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Las 10 cruces monumentales más grandes y más altas de España

En la Antigüedad, la cruz era la suma de los mayores tormentos que se podían causar a un ser humano. Desde que Jesús murió en ella, los cristianos la han entendido como símbolo del perdón de Dios y en agradecimiento la llevan consigo y la muestran también en monumentos que impresionan por su grandeza. Para reflexionar sobre este hecho en el aula, repasamos las diez mayores cruces monumentales de España.
Santiago MataMartes, 2 de abril de 2024
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1. La Cruz del Valle de Cuelgamuros (San Lorenzo de El Escorial, Madrid, 1959)

Sus 150 metros de altura -y los 46 de anchura de la suma de sus brazos- la convierten en la más alta del mundo, superando ampliamente los 103 metros de la Cruz del Tercer Milenio, que desde 2001 se eleva en Coquimbo (Chile), que es el monumento más alto de Sudamérica, o los 95 de la Cruz erigida en 1970 en el Memorial del Monte Samat en Bataan, Filipinas, en honor de los soldados filipinos y estadounidenses caídos en la Segunda Guerra Mundial.

La Cruz del Valle de los Caídos (oficialmente renombrado como Valle de Cuelgamuros por la Ley de Memoria Democrática en 2020) supera también los 142 metros de las Torres Madrid y España (en la plaza del mismo nombre de la capital española) o los 144 de la Torre Agbar de Barcelona, y llega a la mitad de la altura de la Torre Eiffel.  Con un peso de 200.000 toneladas, fue diseñada por Diego Méndez y preside la Abadía de la Santa Cruz de Valle de los Caídos, donde están enterrados cerca de 34.000 combatientes de ambos bandos de la Guerra Civil española y víctimas no combatientes, entre ellos 70 de las más de 2.000 personas a las que la Iglesia católica ha proclamado solemnemente como beatos mártires de la persecución religiosa del siglo XX en España.

A pesar de ocupar el primer puesto en cuanto a cruces monumentales, no hay ninguna más en España que impresione por su tamaño: casi todas las demás, como se verá, destacan por la altura a la que están, que es la cúspide de algunos de nuestros grandes templos; no de todos, porque las catedrales medievales no solían culminar en cruces.

Torres y campanarios:

2. La Sagrada Familia

Sagrada Familia: cruz de la Torre de Jesús (realidad virtual).
Sagrada Familia: cruz de la Torre de Jesús (realidad virtual).

En 2026, cuando esté terminada la Torre de Jesús, la cruz de cuatro brazos recubierta de cerámica esmaltada y brillo que la culmine será la más alta en un edificio en España, a 172,5 metros de distancia de la base de la Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona.

Sagrada Familia: Estrella de la Virgen.
Sagrada Familia: Estrella de la Virgen.

Mientras tanto, desde el 29 de noviembre de 2021 en que se colocó en la cumbre de la Torre de la Madre de Dios, la pieza que la corona se convirtió en el segundo símbolo religioso más alto (138 metros desde el suelo) de España, pero no es una cruz, sino una estrella de 12 puntas de vidrio con aristas de acero inoxidable de 7,5 metros y 5,5 toneladas de peso sobre un fuste de 18 metros, inaugurada el 8 de diciembre del mismo año.

El Giraldillo, veleta en que culmina la Giralda de Sevilla.
El Giraldillo, veleta en que culmina la Giralda de Sevilla.

3. Giralda: Como es sabido, el campanario de la Catedral de Sevilla fue construido como minarete de la Gran Mezquita de Sevilla a fines del siglo XII. Desde 1568, la Giralda está rematada por una veleta, la estatua llamada Giraldillo, alegoría de la fortaleza de la fe, que enarbola una cruz, practicamente invisible desde los 104 metros que le separan del suelo.

Catedral de Toledo, con su única torre.
Catedral de Toledo, con su única torre.

4. La Catedral primada de Santa María de Toledo, comenzada a construir bajo san Fernando III en 1226, tiene también su torre campanario, comenzada a construir en 1425, coronada por una veleta cruciforme que culmina a 92 metros sobre el suelo. La Campana Gorda de San Eugenio, de 18 toneladas y solo superada por la Campana del Zar moscovita, tañó por primera vez en 1755, y enseguida dio muestras de ser defectuosa. Un documental alemán de 1951 muestra imágenes del NO-DO sobre los trabajos de reparación in situ de esta veleta, donde cámaras y trabajadores no están protegidos por redes y en algunos casos ni siquiera llevan ataduras.

El Pilar, con la Torre de Santiago incompleta, hacia 1870.
El Pilar, con la Torre de Santiago incompleta, hacia 1870.

5. Torre de Santiago, en la Basílica de El Pilar de Zaragoza: La que durante dos siglos fue única torre de la Basílica de El Pilar de Zaragoza, en su lado suroeste (la esquina de la puerta alta de la plaza, la más lejana a la Seo o Catedral), aunque fechada en 1692, carecía de chapitel para rematar su campanario cuando J. Laurent tomó (hacia 1870) esta fotografía. Supuestamente se terminó en 1892, pero todavía en la portada de una revista de 1920 aparece sin ese característico remate que eleva las cruces más altas del templo hasta casi los 90 metros. La segunda torre (de Nuestra Señora) se terminó en 1907, y contiene la campana de ocho toneladas que había estado en la Torre Nueva de Zaragoza y que alertó a la población de los ataques franceses durante los asedios de 1808 y 1809; la tercera (de Santa Leonor) en 1949 y la última (de San Francisco de Borja) en 1961. Solo las dos primeras son campanarios, y lo mismo que la cúpula que durante mucho tiempo fue la parte más alta del templo, las rematan sendas cruces.

Las tres torres principales de la Catedral de Compostela.
Las tres torres principales de la Catedral de Compostela.

6. Torres de la fachada del Obradoiro en la Catedral de Santiago de Compostela

Con una altura de 76 metros, estas dos torres son más bajas que las de la Catedral de Burgos, que alcanzan los 88: pero en Burgos no hay ninguna cruz que remate su arquitectura, por lo que no podemos incluirla en esta lista. La Catedral de Santiago de Compostela, por su parte, tiene cinco torres: la de la Carraca, a la izquierda mirando a la fachada desde la Plaza, la de las Campanas, a la derecha, que se distingue de su gemela en altura por disponer de dichos instrumentos musicales; y en el extremo opuesto paralelo a esta torre, la del Reloj, casi a la altura del altar mayor, que tiene campanas y reloj, y que es algo menor (70 metros). Estas tres torres culminan en cruces, no así las dos pequeñas, llamadas del Tesoro y de la Vela.

San Francisco de Asís el Grande (Madrid).
San Francisco de Asís el Grande (Madrid).

7. Cúpula de San Francisco el Grande en Madrid

Aunque aún falta un campanario del que hablar, la Basílica madrileña de San Francisco (de Asís) el Grande se cuela en la lista no por una torre, pues tiene dos de menor altura, sino por su cúpula coronada por la correspondiente cruz, y que se eleva hasta los 73 metros. Más que por este dato que la coloca entre las cruces más altas de nuestro país, su peculiaridad está en la propia cúpula, que con 33 metros de diámetro es la tercera más grande del mundo, solo por detrás de la del Panteón de Roma (arquitectónicamente «falsa» o imperfecta, ya que no se sustenta gracias a arcos, sino a que tiene una abertura -óculo- en el centro y disminuye de grosor con la altura) y la de San Pedro del Vaticano.

Santuario de la Virgen del Camino (León).
Santuario de la Virgen del Camino (León).

8. Campanario de la Basílica de la Virgen del Camino

El Santuario de La Virgen del Camino, patrona de León, da nombre a la localidad en la que también está el aeropuerto y aeródromo militar de la provincia. Incorpora la única cruz que es, a un tiempo, monumental en sí misma y campanario, si bien completamente exento del edificio de la Basílica menor, construida entre 1957 y 1961 -por tanto casi al  mismo tiempo que se erigía la primera cruz a que hemos hecho referencia, la del Valle de los Caídos- y regida por los dominicos. Su altura es de 53 metros.

Cruz del Gorbea, cubierta de nieve.
Cruz del Gorbea, cubierta de nieve.

9. La Cruz del Gorbea (17,23 metros), el monte más alto del País Vasco (1.482 m.)

Según Fernando J. Pérez, la cruz original, de 33 metros en representación de la edad a la que se supone que murió Cristo, fue colocada en el monte situado entre Vizcaya y Álava el 12 de noviembre de 1901, por iniciativa del párroco de Zeaunuri (Juan Bartolomé de Alcíbar), el arquitecto Casto de Zavala y el alcalde de Baracaldo, Serapio Goicoechea, quienes trataban de seguir la propuesta lanzada en 1899 por el papa León XIII de recibir el siglo XX colocando cruces en las cumbres más altas en homenaje al Redentor. Costó 50.000 pesetas, pagadas por suscripción popular y, conforme vaticinaron los pastores que vieron cómo se colocaba un armatoste con escaso basamento, duró poco en pie: el viento y la nieve acumulada en los hierros durante un temporal la hicieron caer justo al mes de inaugurada, el 12 de diciembre. La segunda cruz se instaló en 1903 y otro temporal la derribó en 1906. Enseguida comenzó el tercer y más modesto proyecto, con la mitad de altura, y una estructura más equilibrada, semejante a la de la Torre Eiffel. Parece que se instaló hacia 1912. En la década de 1960 se le añadió una estatua de la Virgen de Begoña. En 1940, adaptando una copla anterior, Luis Aramburu compuso un zortziko, muy popular hoy entre los montañeros vascos, titulado En el Monte Gorbea que termina así:

Marichu sube al monte y verás
a la cruz del Gorbea brillar
y en lo más alto tú gritarás:
¡¡Aurrera mutilak!! (¡adelante, chicos!)

Cruz de la Muela (Orihuela).
Cruz de la Muela (Orihuela).

Cruz del Cerro de la Muela, en Orihuela (Alicante, de 16,40 m)

Se atribuye su origen a la predicación del dominico San Vicente Ferrer, que había promovido la instalación de grandes cruces en otras ciudades como Arlès y Saint-Lo en Francia, o Salamanca en España, y que predicó en Orihuela el 26 de febrero de 1411. Según el cronista Antonio Luis Galiano, originariamente había una cruz de madera en la cumbre del monte cuya altitud es de 462 metros. En 1910, por cuestación popular, se sustituyó por una de hierro que a su vez fue destruida durante la persecución religiosa de la Guerra Civil, se instaló  una nueva en 1942, que apareció aserrada el 2 de enero de 1985 y fue repuesta con ayuda de un helicóptero del Ejército del Aire. En 2010, el abogado José Luis Mazón promovió su retirada por considerarla «símbolo del pensamiento inquisitorial y totalitario a lo largo de muchos siglos». La demanda fue desestimada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana en 2014, alegando que la presencia de la cruz ni violaba la laicidad del Estado ni afrentaba las creencias religiosas de los no cristianos.

Precisamente la mención a este pleito puede servir de ocasión para tratar -fuera de concurso, por así decirlo, al ser ya cruces de menor tamaño- el delicado tema del recelo que hacia los tradicionales monumentos con cruces ha surgido por los monumentos que tras la Guerra Civil se erigieron, casi siempre en memoria solo de los caídos que o bien habían combatido en el bando vencedor o bien habían sido víctimas (no combatientes) del bando perdedor. En algunos casos, la corrección de esos monumentos para que acojan la memoria de todas las víctimas de la Guerra sin distinción se ha logrado por iniciativa local y sin excesivas polémicas.

Cruz de todos los Caídos (Alicante).
Cruz de todos los Caídos (Alicante).

La Cruz de (todos) los Caídos en Alicante

Con una dimensión no superior a 10 metros, la Cruz de los Caídos en Alicante (última capital en rendirse al final de la guerra) puede servir como ejemplo de una buena solución a nivel local relacionada con los monumentos elevados en la inmediata posguerra española. Este modesto monumento, más que por la historia de su construcción (fue inaugurado poco más de un año después del fin de la Guerra, el 9 de junio de 1940), o por su valor artístico (tan escaso que enseguida fue apodada «el sacacorchos»), sirve por su reconversión, decretada por el alcalde José Luis Lassaletta el 6 de marzo de 1987, inagurando de la mano del Gobernador militar y demás autoridades civiles, judiciales y militares, una placa que dedicaba el monumento «a todos los hombres y mujeres que murieron en defensa de sus ideales», frase que se enmarca entre las fechas de 1936 y 1940 (es decir, hasta un año después de la Guerra).

Una solución semejante se encontró para la Cruz de los Caídos en Elda (30 km en el interior de la provincia de Alicante), construida junto al antiguo cementerio y declarada Bien de Relevancia Local, en cuyo frente se ha colocado una placa que reza: «En memoria de cuantos perdieron la vida por la Guerra Civil 1936-39».

Cruces de término, de humilladero o pairones

Aunque sea también fuera de concurso por su escasa altura, es necesario hablar de los cruceros, muchos de los cuales van asociados al Camino de Santiago. Se denomina cruz de término o cruz de humilladero (en Aragón pairones) a las que se colocan en mojones, generalmente a la entrada de las localidades, y que en España están genéricamente protegidas con el estatuto de Bien de interés cultural por la Ley de Patrimonio Cultural de 1985.

La llamada Cruz de Fierro.
La llamada Cruz de Fierro.

Cruz de Hierro de Santa Colomba de Somoza (León)

Es probablemente el más grande crucero del Camino de Santiago Francés, señalando su punto más alto (1.500 m.). La cruz está sobre un poste de madera de 5 metros y consta que la colocó, poco después del año 1000, un  abad llamado Gaucelmo, que regentaba un albergue entre las localidades leonesas de Foncebadón y Manjarín. Es costumbre que los peregrinos a Santiago arrojen allí una piedra en prueba de que hay superado la subida al puerto, y para que conste el día del Juicio Final, cuando se supone que las piedras hablarán.

 

 

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