Consejos a tener en cuenta a la hora de escoger universidad

Elegir la universidad adecuada es una de las decisiones más cruciales de la vida de un estudiante. Este proceso no sólo influye en su trayectoria académica, sino también en su futuro desarrollo personal y profesional. En España, alrededor del 80% de los estudiantes de secundaria optan por continuar sus estudios en la universidad, según el Ministerio de Universidades. Este elevado porcentaje refleja la importancia que se le da a la educación superior como una vía para garantizar un prometedor futuro profesional.

Tomar una decisión informada sobre la carrera y la universidad incide significativamente en el bienestar y el éxito del estudiante. Cuando los alumnos eligen estudios que les apasionan, la tasa de abandono disminuye. Según datos del BBVA en colaboración con Ivie, se observa una ordenación inversa casi perfecta entre tasas de abandono y ratio de preferencia, que podría confirmar la importancia de que el estudiante esté cursando un estudio para el que está más motivado por ser el que, tras sus estudios secundarios, deseaba de manera preferente. Esto destaca la importancia de una orientación adecuada y de recibir información clara sobre las opciones educativas desde bien temprano.

Elegir los estudios y el centro de enseñanza superior más idóneos para cada estudiante es un proceso que empieza en secundaria (ESO) y que se extiende a lo largo de todo el bachillerato. Luiza Pires, orientadora de carreras profesionales en The British School of Barcelona, explica: “Los estudiantes deben ser los actores principales de la investigación de las opciones a su alcance para escoger el programa que mejor se ajuste a su perfil e intereses. Pero para que puedan llevar a cabo ese proceso, tenemos la responsabilidad de darles todas las herramientas posibles. Esto se traduce en conversaciones individualizadas con cada estudiante, presentaciones informativas para padres y alumnos, ferias de universidades, acceso a plataformas de búsqueda de universidades y grados, talleres de preparación de los trámites de acceso, cursos de preparación para las pruebas de acceso a la universidad (PCE), entre muchas otras acciones.“ Y añade: “Cuanto antes involucremos a los jóvenes y a sus familias en todo el proceso, mejor podremos crear el plan de estudios personalizado que les permitirá obtener el expediente académico que necesitan para acceder al programa que prefieren.”

The British School of Barcelona (BSB), en su centro preuniversitario BSB Nexus, tiene experiencia en facilitar la transición entre la etapa escolar y la universidad, abordando directamente las preocupaciones asociadas con este cambio y preparando a los estudiantes para tomar decisiones informadas sobre su futuro académico y profesional. “En este proceso aconsejamos a las familias a acompañar a sus hijos, pero sin hacer el trabajo por ellos. Animar a los jóvenes a hacer su propia investigación y tomar decisiones en consenso con sus padres es fundamental. Además, desarrollar esta autonomía contribuye notablemente a su proceso de maduración”, aclara la orientadora.

Para ello, ofrecen una serie de consejos esenciales dirigidos a los estudiantes que se encuentran en este momento tan decisivo de su etapa formativa:

1. Conocer los intereses y habilidades: Antes de decidir qué estudiar y dónde hacerlo, es fundamental que los estudiantes analicen quiénes son y en qué quieren convertirse, qué les apasiona y en qué sienten que son buenos. Al identificar sus fortalezas y debilidades, tendrán una visión más clara de su perfil y como trabajarlo para convertirse en esta persona que desean ser. Eso les permite tener mayor seguridad a la hora de encontrar un programa que les motive y en el que puedan sobresalir.
2. Identificar sus aspiraciones y metas a largo plazo: Clarificar las ambiciones y metas profesionales a largo plazo es un paso crucial para elegir la universidad adecuada. Preguntarse dónde se ve en cinco, 10 o 20 años, y qué tipo de carrera le gustaría seguir, le permitirá seleccionar una universidad que no solo ofrezca el programa académico adecuado, sino también las oportunidades de networking y desarrollo profesional que necesitará.
3. Investigar la oferta académica: La oferta académica ha crecido significativamente en las últimas décadas, concretamente un 18% desde el curso 2014-2015, según datos del Sistema Universitario Español (SUE). Esta expansión ofrece más oportunidades para encontrar un programa que se ajuste perfectamente a los intereses y objetivos profesionales. Sin embargo, es crucial investigar y comparar los planes de estudio de distintas universidades para asegurarse de que el programa elegido cubra las expectativas.
4. Considerar las instalaciones y las oportunidades de experiencia práctica: Las instalaciones y recursos educativos de una universidad pueden marcar una gran diferencia en la experiencia educativa. Hay que asegurarse de que el centro cuente con las instalaciones necesarias que garanticen el buen desarrollo y aprendizaje de sus estudiantes. Asimismo, según el Eurobarómetro (2023), publicado por la Comisión Europea, destaca que en España más del 40% de los jóvenes ha obtenido un contrato con el empleador al finalizar su periodo de prácticas. Por lo tanto, es interesante considerar si el centro dispone de recursos que permitan a los estudiantes aplicar sus conocimientos en contextos reales, o que tenga convenios con empresas o una sólida red de apoyo profesional.
5. Realizar un análisis exhaustivo de la institución: “Es muy importante que el joven investigue a fondo las universidades para encontrar aquellas que mejor encajen con su perfil. Hay varios factores que pueden ser evaluados y que dependerán en gran medida de lo que busca cada alumno. Algunos podrían priorizar la calidad de la enseñanza, otros las áreas de investigación, el profesorado, las instalaciones, o la empleabilidad”, explica Pires.
6. Considerar la localización y el ambiente universitario: La experiencia universitaria va más allá de las aulas. El entorno y la vida estudiantil son aspectos clave a considerar. Las universidades situadas en ciudades grandes ofrecen una amplia gama de actividades culturales y de ocio, mientras que las ubicadas en ciudades más pequeñas pueden proporcionar un ambiente más tranquilo y concentrado. Las actividades ofrecidas por las propias instituciones, ya sean recreativas, deportivas o sociales, son aspectos que también pueden influir. Según un estudio de la Universidad de Castilla-La Mancha, el grado de satisfacción con los aspectos académicos y el grado de satisfacción con los aspectos sociales de la universidad influyen de forma significativa en la calidad de vida del estudiante.
7. Estar abiertos al cambio: La resiliencia y la adaptabilidad son cruciales para el éxito a largo plazo. Es importante que los jóvenes entiendan que no pasa nada por cambiar de carrera si sus intereses o las circunstancias evolucionan. Contemplar varias opciones puede aliviar la presión y ofrecer una alternativa valiosa si las cosas no salen como se esperaba inicialmente.

“Lo que nosotros solemos destacar es sobre todo la identificación del estudiante con la carrera y la universidad. Leer y entender los programas en detalle, lo que ofrece cada universidad, participar en workshops o jornadas de puertas abiertas ofrecidos por las universidades, hablar con profesionales del sector son algunos ejemplos. La identificación del alumno con el centro es una manera de garantizar también su bienestar”, concluye la orientadora.