¿Por qué los colegios que han visitado Puy du Fou volverán el curso que viene? Razones para repetir

Pilar Blanco Navarro es coordinadora de Bachillerato en el colegio CEU San Pablo Sanchinarro de Madrid, donde es también profesora de Geografía e Historia.

Nos decía hace una semana Erwan de la Villéon, CEO de Puy du Fou España, que un 20% de los visitantes vuelve cada año al parque, y la experiencia del CEU San Pablo Sanchinarro avala esta afirmación.

El centro educativo ha visitado dos veces Puy du Fou, en ambos casos con alumnos de 1º de Bachillerato, acompañados de sus tutores y de algún profesor más «de refuerzo».

¿Podrían haber ido alumnos de cursos inferiores? «En Primaria los alumnos se quedarían más con la idea general, y con lo «bonito» de los espectáculos, a partir de Secundaria sí que sería idóneo ir, ya lo entenderían bien, y en Bachillerato lo exprimen todavía más», analiza Pilar. «Prácticamente todos los espectáculos, de una manera u otra, están vinculados con el currículo de Secundaria. Por supuesto, en Primaria también podrían ir, pero creo que no le sacarían tanto partido como alumnos más mayores», prosigue.

El centro educativo visitó Puy du Fou en septiembre de 2021, «cuando lo acababan de abrir», y volvió en septiembre de 2022. Este curso querían haber repetido, pero no les dio tiempo a organizarlo, y la intención es volver a principios del curso que viene.

Durante su visita se tuvieron que ceñir al horario escolar, con lo que llegaron en torno a las 11.00 y salieron en torno a las 15.30, para estar de vuelta a la hora de salida del centro. Con un horario tan ajustado, no pudieron ver todos los espectáculos, pero los que vieron les encantaron.

«Quizá el que más nos impresionó fue El último cantar. Fue el primero al que entramos, y nos pareció espectacular la puesta en escena y cómo te cuenta la Historia de manera sencilla», expone Pilar.

Los profesores se repartieron con los diferentes grupos de alumnos, y los compañeros de Pilar que entraron en A pluma y espada trasladaron pareceres similares: «También les encantó, decían que recreaba perfectamente la España de la época».

«Todo en el parque tiene un componente de ocio, indudablemente, pero, como experiencia inmersiva en la historia de España, es muy recomendable, ayuda mucho a los alumnos a entender», sostiene la profesora, que recuerda que a los alumnos también les llamó muchísimo la atención la recreación de Allende la Mar Océana, con todos los ingredientes del barco de Cristóbal Colón.

En las excursiones con el centro Pilar no pudo ver el espectáculo nocturno, pero la profesora ha ido al parque también por su cuenta, y reconoce que El sueño de Toledo es espectacular. «De hecho, nuestra intención cuando lo volvamos a organizar es hacerlo de forma diferente, precisamente para poder ir al espectáculo de la noche», avanza. La idea sería hacer una especie de convivencia de dos días en la que el primero acudirían al parque (con el espectáculo nocturno incluido) y el segundo visitarían Toledo, para volver ese mismo día a Madrid.

Con respecto al trabajo de aula a partir de la visita, a los profesores «les recomendaría que fuera antes y después, más después que antes». Antes, explica, «se podría generar cierta expectativa, porque verdaderamente se presta a ello; así, a medida que vas explicando el temario en algún momento puedes hacer alguna alusión del tipo: “Bueno, esto cuando vayamos a Puy du Fou lo veremos mejor”.

A posteriori se puede «preguntar a los alumnos, pedirles su perspectiva, qué es lo que les gustó, qué no les gustó, qué se vio diferente a como se veía en clase, qué se vio exactamente igual, qué detalles nuevos se aportaron…». «Todo este diálogo puede ser muy enriquecedor», valora.

Sobre la fecha ideal, aconseja visitar el parque cuando hace buen tiempo: «Lo ideal es en primavera, cuando el tiempo es más agradable».

Porque, sí, en la mayor parte de los espectáculos hay sombras, pero en el camino de un espectáculo a otro no hay tanta sombra y se puede pasar bastante calor.

Además, Pilar recomienda aprovechar los tiempos de descanso, quizá entregando a los alumnos una serie de preguntas que tengan que responder en base a su observación de los espectáculos y distintos escenarios recreados, a modo de gincana.

Respecto a la organización, ningún inconveniente. Bueno, sí, uno: «Quizá los tiempos que se nos marcan a los centros educativos nos dificultan la organización: Debes pagar con un mes de antelación, sabiendo el número de alumnos que van a ir, y si alguno falta porque se ha puesto enfermo o se ha caído y está con muletas, no se devuelve el dinero, ni aunque exista un justificante médico», apunta.