Piden destinar los mejores docentes a los centros más complejos de Cataluña

El catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona Xavier Bonal ha propuesto que los centros educativos con mayor complejidad social «cuenten con los mejores profesores» como una de las medidas para mejorar la calidad de la educación en Cataluña.

Xavier Bonal ha conversado este martes con el director adjunto de Educación de EsadeEcPol y consultor de Educación del Banco Mundial Lucas Gortazar sobre los retos educativos que se plantean en Cataluña tras los malos resultados de las pruebas PISA, en una jornada organizada por el Cercle d’Economia en Barcelona.

El catedrático ha defendido que las pruebas PISA, que han situado a los alumnos catalanes de 15 años a la cola de los españoles y por debajo de la media de los de la OCDE, «reflejan una composición social compleja» en Cataluña con un «volumen de centros con elevada inmigración» y con perfiles sociales y culturales «muy bajos».

En esa línea, Lucas Gortazar ha indicado en su intervención que se han ampliado las diferencias entre «alumnos buenos y malos» y también «entre escuelas y niveles socioeconómicos».

Ambos expertos han coincidido en que los malos resultados de los alumnos catalanes en PISA «no se deben a la inmigración como tal, sino la segregación de los centros educativos».

«Tenemos un problema entre escuelas y también dentro de las escuelas», ha subrayado en este sentido Xavier Bonal.

Por ello, ha considerado que la mejora de los resultados del sistema educativo catalán pasa por que «los alumnos más desfavorecidos mejoren su rendimiento» y para ello ha propuesto destinar «los mejores profesores a los peores centros en cuanto a composición social».

Para que haya cambios en el sistema educativo y que los resultados de los alumnos mejoren, también ha pedido «cambios que generen más implicación del profesorado» y «mayor autonomía» para las escuelas e institutos.

En este sentido, el catedrático ha redundado en la existencia de «una crisis de confianza del sector educativo en sí mismo» y en «la falta de motivación de los docentes», lo que ha atribuido a «falta de inversión y de estrategias de promoción e incentivos».

Revertir estas tendencias incentivaría la llegada de más docentes al sistema y «ayudaría a diversificar los perfiles docentes», ha asegurado el catedrático.

En cualquier caso, y sin quitar importancia a los bajos resultados de PISA en Cataluña, Lucas Gortazar ha observado que existe «un gran desajuste entre las expectativas sobre la educación de la última década y lo que está ocurriendo en realidad», lo que –ha reconocido– «hace bajar la moral».

Sobre el modelo de inmersión lingüística en lengua catalana, Gortazar ha afirmado que «no afecta significativamente a los resultados de los alumnos».

Pese a ello, ha indicado que «limita la cantidad de personas que pueden ser maestros» lo que «redunda en dificultades para cubrir las plazas» y «afecta a la calidad educativa».

Lucas Gortazar ha defendido la fiabilidad del informe PISA y ha añadido la interpretación de que «nos habla de nuestras carencias» y «no tanto de los sesgos de la OCDE».

Pese a la existencia de las pruebas de las competencias básicas que organiza la Generalitat para conocer el nivel de los alumnos, el consultor de Educación del Banco Mundial ha dicho que el impacto de PISA en Cataluña «se puede deber a la falta de un sistema de evaluación propio, como en otras comunidades».