

Sea como sea, tienes que tomar postura en este debate. Como profesor, la indefinición es negativa y poco educativa. Da igual si nos referimos a relatos, cuentos, parábolas o fábulas. El criterio ha de ser único y centrarse en una concepción didáctica, no ideológica.

Una de tus funciones docentes es enseñar y acostumbrar a leer con criterio. En esta línea, y con independencia de qué clase de cuentos empleáis, es bueno apostar por la creatividad. Necesitas mantener el interés y la relevancia por estas historias en el contexto educativo actual.

Estas iniciativas te pueden ayudar a conseguirlo. Además, son una aproximación interesante a combinar los pros de las dos posturas enfrentadas:

• Lee los cuentos como se escribieron y abre debates sobre su validez actual. Mediante la participación activa de los estudiantes, pones en común los temas y mensajes presentes en los cuentos. Se trata de contextualizar y analizar su adecuación.
• Pide a tu alumnado que reescriban o adapten estos textos a los nuevos escenarios o tiempos. Como son ellos quienes lo hacen, leen los originales y se involucran más en el proceso analítico posterior.
• Combina la lectura con videos o presentaciones interactivas. Así enriqueces la experiencia de lectura y promueves el análisis crítico de las narrativas.

Esta clase de ejercicios te permiten promover el disfrute de lecturas para niños como estas. Además, te ayudan a desarrollar habilidades de comunicación y expresión oral y escrita. Al trabajar con ellos desde una perspectiva original, fomentas el análisis de los temas universales presentes en estas historias atemporales.

Sin duda, plantear ejercicios creativos es una herramienta valiosa para revitalizar los cuentos clásicos en el aula y mantener su relevancia en un mundo moderno.

Fomentar la pasión por la lectura y alimentar el espíritu crítico de tus alumnos son los dos objetivos que debes adoptar. Los cuentos clásicos son un legado que debemos cuidar y respetar. Sin cambiarlos, es posible trabajar temas de actualidad si eres inconformista y creativo. ¡Cuéntanos cómo lo has hecho en tus clases!