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¿Están los centros preparados para alfabetizar a niños con discapacidad intelectual?

Julián Palazón
Doctor en Ciencias de la Educación
17 de mayo de 2024
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Enseñar a leer a los niños que, por diversas causas, presentan discapacidad intelectual no es sencillo. A sus problemas cognitivos y lingüísticos generales se suelen sumar problemas más específicos relacionados con la lectura. Por ejemplo, muchos de estos niños presentan problemas fonológicos para manipular, representar y reconocer los sonidos de las letras, así como dificultades para autorregularse durante una tarea tan demandante como es la lectura (muchos de estos niños pueden leer el principio de las palabras e inventar el resto por problemas para mantener la atención hasta el final). Parece que enseñarlos a leer es posible en una gran mayoría de casos, pero exige mucha especialización. Como investigador, he dedicado los dos últimos años a desarrollar un programa para la alfabetización de este alumnado. Mientras lo desarrollaba, traté de usarlo para enseñar a leer a algunos de estos niños. El resultado ahora es bueno, pero han sido muchas las cosas que he tenido que reestudiar y modificar. No siempre yo les enseñé a ellos. Muchas veces, ellos me enseñaron a mí.

Lo cierto es que algunas evidencias recientes habían sido muy estimulantes. En un estudio de garantías que cumple ahora diez años, Jill Allor y su equipo trataron de alfabetizar a niños con un CI entre 40 y 80 con un programa educativo enormemente específico y científicamente fundamentado. El programa se aplicó durante cuatro años por profesionales a los que se capacitó para ello. La enseñanza fue diaria y se administró en grupos de uno a cuatro alumnos. Se monitorizaba el progreso de los niños y el programa se reajustaba continuamente en base a sus avances. El resultado para muchos de estos niños fue relativamente exitoso en un idioma como el francés, cuya opacidad hace que en él la alfabetización sea más compleja que en castellano.

Las preguntas que se derivan de lo anterior son obvias. ¿Contamos en los centros educativos con programas fundamentados desde la investigación para enseñar a leer al alumnado con discapacidad intelectual?, ¿disponemos de profesionales con una especialización suficiente para aplicarlos?, ¿podemos sostener organizativamente una enseñanza diaria en grupos de uno a cuatro alumnos durante al menos cuatro años? No creo que sea una temeridad responder que no a todo.

A falta de datos más cercanos, los que nos llegan del contexto anglosajón no son muy buenos. Cerca de siete de cada diez niños que presentan discapacidad intelectual están sin alfabetizar. Además, sabemos que su alfabetización, cuando se consigue, les reporta enormes beneficios personales, sociales y laborales. Decía Albert Camus que, en algún momento, la conciencia se activa y uno toma parte en un problema que antes vivía de forma pasiva. El desafío que implica la alfabetización del alumnado con discapacidad intelectual no parece algo que podamos seguir ignorando.

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Comentarios

  1. Karla
    20 de mayo de 2024 17:33

    En base a lo anterior podemos expresar que es muy importante crear centros educativos para el aprendizaje de todos, un caso muy especial sería el de los niños pues ya que si aportamos desde pequeños la mayoría de los demás se darán cuenta de la cantidad de personas dispuestas a aprender, con esto muchas personas se sumaran a la actividad cuando un grupo de personas cambia las culturas y valores, muchos se inclinan con el nuevo cambio, pues si una parte del sistema cambia la otra también se verá afectada como se menciona en la lectura sistemas sociales y cultura organizacional, en donde nos expresa que un hombre Stanley Padalino identifico dos sistemas sociales distintos, cada uno con sus propias creencias culturales y valores, los cuales influenciaron la forma en que las personas trabajan juntas. Entonces al proponer este proyecto es importante que todos colaboremos con el cambio, pues la experiencia será gratificante.

    1. Liliana Polo Lara
      20 de mayo de 2024 17:43

      Los modelos de calidad de software son marcos conceptuales que proporcionan estructuras y criterios para evaluar y mejorar la calidad del software. Estos modelos son fundamentales para asegurar que el software cumpla con los requisitos y expectativas tanto de los usuarios como de los desarrolladores. A continuación, se presenta un comentario sobre el estado del arte de estos modelos, abarcando los más reconocidos y utilizados en la industria del software.

    2. Victoria
      20 de mayo de 2024 17:46

      Estoy de acuerdo con la importancia de crear centros educativos que fomenten el aprendizaje para todos, especialmente para los niños. Como bien mencionas, al invertir en la educación desde una edad temprana, no solo estamos beneficiando a esos individuos, sino también promoviendo una cultura de aprendizaje que puede tener efectos positivos en toda la sociedad.

      El ejemplo de Stanley Padalino es muy ilustrativo. Su experiencia en diferentes sistemas sociales destaca cómo los entornos con creencias y valores distintos pueden influir en la manera en que las personas interactúan y trabajan juntas. Al igual que en el caso de Padalino, los centros educativos pueden ser espacios donde se cultiven nuevos valores y actitudes hacia el aprendizaje y la colaboración.

      Por lo tanto, es fundamental que todos apoyemos este tipo de iniciativas. Al contribuir al cambio y al desarrollo de una cultura educativa inclusiva y dinámica, estamos asegurando que más personas se sientan motivadas a aprender y a participar activamente en su comunidad. La colaboración de todos es clave para que este proyecto tenga éxito y genere una experiencia enriquecedora para todos los involucrados.

  2. Luis Eduardo Pérez Marrugo
    12 de junio de 2024 11:39

    Hoy veo con preocupación el uso de terminos cono discapacidad intelectual, el cual implica disminucion o estar por debajo de una capacidad «normal». Me pregunto si pudiésemos hablar
    de dif-capacidad intelectual que significa tener una capacidad diferente a las múltiples y diversas capacidades que pudiesen existir . Si aceptamos esto ultimo, tendríamos retos pedagogicos construidos y por enfrentar que convocan a caminar por distintos caminos pedagogicos desde la diferencia de potencialidades y no desde la categoría de carencia o déficit. La dif-capacidad es potencia en la diferencia, la discapacidad es desigualdad como carencia.