El inmovilismo del sistema educativo en España y la llegada de la inteligencia artificial
«Google ya lo sabe todo y lo mejor que podemos hacer es tener estudiantes que piensen por ellos mismos», afirmó hace unos días el director de Educación de la OCDE e impulsor de PISA. Andreas Schleicher adelantó que en la próxima edición del informe internacional los estudiantes podrán utilizar internet en una de las pruebas. Schleicher también aprovechó para criticar el «inmovilismo» del sistema educativo en España; y dijo que «los mejores docentes deberían dar clase en los centros más complejos en base a incentivos en su carrera profesional» porque «los incentivos económicos no son tan determinantes como la motivación» y propuso otorgar más autonomía a los centros educativos para elegir el profesorado.
A la luz de los resultados de PISA, la mayoría de alumnos españoles «tienen un buen nivel mínimo y obtienen buenos resultados a nivel básico, aunque hay deficiencias en la parte superior», según Schleicher.
Andreas Schleicher dijo que "los mejores docentes deberían dar clase en los centros más complejos en base a incentivos en su carrera profesional"
El coordinador de PISA insiste en su propuesta de una educación más competencial con el argumento de que «la comunidad empresarial pide personas que sean capaces de pensar por ellas mismas» y que las familias con más recursos matriculan a sus hijos en escuelas que fomentan la creatividad y las capacidades emocionales, lo que «el sistema creativo debería poder hacer». «El mejor sistema educativo del mundo está en China», añade, donde los profesores «trabajan mucho tiempo con los padres y preparando las clases y son grandes creadores de entornos de docencia atractivos», afirma.
El mejor sistema educativo del mundo está en China
"Por otro lado, con la irrupción de la inteligencia artificial, podemos estar ante un nuevo cambio de ciclo en la educación. En este sentido, asistimos a un fenómeno muy contradictorio. Por un lado, con la prohibición o, al menos, la limitación de aparatos tecnológicos en el aula (especialmente móviles) debido a su mal uso y a las adicciones que producen y, por otro, la necesidad de digitalizar la enseñanza, inluyendo la IA. Por ello, una vez más necesitamos de la imprescindible función del profesor, quien debe actuar como facilitador de la tecnología y, al mismo tiempo, limitar su uso a la tarea estrictamente educativa. Las prohibiciones no suelen funcionar en educación, mucho menos cuando se trata de dispositivos que, por su propia naturaleza, tienen la capacidad de introducirse en nuestras vidas (y las de los jóvenes) de una manera muy invasiva, hasta el punto de sustituirnos (como hace la IA) en muchas de las tareas rutinarias que realizamos cada día.