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Las pruebas de Biología de las PAU/EBAU en las diferentes comunidades autónomas

Los alumnos se han quejado desde hace muchos años de la injusticia del actual sistema, ya que hay comunidades autónomas en las que se hacen unas PAU/EBAU muy fáciles y otras en las que estas pruebas son mucho más difíciles, por lo que las notas finales de unas y otras no son comparables.
Antonio JimenoViernes, 7 de junio de 2024
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Muchos de los alumnos que estos días realizan las PAU/EBAU están pendientes de llegar a la nota mínima para poder entrar a estudiar el Grado universitario que desean y en la universidad que prefieren. Esa nota, que se expresa llegando a las centésimas, se denomina “nota de corte”, porque es la que se utiliza para dilucidar que alumnos sí pueden acceder. Los alumnos se han quejado desde hace muchos años de la injusticia del actual sistema, ya que hay comunidades autónomas en las que se hacen unas PAU/EBAU muy fáciles y otras en las que estas pruebas son mucho más difíciles, por lo que las notas finales de unas y otras no son comparables. Atendiendo a esta situación, la entidad ‘Escuela de Todos’ presentó el pasado mes de mayo de 2024 un estudio comparativo de las pruebas de acceso a la Universidad de las materias “Lengua castellana y Literatura II”, “Matemáticas II” e “Historia de España” que se realizaron el año 2023 en las 17 comunidades autónomas. Las diferencias de dificultad que se encontraron fueron tan grandes que la conclusión a la que llegaron es que las calificaciones obtenidas en las 17 comunidades no eran homologables.

Siguiendo este precedente, en el sindicato de profesores AMES se han comparado las pruebas de Biología de las PAU/EBAU que se aplicaron el año 2023 en todas las comunidades autónomas, teniendo en cuenta tanto las pruebas ordinarias, que son las que se aplican el mes de junio, como las pruebas extraordinarias, que son las que se suelen aplicar el mes de julio. El pasado miércoles 5 de junio se publicó el informe Las pruebas de Biología de las PAU/EBAU en las 17 comunidades autónomas en el que aparecen los resultados encontrados y unas conclusiones.

En dicho informe se indica que las características de las PAU/EBAU de 2023 están definidas por la Orden PCM/63/2023, de 25 de enero y que para la prueba de Biología establece los siguientes 5 bloques de contenidos, así como los porcentajes en los que cada bloque debe influir en la nota final:

Bloque 1. Bioquímica (20%).

Bloque 2. Morfología y fisiología celular (25%).

Bloque 3. Genética y evolución (25%).

Bloque 4. Microbiología y biotecnología (20%).

Bloque 5. Inmunología. (10%).

De cada una de las pruebas analizadas se ha valorado si cumple el porcentaje de preguntas que corresponden a cada uno de los cinco bloques establecidos y se ha calculado el grado de dificultad de las pruebas en base a los siguientes dos aspectos:

  • Dificultad debida a la proporción de preguntas que se han de contestar del total de preguntas ofrecidas.
  • Dificultad debida a la proporción mínima de bloques que es imprescindible estudiar para poder obtener la nota máxima, es decir un 10.

El grado total de dificultad se ha obtenido haciendo la media de las dos dificultades anteriores.

Cabe advertir que en ningún caso se ha valorado la calidad de las pruebas, sino únicamente el grado en que estas pruebas se ajustan a las proporciones de contenidos establecidas y a si todas ellas presentan un grado de dificultad parecido.

El resultado obtenido es que de las 17 comunidades autónomas hay once en las que sus pruebas no cumplieron los porcentajes de preguntas establecidos, con una diferencia que supera el doble o no llega a la mitad en uno o más de los cinco bloques establecidos. Es decir que en unas se priorizaron unos temas y en otras se priorizaron otros. Estas son: Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y País Vasco.

Por otro lado en una escala de dificultad que va de 0 a 1, hay ocho comunidades autónomas que no superaron el 0,5 de dificultad (Asturias, Baleares, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, La Rioja, Madrid y Navarra), siete comunidades que lo superaron pero no llegaron al 0,8 (Andalucía, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Galicia, Murcia y País Vasco) y solo dos comunidades que superan el 0,8 de dificultad (Aragón y Cataluña). Esto quiere decir que las pruebas de las primeras comunidades tuvieron la mitad de dificultad o poco más que las terceras.

La causa de las diferencias en cuanto a los contenidos de las pruebas se debe, en parte, a que cada equipo responsable de redactar las pruebas en su correspondiente comunidad autónoma, tiene sus propios criterios, sus opiniones, sus preferencias, etc. y, al final, aunque no se quiera, todo ello influye. Además, los responsables de redactar los exámenes de Biología de algunas comunidades autónomas avisan al profesorado de Bachillerato sobre qué aspectos del currículo consideran más importantes y sobre cuáles no harán preguntas o harán muy pocas preguntas, con lo que el currículo generalmente se acorta y las diferencias entre las comunidades autónomas aumentan.

La causa de las diferencias en cuanto a su grado de dificultad se debe, en parte, a que cuanto más fácil es la prueba, mayor es el número de alumnos que la aprueban y, por lo tanto, mayor es el número de alumnos que se pueden matricular en las universidades, con lo que se asegura el lugar de trabajo del profesorado contratado y del que espera serlo. Esto ha conllevado a que algunas Universidades, en las que hay poca matrícula, hayan optado por hacer pruebas fáciles, mientras que otras, en las que hay más solicitudes que plazas, hayan optado por mantener niveles de exigencia más altos. El problema de hacer una prueba muy fácil es que si el nivel de conocimientos del alumnado que entra es bajo y también lo es su interés por estudiar, el nivel académico de la Universidad disminuye y sus buenos alumnos aprendan menos de lo que podrían. Las universidades entran así en un bucle que es necesario cortar y que difícilmente lo puede hacer la propia universidad.

Existe otra causa de las diferencias de conocimientos entre los alumnos de las distintas comunidades autónomas y es que en la enseñanza de la Biología en el Bachillerato y también en la enseñanza de otras ciencias, sus contenidos se han dividido en dos partes, una que se cursa en el 1º de Bachillerato y la otra que se cursa en el 2º de Bachillerato, pero la ley de educación establece que en las PAU/EBAU, solo se puede hacer preguntas de los contenidos de 2º de Bachillerato. Esto ha promovido que bastantes profesores apenas impartan los contenidos de 1º de Bachillerato y dediquen los dos cursos del Bachillerato a trabajar solo los contenidos de 2º de Bachillerato, ya que son los únicos sobre los que les preguntarán a sus alumnos en las PAU/EBAU. La lamentable consecuencia de esto es que el alumnado recibe menos contenidos y llega peor preparado al grado universitario que quiere cursar. Por ejemplo, en Biología de 1º de Bachillerato está establecido que se enseñe la morfología y la fisiología animal y vegetal, por lo que si no se enseña, como hace décadas sucede por normativa en Cataluña, los alumnos llegan, por ejemplo, a los estudios universitarios relacionados con la salud (biología, medicina, enfermería, veterinaria, farmacia, etc.) con los únicos conocimientos sobre estos temas que recuerdan de cuatro años antes, cuando los cursaron en 3º de ESO, en el que solo se los enseñaron a un nivel básico. Este problema no se puede resolver simplemente haciendo una PAU/EBAU única, sino que requiere modificar la ley de educación en el sentido de que en las PAU/EBAU entren los contenidos de los dos cursos de Bachillerato.

Las diferencias detectadas en este estudio sobre las pruebas de Biología de las PAU/EBAU de 2023 demuestran que las calificaciones obtenidas por los alumnos de las distintas comunidades autónomas, no eran homologables y que, por lo tanto, no deberían haberse utilizado para establecer el orden de entrada de los alumnos en las universidades españolas. Por otro lado, esto seguramente también pasó en los cursos anteriores y seguramente se repetirá este curso 2023/2024. Es pues preciso acabar con esta falta de igualdad de oportunidades. Para ello la única solución es que todos los alumnos, vivan en la Comunidad Autónoma que vivan, hagan la misma prueba y no simplemente una prueba similar.

Esto se pidió hace unos meses al Ministerio de Educación. También se ha pedido  a las once comunidades autónomas gobernadas por el PP, cinco de ellas cogobernadas con VOX, que se pongan de acuerdo para hacer la misma EBAU, la llamada EBAU única. El Ministerio de Educación ha anunciado que cambiará el actual modelo de las PAU/EBAU y que el futuro modelo se empezará a aplicará el mes de junio de 2025. Es pues una gran oportunidad para establecer la PAU/EBAU única.

Algunos responsables de enseñanza han dicho que hacer la misma prueba es imposible porque hay diferencias entre los currículos, que lo que sí es posible y deseable es hacer una PAU/EBAU común, es decir muy parecida. Esto, en realidad, no serviría de nada, porque esto es precisamente lo que ya se está haciendo ahora, dado que ya están concretados los contenidos y los porcentajes en los que cada uno de ellos ha de influir en la nota final y el resultado es la gran diferencia que se acaba de demostrar.

La verdad es que sí posible hacer una única prueba PAU/EBAU para todas las comunidades autónomas que, lógicamente, se debería realizar el mismo día y a la misma hora. Para ello simplemente es necesario formar un equipo con representantes especialistas en la materia de las diferentes Comunidades Autónomas, un equipo que podría durar varios años para aprovechar la experiencia, ponerse de acuerdo en los contenidos comunes a todas, los llamados contenidos mínimos, y elaborar conjuntamente una única prueba. Este sistema ahorraría mucho esfuerzo a los responsables actuales de hacer dichas pruebas ya que ahora lo que se está haciendo es repetir el mismo trabajo en las 17 comunidades autónomas.

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