Carlos de la Torre: “Observar las cosas con perspectiva te ayuda a ver la luz al final del túnel"
Los Centros de Alto Rendimiento (CAR) aparecieron en España a raíz de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 con el fin de crear un espacio para deportistas y permitirles llegar hasta su máximo nivel. España cuenta en la actualidad con cuatro centros de este tipo en Madrid, Sant Cugat del Vallés, León y Sierra Nevada.
Estos centros acogen a muchos estudiantes que asumen el reto de estudiar y continuar alimentando su pasión por el deporte con el fin de representar a su país en competiciones internacionales de alto nivel e, incluso, en los Juegos Olímpicos.
Lo hacen siendo conscientes del desgaste físico, psíquico y emocional que va a suponer para ellos, pues estudios y deporte son dos facetas que exigen el 100% de cada uno. Carlos de la Torre, psicólogo en el Consejo Superior de Deportes, lo sabe bien. Antes de ocupar su rol actual, pasó por centros de alto rendimiento y por el Centro de Tecnificación de La Liga donde acompañó a futbolistas de alto rendimiento en etapa de instituto.
Hablamos con él para saber cómo estudios y deportes pueden compaginarse y de qué forma trabaja con los deportistas para que puedan dar la mejor versión de sí mismos.
¿Cómo se maneja el equilibrio entre la carga académica y la exigencia deportiva?
–El equilibrio entre la carga académica y la exigencia deportiva depende mucho de la edad de los deportistas. Aquellos que aún están en el instituto reciben la misma educación que sus compañeros, ya que deben prepararse para la EBAU. Aunque es cierto que se reservan algunas plazas en la universidad para deportistas de alto rendimiento, se cuida mucho el no sobrecargar físicamente a estos estudiantes, por ejemplo la asignatura de educación física se convalida con los entrenamientos.
¿Y los deportistas que ya están en etapa universitaria?
–En este caso, es esencial asegurar que la carga mental de los estudiantes no es excesiva y que los deportistas saben cuidar de sí mismos. Es bastante común que estos estudiantes tomen menos asignaturas por año, alargando así su etapa universitaria para compatibilizar estudios y entrenamientos.
¿Qué tipo de ayudas existen para este tipo de estudiantes?
–No puedo hablar por los otros centros, pero en el CAR de Madrid se procura que todo esté al alcance del deportista para facilitarle su día a día. La propia disposición arquitectónica del centro invita a una educación lo más fácil posible. Los deportistas, especialmente los que vienen de fuera de Madrid, tienen a su disposición la residencia Joaquín Blume, que se ubica dentro del centro y está al lado del Instituto. La Facultad de Ciencias del Deporte (INEF), la gran elegida por la mayoría de los estudiantes, está también muy próxima al centro.
¿Qué tipo de apoyo psicológico se brinda a los deportistas para ayudarles a manejar el estrés y la presión?
–Cada deportista tiene sus circunstancias personales concretas, cada uno es un mundo, pero tratamos de apoyarnos en aquellas cosas que les hacen felices para que descansen la mente y le presten la atención que merece.
¿Y cómo lo conseguís?
–Estableciendo al inicio de la temporada un plan de organización, además de objetivos extradeportivos relacionados con el propio autocuidado como, por ejemplo, cuánto tiempo quieren dedicar a X cosa semanalmente durante esta temporada y qué pasos tienen que seguir para conseguirlo. Además, es importante que también desconecten de lo deportivo de vez en cuando para no saturarse y ser deportistas más felices, saludables y, por supuesto, con un mejor rendimiento.
Y si nos enfocamos en los estudios, ¿cómo se apoya a los deportistas?
–En las sesiones de psicología también se trabaja, si el deportista lo necesita, un plan de organización, anticipando momentos estresantes de la temporada en que se acumulen potenciales estresores deportivos y extradeportivos como, por ejemplo, los exámenes. Anticipar esas situaciones con suficiente tiempo es beneficioso porque los deportistas pueden prever el periodo de estrés y organizarse en consecuencia. Observar las cosas con perspectiva te ayuda a «ver la luz al final del túnel».
¿Hay algún impacto específico en el rendimiento académico de los deportistas?
–Los años olímpicos, por ejemplo, siempre son un momento de gran estrés para los deportistas porque es donde sus resultados importan más. Esto es una fuente de estrés adicional, que puede afectar a otros ámbitos de su vida incluido el académico.
¿Cómo se trabaja en estos momentos tan importantes?
–Acompañamos al deportista para matizar sus objetivos y que se enfoque en buscar su mejor rendimiento y no tanto un resultado. Además, tratamos de enseñarles la importancia de cuidar la forma en la que se hablan a sí mismos y, como decía antes, de descansar la mente.
Como psicólogo, ¿en qué crees que debe trabajar un deportista de alto rendimiento?
–En tener unos objetivos claros, realistas y que dependan de cosas que se pueden controlar. Es importante tener hábitos de descanso, alimenticios y de entrenamiento saludables, tener conciencia del propio cuerpo y un objetivo profesional para cuando se cierre su etapa como deportista de alto rendimiento. Teniendo todos estos detalles en cuenta, se consigue una fortaleza mental que tiene como resultado la mejor versión de uno mismo.
Es importante tener un objetivo profesional para cuando se cierre su etapa como deportista de alto rendimiento
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