Colegios Públicos de Atención Prioritaria: libertad de elección e igualdad de oportunidades de la mano

En febrero de 2006, bajo el paraguas de la LOE y siguiendo la iniciativa francesa de las ZEP (Zones d´Éducation Prioritaires) de 1981, arrancó por iniciativa del entonces consejero de Educación, Luis Peral, el Plan de Centros Públicos Prioritarios de la Comunidad de Madrid para facilitar los recursos humanos y materiales necesarios a los colegios públicos ubicados en entornos desfavorecidos con un alto índice de alumnado con necesidad de compensación educativa.

Recogiendo la experiencia de años previos,  la Comunidad de Madrid ha puesto este curso 2023-2024 de nuevo en marcha este Programa de Centros Públicos Prioritarios (CPAP), coordinado por la Directora General de Educación Infantil, Primaria y Especial, Eva María Borrego, y el Subdirector General de Ordenación Académica de dichas enseñanzas, David Martínez.

Un programa enfocado a los colegios con alto índice de absentismo y fracaso escolar, convivencia difícil, menor demanda de plazas escolares en los procesos de admisión y mayor tasa de rotación de profesorado. En definitiva, un programa dirigido “a los colegios en los que el porcentaje de alumnado con necesidad específica de apoyo educativo es elevado”, aseguran desde la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades.

El programa, que se desarrollará durante los cursos 2023-24, 2024-25, 2025-26 y 2026-27, “no pretende ser una continuidad de programas o planes anteriores, sino una nueva iniciativa con un enfoque distinto centrado en ofrecer a los colegios públicos seleccionados una especial consideración, acompañamiento y seguimiento por parte de la Administración educativa que se traduce en una dotación extraordinaria de recursos”, señalan desde la Consejería.

La elección de los centros participantes se lleva a cabo valorando diferentes indicadores como, por ejemplo, el porcentaje de alumnado con necesidad específica de apoyo educativo, el que participa en el programa de compensación educativa o el que tiene necesidades educativas especiales.

En el curso escolar 2023-24 se están beneficiando 10 centros de la implantación de este programa; paulatinamente, a razón de 10 por curso escolar, se irán incorporando nuevos colegios hasta completar la cifra total de 40 en el curso 2026-27.

“En cada centro seleccionado se incrementa la dotación del profesorado y se percibe una dotación económica para gastos de funcionamiento”, señalan desde la Consejería, que también se compromete con este Plan a:

• Ofrecer una atención garantizada por parte del orientador del EOEP general que corresponda al centro.
• Facilitar el acceso a las actividades del Plan Anual de Formación Permanente del Profesorado.
• La incorporación preferente al Programa de Acompañamiento y Apoyo Escolar (PAAE).
• La supervisión y asesoramiento por parte de la Inspección Educativa.
• La Información y difusión a las Administraciones locales.
• Favorecer el intercambio de experiencias y buenas prácticas.

Los centros destinatarios de este Programa deben elaborar y presentar un Plan de Mejora para contribuir a la transformación del centro, que debe estar enfocado en la comunidad educativa y su contexto, la organización de recursos humanos, materiales y pedagógicos y las acciones formativas.

Además, el Plan de Mejora debe incluir, al menos, un diagnóstico del centro, así como objetivos, actuaciones e indicadores de evaluación para cada una de las áreas propuestas.

La Dirección General de Educación Infantil, Primaria y Especial constituirá una comisión de apoyo y seguimiento que analizará, cada curso escolar, las necesidades propuestas por los centros en lo referente a la dotación de recursos y analizará si los Planes de Mejora se ajustan a la finalidad y objetivos del programa.

“Los servicios territoriales de Inspección Educativa supervisarán la aplicación del Programa de Colegios Públicos de Atención Prioritaria en los centros seleccionados”.  Dicha supervisión incluirá, al menos, la comprobación de la eficiencia de la organización de los recursos asignados a los centros y su posible incidencia en la evolución de los resultados académicos del alumnado.

Al final de cada curso escolar, el Plan de Mejora propuesto por cada centro educativo pasará a ser analizado por el equipo directivo, que valorará cada una de las actuaciones puestas en marcha y si se han conseguido o no los objetivos. Este análisis permitirá a los centros modificar y adaptar el Plan de cara al siguiente curso y a la Administración mantener“el compromiso de ayuda y acompañamiento a estos centros” y, tras las valoraciones oportunas y el conocimiento reflexionado del impacto, ver si “plantear otras medidas”.