España se sitúa en el puesto número 13 en el índice de libertad de enseñanza

En su quinta edición, el informe analiza 157 países del mundo y España se sitúa por detrás de países como Irlanda, Bélgica, Reino Unido o Chile, y por delante de países como Francia, Canadá o Singapur, y en general se destaca que Europa, América del Norte y Oceanía son las regiones donde la libertad de enseñanza está mejor protegida. Oidel asegura que «ha consolidado el Índice de Libertad de Educación como una herramienta integral para evaluar el reconocimiento y la realidad concreta de la libertad de educación en los países de todo el mundo».

El objetivo del estudio es «informar y apoyar a los gobiernos en su labor de dar cumplimiento a los derechos humanos, y se basa en cuatro indicadores: la posibilidad legal de establecer y administrar escuelas no gubernamentales, la financiación pública de éstas, la tasa neta de matriculación en Primaria y en escuelas no gubernamentales como porcentaje total», señala la ONG. Según si director general, Ignasi Grau, «en el derecho internacional de los derechos humanos, la libertad de educación se reconoce como una piedra angular del derecho a la educación. Sin embargo, con este estudio analizamos en detalle si a nivel nacional se garantiza esta libertad y en qué medida».

La presentación del informe acogió a otros expertos internacionales como Pradeep Wagle, jefe de la Sección de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Derechos Humanos de las Naciones Unidas; Abdeljalil Akkari, titular de la cátedra Dimensiones internacionales de la educación de la Universidad de Ginebra; Svein Oesttveit, director la Oficina Internacional de Educación de la Unesco y Usana Berananda, nueva embajadora de la Misión Permanente de Tailandia ante las Naciones Unidas en Ginebra.

«Tanto el reconocimiento legal de la libertad de enseñanza como la financiación pública de la educación no gubernamental son esenciales para que el pluralismo sea posible en todo el mundo», explicó Ignasi Grau durante su ponencia en la que matizó que «solo así, todas las familias podrán acceder a escuelas que reflejen su comunidad cultural». «Como ha declarado la OCDE, en los países donde las escuelas no gubernamentales reciben una mayor proporción de financiación pública, los perfiles socio económicos de las escuelas de gestión pública y privada muestran una menor disparidad», añadió.

Algunas conclusiones

La libertad de enseñanza está reconocida en los principales mecanismos universales de derechos humanos y los estudios presentados demuestran que la mayoría de los países reconocen legalmente esta libertad a nivel nacional. Específicamente, 101 países reconocen este derecho en sus constituciones bajo diferentes formas y terminologías. «Algunos reconocen explícitamente el derecho de los padres a elegir y otros reconocen la existencia de escuelas privadas», puntualizó Grau.

Respecto a la enseñanza en el hogar (homeschooling), el informe también se hace eco de una tendencia que ya aparecía en el 2016 y que se ha ido ampliando desde la Covid-19. De los 157 países analizados, el 43% reconoce la enseñanza en el hogar como una opción legal. También se constata que la libertad de enseñanza en 2023 está ligeramente más protegida que en el anterior informe, y se observa un ligero crecimiento del reconocimiento y apoyo a los padres para elegir opciones educativas distintas de las establecidas por los gobiernos. A pesar de ello, los resultados de esta edición asoman una preocupación por la creciente polarización en los debates políticos sobre la libertad de enseñanza.

Otra cuestión que surgió entre numerosas organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo, durante el proceso de investigación del informe, es la interferencia de los gobiernos en el carácter propio y currículos de las escuelas no gubernamentales. Un campo en el que se debe explorar más a fondo la relación entre las restricciones del plan de estudios y la libertad de enseñanza.