Los directores de institutos, "preocupados" por la ruptura de la negociación con Educación
Reducir las horas de clase semanales permitiría a los docentes «disponer de mayor tiempo para la realización de las cada vez más importantes tareas que hay que abordar en un centro educativo», algo que junto a la bajada de las ratio de alumnos por grupo «aumentaría la calidad de la educación», indica Adimad en un comunicado. Las tareas de profesores y equipos directivos «han aumentado de forma significativa en los últimos años. Es preciso reducir el número de horas de clase de los profesores para atender mejor las necesidades de los alumnos».
El incremento de las responsabilidades y circunstancias excepcionales que deben gestionar en los centros educativos «requieren un compromiso y tiempo de dedicación por parte del profesorado y los equipos directivos y que en las circunstancias actuales es difícil de abordar». Entre ellas destacan «los protocolos de acoso, autolisis, bandas, violencia de género, procedimientos especiales, nuevas funciones como el responsable de bienestar, eficiencia energética, aula de emprendimiento, la atención a la diversidad, la tutoría a los alumnos, tareas de coordinación, la atención individualizada, Erasmus, el programa ACCEDE (préstamo de libros), rutas escolares, Xcelence (promovidos desde la propia Consejería)», entre otros.
La demanda de reducción de horas lectivas «no supone en ningún caso una reducción del horario laboral. Confundir el horario de clase del profesorado con su horario de trabajo es desconocer la enorme labor que se realiza en los periodos complementarios». «Es obvio» para cualquiera que observe el trabajo realizado a diario en los centros educativos, que estos «necesitan contar con personal suficiente que les permita llevar a cabo las gestiones e intervenciones que con mayor frecuencia hay que realizar fuera del aula».
Si se quiere que los centros «cubran las necesidades en materia de salud mental, acoso escolar, violencia de género… deberían contar con tiempo y personal formado para hacerlo», añade Adimad. La escuela se ha convertido «en la primera línea de defensa de los derechos y libertades del alumnado, y es por ello que tiene que estar dotada de profesionales (profesorado, psicólogos, psiquiatras, enfermeras…) que ayuden adecuadamente a nuestros alumnos». Invertir en la reducción de las horas de clase por profesor, a la vez que en la disminución del número de alumnos por clase, «redundará sin duda en la mejora de resultados».
Finalmente, resulta «fundamental para el buen funcionamiento de cualquier institución pública, la confianza y la colaboración entre los diferentes responsables: Consejería de Educación, equipos directivos y profesorado», concluye Adimad. Después de que los sindicatos de la mesa sectorial –CCOO, ANPE, CSIF y UGT– acusaran a la consejería de romper la negociación de forma «unilateral», el consejero de Educación Emilio Viciana anunció que está estudiando la viabilidad económica de la propuesta de reducción del horario lectivo y la bajada de ratios.