El Lazarillo de Tormes, una lectura recomendable

El Lazarillo es una novela cautivadora de supervivencia y astucia. Como sabes, narra la historia de un niño llamado Lázaro en el siglo XVI. Ante la dura realidad de la época y en función de su experiencia con distintos amos, se convierte en un astuto y audaz aprendiz de la vida.

Mientras lucha por sobrevivir en un mundo lleno de engaños y dificultades, el chaval aprende a utilizar su ingenio para superar los desafíos. La trama está llena de giros inesperados, personajes intrigantes y situaciones cómicas que entretienen y animan a reflexionar.

Ventajas de leer el Lazarillo en clase de lengua

El principal beneficio es que fomenta la comprensión literaria y el pensamiento crítico. Esta novela picaresca ofrece a tus estudiantes:

• Una visión realista y cruda de la sociedad de la época.
• Una reflexión profunda sobre la naturaleza humana.

Al conocer las peripecias y las desventuras del joven Lázaro, los lectores comprenden las acciones y motivaciones de los personajes que lo rodean. En consecuencia, fomenta la empatía.

Este libro plantea temas universales como la pobreza, la injusticia social y la supervivencia, muy cercanos al público objetivo en las aulas.

Además de entretener, por ello, promueve habilidades críticas y literarias en los lectores no adultos.

El principal freno al que te enfrentarás es el prejuicio: al ser una obra clásica, la consideran viejuna. Como contrapartida, estas estrategias te ayudarán a motivar a tus estudiantes para leerla:

• Introduce de manera interesante el contexto histórico y cultural en el que se desarrolla la historia. Insiste en destacar su relevancia en la literatura española.
• Relaciona la temática de esta lectura clásica con situaciones cotidianas que les resultan familiares. Si se identifican y establecen conexiones personales con la historia se sentirán más atraídos.
• Emplea material visual, como ilustraciones o videos, para complementar la lectura y hacerla más accesible.
• Crea un ambiente de participación activa. Fomenta el debate y la reflexión sobre los temas tratados en la obra.

Para trabajar el libro El Lazarillo de Tormes en clase y lograr un aprendizaje enriquecedor, es importante afrontar el reto con creatividad y apertura. Por supuesto, tienes que animar al alumnado a posicionarse, expresar sus opiniones y argumentar sus puntos de vista sobre el libro.

También es útil complementar la lectura con recursos audiovisuales, como filmes o documentales que aborden temas similares. En nuestro post de mejores películas sobre literatura española tienes más información al respecto.

Ahora bien, como sucede con La Celestina y otros títulos de lectura clásica, el estilo puede suponer un freno. Por ello, utilizar audiovisuales o encontrar versiones alternativas más adaptadas al target es un estupendo recurso.

Algunas versiones del Lazarillo recomendables para niños y adolescentes

Las versiones adaptadas de manera accesible y atractiva para las características infantiles y juveniles son un buen recurso. Pretenden acercar la obra clásica a un público de menor edad, facilitando su comprensión y despertando el interés por la lectura.

Algunas de ellas incluyen ilustraciones coloridas y lenguaje adaptado, lo cual ayuda a visualizar mejor la historia y hace más ameno el proceso lector. Además, se resaltan los aspectos más relevantes de la trama y los personajes, simplificando el argumento sin perder la esencia de la obra original.

Entre las opciones recomendables, figuran:

• Los clásicos actualizados del escritor Eduardo Alonso, dirigidos a niños mayores de diez años. Moderniza el estilo y favorece la comprensión entre los jóvenes lectores.
• El profesor Bienvenido Morros cuenta con una creación similar para mayores de trece años. Las estupendas ilustraciones del húngaro Víctor Ambrus captan a la perfección la esencia picaresca y burlona de esta creación literaria.

En cualquier caso, animar a leer el Lazarillo requiere planificación y originalidad. Es más importante inspirar, animar y suscitar el interés y la pasión por la lectura clásica que imponer o fiscalizar a tus alumnos.

Por ello, una buena manera de integrar todas estas lecciones es a través del teatro y los role playing. Dividir a tus alumnos por grupos para que interpreten pasajes o escenas de la novela es una idea productiva. Además de iniciarlos en el teatro, les ayudará a sumergirse más a fondo en esta historia cautivadora y motivadora.

En cualquier caso, las dificultades no deben frenarte. Sin duda, resulta más fácil trabajar textos actuales, pero no es tan positivo. Así que anímate a reincorporar el Lazarillo de Tormes a tus clases. ¡Y no dejes de contarnos cómo ha sido tu experiencia, para que todos podamos aprender de ella!