Restas con llevadas con método Singapur y método ABN
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En esta ocasión, nos sumergimos en el mundo de las restas con llevadas, un desafío en el currículo de primaria que ha encontrado nuevas vías de enseñanza a través de dos métodos revolucionarios: el método Singapur y el método ABN.
Método Singapur
Imagina enfrentarte a una resta con llevadas y descubrir que el camino hacia la solución es mucho más fácil de lo que creías. Con el método Singapur, los números se vuelven más que simples dígitos, se convierten en entidades que se pueden desagrupar y comprender en su totalidad. ¿Cómo funciona? Es sencillo.
Veamos un ejemplo concreto con el enfoque C-P-A. Vamos a restar 64-37. Lo primero que vamos a hacer es representar el número 64 para poder visualizarlo en su descomposición. Observamos que al intentar restar 37, nos encontramos con una limitación: no podemos quitar 7 unidades de las 4 disponibles. Aquí es donde entra en juego la desagregación. Transformamos una decena en 10 unidades, permitiéndonos así realizar la resta de manera efectiva.
La primera imagen y la segunda representan exactamente el mismo número: 64. En la primera imagen aparecen 6 decenas y 4 unidades, y en la segunda imagen 5 decenas y 14 unidades.
Después de descomponer el número 64 como 50+14, es más intuitivo eliminar 7 unidades de las 14 unidades presentes y 3 decenas de las 5 decenas presentes. Llegando a una solución clara y comprensible: 27.
Método ABN
El Método del Algoritmo Basado en Números (ABN) ha irrumpido en el panorama educativo con una propuesta igualmente innovadora. Desarrollado por Jaime Martínez Montero, este enfoque transforma las restas con llevadas en un proceso uniforme y comprensible para los alumnos. ¿Qué hace diferente al ABN? Su enfoque en la descomposición numérica. Volvamos al ejemplo de 64-37.
En el Método ABN, el primer paso será quitar a 64 las máximas decenas posibles de 37, es decir, 3 decenas. Quedando como resultado 34, y 7. En segundo lugar habría que quitar las máximas unidades posibles a 34, nos gustaría quitarle 7, pero como máximo podemos quitarle 4, obteniendo como resultado 30 y 3. Finalmente, realizamos la resta final, obteniendo un claro y conciso resultado: 27.
La siguiente tabla representa lo descrito anteriormente de una manera muy visual:
Ambos métodos comparten un objetivo común: ayudar a los alumnos mediante la comprensión y el razonamiento matemático a obtener éxito en sus operaciones matemáticas. Ya no se trata simplemente de seguir instrucciones, sino de entender el proceso detrás de cada operación.
Esta nueva perspectiva no solo hace que las restas con llevadas sean menos intimidantes, sino que también fomenta un mayor compromiso y disfrute en el aprendizaje de las matemáticas.
Ahora te toca a ti decidir: ¿Prefieres el enfoque del método Singapur o el del método ABN? ¿Te animarías a probarlos en clase? Nos encantaría escuchar tus experiencias y observaciones sobre cómo estas nuevas metodologías están transformando la enseñanza de las restas con llevadas. ¡Juntos, desafiemos la monotonía y abramos las puertas a un aprendizaje matemático más estimulante y gratificante!
Los dos métodos que señalas, son buenas opciones, yo, me quedo con el de Singapur, porque desarrolla habilidades matemáticas sólidas y la agilidad mental. Al utilizar objetos que se pueden manipular, hace de las matemáticas, algo visual, concreto y sencillo, esto genera confianza a los alumnos.
Utilizando cualquiera de estos dos métodos en clase, las matemáticas para los alumnos, se hacen «más cercanas».
Las restas con llevadas para los niños de primaria, suelen ser complicadas, sin embargo, en este artículo, ofreces dos métodos que son atractivos y eficaces.
No me puede parecer más interesante este artículo. Cada curso que pasa veo la necesidad de cambiar el método de enseñanza en las restas con llevadas, pues a los alumnos se les hace muy difícil y complicado este apartado de las matemáticas. Muchísimas gracias por explicar tan bien estos métodos.
Sí, realmente estos dos métodos hacen las restas con llevadas más atractivas, incluso amenas. En este sentido, prefiero el método Singapur, porque se me ocurren posibilidades materiales para transformar las decenas casi divertidas. Una vez más mi enhorabuena a la autora. ¡Quién hubiera cogido esta forma de estudiar matemáticas en mi tiempo!.
Me gustan estos métodos, entre otros motivos,
porque, pueden estar dos o más niños, haciendo la resta a la vez.
Dos maneras de hacer a nuestros hijos más tontos.
Pues los del método Singapur muy «tontos» no parece que salgan…sino puedes ver los resultados que obtienen en sus pruebas PISA…van a la cabeza. Así que algo se podrá aprender de ellos.
….el problema no es que los dos métodos sean válidos…la cuestión reside en una de las características básicas de cualquier método científico:la eficiencia…..evidentemente el ABN es totalmente ineficiente ya que requiere una actividad larga…aburrida…..para E.Infantil puedo defenderlo pues es bueno para aproximar conceptos básicos de números a los niños…elegir este método para E.Primaria es un error y en E.Secundaria algo totalmente anticientífico e imposible.
Puede ser un método más largo que el que conocemos, pero si nos aseguramos que de este modo lo van a hacer bien, lo prefiero. En cualquier caso, es evidente que esto no es para los cursos superiores, ya que probablemente en los últimos cursos de secundaria y bachillerato utilicen calculadora.
Qué buen momento, para publicar el artículo,
porque, ahora que se acerca el final de curso y el verano, podemos aplicar estos métodos con los niños en casa.