El 75% de empresas españolas tiene déficit de talento cualificado
OBS Business School, institución perteneciente a Planeta Formación y Universidades, publica el Informe de Empleabilidad 2024 dirigido por Josep Ginesta, profesor de la escuela y secretario general de PIMEC. En él se analizan el estado de la relación entre formación y empleabilidad y los dos elementos que generan una empleabilidad cualitativa: la formación superior profesionalizadora, que ayuda a conectar oferta y demanda, y la actitud de las personas a la hora de exteriorizar esos conocimientos.
Hay varios motivos que explican los cambios sociales y económicos que se están produciendo y que están provocando la pérdida de empleos: la tecnología y la digitalización, los retos medioambientales y la transición energética, la evolución de la demografía y el envejecimiento de las economías desarrolladas, así como los cambios culturales y de consumo. Sin embargo, paradójicamente estos cambios también van a provocar la aparición de nuevos empleos.
El envejecimiento de la población de las economías más desarrolladas está provocando nuevas necesidades y modelos de consumo. La llamada ‘economía silver’, definida como el consumo de productos y servicios por parte de personas mayores de 55 años, está en auge. Esta economía va a aumentar hasta generar 90 millones de empleos en 2025 solo en la UE, el 38% del empleo total que supone el 32% del PIB.
Todos estos cambios ya están provocando una nueva ética en el consumo, y el mercado de trabajo progresará en correspondencia con ello. La suscripción o pago por uso de productos y servicios como modelo más sostenible, el bienestar ambiental y emocional, la actividad física y los hábitos de vida saludable son algunos de los ámbitos que van a progresar en los próximos años y en los que deberán aparecer los mejores profesionales.
Se ha detectado un déficit de talento en el 75% de las empresas de España, con dificultades para cubrirlo en el 82% de los casos, especialmente de perfiles cualificados. Según explica el informe, la empleabilidad se considera cualitativa cuando consigue que la persona supere el reto de encontrar un empleo o mejore respecto del que dispone y, además, tenga capacidad para mantenerse en él y crecer profesionalmente a largo plazo.
Para lograr la empleabilidad cualitativa es vital complementar el conocimiento y las capacitaciones (la teoría), con habilidades (la praxis o práctica) y determinadas actitudes personales y profesionales, tanto intrapersonales (esfuerzo, compromiso, emprendimiento, etc.) como extrapersonales o relacionales (las competencias sociales como la empatía, cooperación, liderazgo, positividad o trabajo en equipo).
“La incapacidad de transmitir estas experiencias explica la paradoja de nuestro mercado de trabajo, en el que hay muchos jóvenes altamente cualificados en situación de desempleo”, afirma Josep Ginesta, profesor de OBS Business School y secretario general de PIMEC.