La escuela del futuro y el futuro de la escuela, más allá de la política
El informe señala que la verdadera transformación puede tardar una década, pero pocos líderes disponen de tanto tiempo. ® PIXEL-SHOT
El último y reciente Informe Mckinsey señala que en muchos sistemas educativos los cambios bienintencionados fracasan y los sistemas educativos tienden a quedarse estancados en algunos “modos de fracaso”.
Algunos de estos modos son las múltiples y contradictorias direcciones; la discontinuidad del liderazgo; el rechazo a reformas por las comunidades y los educadores que sienten que no fueron tenidos en cuenta; la coordinación y ritmo de cambio insuficientes; la capacidad de puesta en práctica limitada; los ángulos muertos y no moverse, quedarse quieto.
Por el contrario, el informe sugiere que los sistemas educativos exitosos utilizan estrategias para crear un círculo virtuoso, permitiendo ganancias significativas a largo plazo en el aprendizaje. En concreto, se indica que los sistemas exitosos se anclan en la evidencia, construyen una alianza duradera para el cambio, crean estructuras y coordinación sostenida y se conducen y se adaptan con datos. El informe contiene múltiples ejemplos.
Especialmente interesante –y muy acorde con lo que deberíamos hacer en nuestro país– es que el informe señala que la verdadera transformación puede tardar una década, pero pocos líderes [políticos, se entiende] disponen de tanto tiempo. Los sistemas exitosos invierten en funcionarios públicos que sobreviven a los líderes políticos y construyen una gran reserva de talento. Una vez más, un informe independiente hace una llamada a desideologizar la educación y a desvincularla de los vaivenes de la política. ¿Cuándo aplicará España esta lección?
En los sistemas exitosos se aísla la educación de la política al distanciar el trabajo de las estructuras políticas, permitiendo un mayor ecosistema de expertos que puedan apoyar el desarrollo y la implementación de políticas.
En este sentido, el informe pone como ejemplo Noruega, donde la continuidad de la política educativa se vio facilitada por la estabilidad de los altos funcionarios de las instituciones educativas que proporcionaron un conjunto común de investigaciones basadas en evidencia en las que se confió como base factual para las políticas educativas. Además, se invierte en una comunicación auténtica y bidireccional con familias, educadores y comunidades para diseñar mejores políticas y generar una aceptación más profunda.
Como conclusión, el informe considera que el trabajo lento y constante de estas cuatro estrategias distingue la mejora de los sistemas educativos.