Sumar y el PP pactan una proposición sobre Educación afectivo sexual en el Congreso
La iniciativa de Sumar ha sido debatida y aprobada en la Comisión de Sanidad de la Cámara Baja, donde todos los grupos, salvo Vox, han coincidido en la importancia de esta materia; el PNV ha intervenido para advertir que el texto entra en colisión en algunos puntos con el marco competencial autonómico en educación y sanidad.
La proposición original planteaba en un primer punto establecer un sistema de monitorización para evaluar el cumplimiento normativo en este ámbito y en un segundo incorporar una materia curricular obligatoria de Educación emocional y sexual en Infantil, Primaria y Secundaria. Sin embargo, mediante una enmienda transaccional pactada por Sumar y el PP, que ha leído el portavoz del grupo proponente, el punto 1 se ha transformado en «elaborar una propuesta curricular de alta calidad científica que contemple educación para la salud, incluyendo como bloques de contenidos específicos, al menos, las habilidades sociales, bienestar emocional y Educación afectivo sexual». A su vez, el 2 ha quedado como «promover, en colaboración con las comunidades autónomas, una adecuada formación permanente de recursos al profesorado en materia de educación para la salud, incluida Educación sexual».
Sumar ha defendido que la «escasa» implantación entre los menores de la Educación sexual, que no es solo aprender a usar el preservativo sino hablar de cómo mejorar la autoestima o cómo desarrollar la empatía, está detrás de datos como el aumento de las infecciones de transmisión sexual y de la tasa de interrupciones voluntarias del embarazo en menores de 20 años.
La representante del PP Julia Parra ha reconocido la «importancia» de la iniciativa, aunque en principio la consideraba «demasiado abierta y confusa», y ha marcado como una «linea roja» para su formación el respeto al «derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos». Por su parte, la socialista Emilia Almodóbar ha opinado que es «fundamental avanzar en Educación sexual, no como una opción sino como un derecho, como parte de una prevención integral», y ha defendido que las comunidades autónomas sean las responsables en este ámbito, aunque «en consenso» con los ministerios implicados.
En contra de la iniciativa, el diputado de Vox David García ha dicho que su hijo tiene 5 años y que no quiere que le den Educación sexual en el colegio y ha abogado porque debe ser en los hogares donde se da la Educación sexual, que luego se puede reforzar a cierta edad «sin imponer ideologías». García ha dicho que el contenido de la proposición le parece «una cosa depravada» y ha terminado su intervención con una reclamación: «saquen sus sucias manos de nuestros hijos».