La comunidad educativa rechaza la modificación del programa bilingüe en la Comunidad de Madrid
"Impartir Geografía e Historia en castellano es un primer paso, pero queda mucho que solucionar", afirma la presidenta de la FAPA Giner de los Ríos, María del Carmen Morillas.
El Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid, el órgano de consulta y participación en la programación de la enseñanza, donde la Administración regional tiene mayoría, ha dado luz verde a la reforma del programa bilingüe para impartir en español el área de Ciencias Sociales en Primaria, Geografía e Historia de Secundaria, e Historia e Historia del Mundo Contemporáneo en Bachillerato. La comisión permanente del Consejo Escolar dio el visto bueno, el 20 de febrero, al dictamen del proyecto de decreto del Ejecutivo madrileño por el que se modifican los currículos de la Educación Primaria, la Secundaria Obligatoria (ESO) y el Bachillerato. Ahora, el proyecto continúa su tramitación, según fuentes de la Consejería de Educación.
El viraje del PP: Del neoliberalismo al neoconservadurismo
La secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO Madrid, Isabel Galvín, rechaza este «giro político por motivos ideológicos, ajenos al ámbito pedagógico», a la vez que solicita un análisis y una evaluación del programa, así como de las consecuencias de su aplicación, con la participación efectiva de la comunidad educativa, una petición compartida por todo el sector. Para Galvín, esta iniciativa supone «una contrarreforma de un PP, en el que, en este momento, predominan las políticas neoconservadoras en las que prevalece una cruzada de nacionalismo español, a otro PP, que implantó este programa hace veinte años partiendo de las políticas neoliberales de Esperanza Aguirre» con la intención de desregular, diferenciar, generar ‘ranking’ de centros y clasificar al alumnado. «De repente, les parece una contradicción estudiar la Historia de España en inglés, pero es irracional, acientífico y contradictorio el hecho de que se mantenga la posibilidad de impartir Geografía e Historia en francés o en alemán», subraya la representante de CCOO.
ANPE se muestra en contra de la medida, sin cuestionarla desde el punto de vista pedagógico por falta de estudios concluyentes a favor o en contra de la propuesta, pero lamenta que, «una vez más, decisiones que afectan al profesorado, al alumnado, a la organización de los centros y a la propia calidad de la enseñanza, se tomen de forma unilateral, sin la previsión, consulta y el análisis requerido». «Año tras año, la Comunidad de Madrid ha extendido este programa, lo que ha llevado a los profesores a sentir la urgencia y la necesidad de acreditar su nivel de idiomas y ha supuesto una gran inversión económica durante años para adquirir la formación necesaria», señala el presidente de ANPE-Madrid, Andrés Cebrián.
Las familias advierten de que queda mucho por solucionar
La Federación de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado (FAPA) Francisco Giner de los Ríos está a favor de la modificación, aunque también echa de menos una argumentación pedagógica consistente que la sustente. «El aprendizaje de idiomas es necesario, siempre y cuando no vaya en detrimento del aprendizaje de otros contenidos. El conocimiento de la materia se debería evaluar exclusivamente en la lengua materna. Impartir Geografía e Historia en castellano es un primer paso, pero queda mucho que solucionar», afirma la presidenta de la FAPA Giner de los Ríos, María del Carmen Morillas. Las familias instan a la Consejería de Educación a trabajar de manera consensuada con la comunidad educativa antes de anunciar decisiones que afectan al sistema educativo madrileño.
Los proyectos bilingües, en riesgo
FSIE, el sindicato de trabajadores de la enseñanza privada, se abstuvo porque, a su juicio, la norma tiene un aspecto positivo, en tanto que aquellos trabajadores que veían peligrar su puesto de trabajo por no tener la habilitación lingüística requerida para impartir la materia de Ciencias Sociales en Primaria o Geografía e Historia en Secundaria ya no corren ese riesgo. «Nos preocupa que el porcentaje de materias impartidas en inglés exigidas para ser reconocido como centro bilingüe pueda mantenerse en el 30%, pues no es viable lograrlo con otras materias más allá de las que están ya establecidas (Música, Educación Física, Plástica). De ser así, están en riesgo los proyectos bilingües reconocidos por la Consejería, poniendo en jaque el mantenimiento de unidades y, por ende, los puestos de trabajo», asegura el secretario general de FSIE, Francisco José del Castillo.
Escuelas Católicas de Madrid se muestra en contra del proyecto por considerar que ha faltado diálogo con los colectivos afectados y ha faltado una evaluación «independiente y cualificada» que avale la necesidad de «retocar» el sistema bilingüe y que acredite que la impartición de Ciencias Sociales, Historia y Geografía en inglés resta calidad a la transmisión de conocimientos. El secretario de Escuelas Católicas de Madrid, Emilio Díaz, ha planteado que en la norma que regule el programa bilingüe de la Comunidad, se reduzca del 30% al 23% el porcentaje de materias impartidas en inglés para que un colegio pueda ser bilingüe y ha pronosticado que si esto no lo hacen muchos centros dejarán de ser bilingües porque no podrán alcanzar el 30%, al no tener profesorado habilitado para ello.