Familias comparten estrategias para retrasar la compra del primer móvil
Unas 200 familias han participado este domingo en una jornada para compartir estrategias que sirvan para rebajar la presión social que existe para comprar a sus hijos preadolescentes su primer teléfono móvil inteligente a los 12 años, un paso que quieren retrasar al menos hasta los 16 años.
La jornada la ha organizado Adolescència Lliure de Mòbils, plataforma nacida hace medio año entre familias del barrio barcelonés del Poblenou preocupados por el uso en edades tempranas de los teléfonos móviles.
La iniciativa, que nació como un grupo de Whatsapp, ha sumado miles de adeptos más allá del barrio, de Barcelona e incluso de Cataluña, y este domingo la plataforma se ha constituido formalmente como asociación.
Este domingo la plataforma se ha constituido formalmente como asociación
Adolescència Lliure de Mòbils ha organizado una jornada presencial, entre la plaza Sant Bernat Calbó y un polideportivo de una escuela del Poblenou, para «poner en valor el trabajo hecho en seis meses», ha explicado la portavoz de Adolescència Lliure de Mòbils, Marina Fernández.
La cita ha servido para compartir experiencias, para que las familias puedan ponerse de acuerdo en estrategias comunes para proteger a sus hijos.
El objetivo es que los padres y madres puedan ayudarse entre sí para «rebajar la presión social que sufren los preadolescentes y las familias» para que los hijos tengan un teléfono móvil inteligente a los 12 años, en el momento de la transición de la escuela primaria a la secundaria, ha añadido Fernández.
Una edad que esta plataforma considera demasiado temprana, por los peligros que suponen las redes sociales para la salud mental de los menores, por lo que pretenden que el primer móvil se dé a los 16 años, como mínimo.
El encuentro ha contado con la música de la cantautora Lídia Pujol y una intervención del psicólogo clínico Francisco Villar, especialista en conducta suicida en adolescentes y firme defensor de prohibir el móvil antes de los 16 años, para evitar los perjuicios que redes sociales y otros contenidos provocan en los menores.
Francisco Villar es autor el libro Cómo las pantallas devoran a nuestros hijos (Herder Editorial), en el que repasa la evidencia científica y su experiencia de diez años al frente del Programa de Atención a la Conducta Suicida del Menor del Hospital de Sant Joan de Déu de Barcelona.
El pasado mes de abril vieron la luz los resultados de una encuesta que Adolescencia Libre de Móviles llevó a cabo entre más de 22.000 familias catalanas y que reveló que el 85,8 % de ellas querrían formar parte de un pacto social que implicase no entregar un teléfono móvil inteligente a los niños en el paso de primaria a secundaria.
El 61,7% de las familias catalanas con hijos en primaria afirmó que se debería entregar un teléfono móvil inteligente a los niños a partir de los 16 años.
Este indicador contrastó con la edad en la que las familias de Secundaria habían dado móvil a sus hijos, ya que el 82,1% (4.936) afirmó haberlo hecho a los 12 años o antes.